“Hubo laxitud en el tratamiento” y “llegamos tarde con los cambios”: Burgos y Galli hacen “mea culpa” por crisis migratoria

Ex ministro del Interior y Seguridad Pública, Jorge Burgos y ex subsecretario de la misma cartera, Juan Francisco Galli.

Las exautoridades del Ministerio del Interior coincidieron en que los cambios legislativos en materia migratoria demoraron su regulación. Respecto al secuestro del empresario de Rancagua, afirmaron que las autoridades incurrieron en "errores de manual".


El ex ministro del Interior y Seguridad Pública, Jorge Burgos (Amarillos) y el ex subsecretario de la misma cartera, Juan Francisco Galli (Renovación Nacional), realizaron este domingo un “mea culpa” respecto a sus responsabilidades por la ola migratoria ocurrida cuando ocuparon los cargos, coincidiendo en que el Estado falló en responder al fenómeno migratorio.

En conversación con Tolerancia Cero, de CNN Chile, ambas exautoridades analizaron los últimos acontecimientos en materia de seguridad, como el secuestro del empresario Rudy Basualdo en la Región de O’Higgins, caso por el cual cumplen prisión preventiva dos sujetos de nacionalidad venezolana y un colombiano. En total hay ocho detenidos extranjeros presuntamente vinculados al ilícito, que terminó con el empresario liberado con vida.

En ese sentido Burgos y Gali fueron consultados por su responsabilidad en controlar la migración en momentos en que ocuparon los cargos dentro del Ministerio del Interior y si hay vinculación real con el fenómeno criminal del país.

“Hubo laxitud en el tratamiento de la migración por muchos años en Chile, Chile operó con una ley migración del año 1975 hasta hace muy poco, que respondía a momentos culturales, políticos y sociales muy distintos”, afirmó quien ocupara el cargo entre mayo de 2015 y junio de 2016, en el segundo gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet.

En la misma línea, haciéndose cargo de la inmigración desde Haití que fue numerosa durante dicha administración, Burgos planteó que “probablemente por un buen sentido de acoger a un pueblo tan brutalmente sufriente como el haitiano, hubo una apertura excesiva a través de vuelos permanentes”.

“La migración haitiana no es la migración más compleja desde el punto de vista de la participación en ilícitos graves, para ser francos, pero sí hubo laxitud. El estado de Chile respondió mal en general, y eso agarra a varios gobiernos al tema de la migración no supimos responder bien”, aseguró el ex militante de la Democracia Cristiana.

En ese sentido, dijo que “responder bien a mi juicio no significa ser brutal respecto del ingreso de personas, pero sí ordenadamente y ahí hubo un retraso importante, hubo muy poca modernización. Por el año y medio que estuve en Interior, por cierto, que asumo el mea culpa que me corresponde”.

Galli: “Cúcuta fue una demostración política”

En el mismo contexto, el ex subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, quien ocupó el cargo entre enero de 2020 y marzo de 2022 en el segundo gobierno del ex Presidente Sebastián Piñera, planteó que “llegamos tarde con el cambio que era necesario hacer” respecto a las políticas de migración y se hizo cargo de las críticas por la visita que el ex Mandatario hizo a Cúcuta para entregar ayuda humanitaria a venezolanos.

“Nosotros iniciamos un estudio en el 2010 y se presentó un primer proyecto el año 2012 y nos demoramos 10 años en tramitar ese proyecto de ley, cuando ya el fenómeno había cambiado completamente”, inició en su análisis.

“La autocrítica es quizá del sistema, pero también nosotros debimos haber empujado más prioritariamente (los cambios), sin saber que a partir del año 2015 el fenómeno iba a cambiar completamente con la migración venezolana producto de la crisis en derechos humanos y la dictadura de ese país”, explicó.

Respecto al viaje a la frontera colombiana y venezolana, Galli sostuvo que “yo distinguiría ambas cosas: creo que lo de Cúcuta fue una demostración política y creo que es lo que se le exige a los gobiernos democráticos fijar una postura respecto de gobiernos autoritarios (...) la postura política era muy contraria al régimen venezolano”.

“Otra cosa es si debimos ser un polo de atracción de esa población que estaba emigrando de Venezuela y si es que estábamos preparados en ese momento para recibir esa inmigración hacia Chile. Yo creo que efectivamente, el llamado fue anterior al cambio o la preparación institucional que teníamos que tener para eso”, afirmó Galli como su “mea culpa” en materia de migraciones.

Secuestro de Rancagua

Dentro del análisis realizado por ambas exautoridades en materia de seguridad, también abordaron el tratamiento por el secuestro del empresario Rudy Basualdo, en Rancagua, asegurando que se cometieron errores que “son de manual”, como la revelación del pago de un rescate.

“En este episodio las comunicaciones son muy relevantes”, inició Galli, quien añadió que “en este caso, el que había liderado la negociación me imagino es el fiscal a cargo y, por lo tanto, las autoridades de gobierno (...) acompañan respaldando la investigación del fiscal”.

“La ministra del Interior tiene una presunción de que tiene información de lo que está ocurriendo y, por lo tanto, lo que ella diga es lo que genera el efecto en la opinión pública y en aquellas personas que están involucrados”, afirmó el ex subsecretario del Interior, agregando que “a mí me pareció que fue imprudente, hay manuales respecto de cómo manejar este tipo de situaciones, hay un manual del 2006 de las Naciones Unidas, respecto del manejo de los secuestros”.

“El efecto que produce es de generar más inseguridad. ¿Cuál es el mensaje a la ciudadanía? ¿Fue el Estado capaz de resolver esta situación o en realidad se resolvió de la manera que lo querían aquellos que cometieron el delito?”, cuestionó Galli respecto al manejo hecho en este ilícito.

En tanto, el exministro Burgos aseguró que le tocó trabajar en secuestros mientras estuvo en el gobierno y sostuvo que “si hay una cosa en la que no te puedes meter tú, primer tomo del manual, es si la familia quiere pagar el rescate”.

En esa línea, sin embargo, respaldó la gestión de la ministra Tohá durante la investigación. “He escuchado que la declaración es un incentivo al secuestro, he escuchado que se normaliza el secuestro. Está bien el deporte de ‘pegarle’ a los ministros del Interior, pero no exageremos tampoco. De la seguridad no vamos a salir si esto lo ponemos en el centro de la oposición o del gobierno. Es un tema demasiado gordo como para seguir peleando por todo”, sentenció Burgos.

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