Uso de datos vagos y erróneos en administración Trump enciende polémica en EE.UU.

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El Presidente de EE.UU. denunció ayer una tasa de asesinatos que no concuerda con los datos del FBI. Una de las principales asesoras del mandatario ha justificado el uso de "datos alternativos".




La tasa de asesinatos en Estados Unidos es, en estos momentos, la más alta en medio siglo. O al menos así lo asegura el Presidente de ese país, Donald Trump. "Yo lo decía en discursos y la gente se sorprendía, porque los medios no dicen las cosas como son. No les convenía decirlo. Pero la tasa de asesinatos está en su nivel más alto en supongo que 45 o 47 años", aseguró el martes durante una reunión con alguaciles de condados de todo el país.

El mandatario ya había revelado datos similares en distintas ocasiones de la dura campaña electoral que lo llevó a convertirse en el nuevo inquilino de la Casa Blanca.

Sin embargo, los datos del mandatario contrastan con la información oficial de la Agencia Federal de Investigaciones. Según el FBI, que recopila datos de los departamentos de Policía de todo el país, la tasa de asesinatos en 2015 -el último año del que hay datos disponibles- se mantuvo en 4,9 asesinatos por cada 100.000 habitantes. Esto significa un importante retroceso en el número de crímenes mortales: entre las décadas de 1970 y 1980 y la mayor parte de la de 1990, solían superar los 6 casos por cada 100.000 personas.

No es la primera vez que Trump malinterpreta cifras criminales y tampoco es primera vez que utiliza datos erróneos. La entrega de información falsa ha sido parte de la tónica de su liderazgo, desde que el 20 de enero se instaló en la Casa Blanca, según insiste la prensa local.

Trump también tuvo palabras para describir el aumento de la criminalidad que sí ha tenido la ciudad de Chicago, que en 2016 tuvo la cifra más alta de homicidios (762) desde 1996. El mandatario aseguró que la situación en "la ciudad de los vientos" es peor que en la mayoría de los países de Medio Oriente que están en guerra. Incluso aseguró que dos personas fueron baleadas durante el discurso de despedida de Barack Obama, el 10 de enero. La información, nuevamente fue desestimada por los diarios locales: según los registros policiales, nadie fue asesinado ese día en Chicago.

El lunes Trump volvió a protagonizar un episodio similar. Ese día la Casa Blanca publicó una lista de 78 ataques terroristas perpetrados por el grupo "Estado Islámico" entre 2014 y 2016. El mandatario aprovechó la ocasión y acusó a la prensa de no querer informar de lo que el calificaba como un "genocidio".

"Vieron lo que ocurrió en París y Niza. Está ocurriendo en toda Europa. Ha llegado a un punto en el que ni siquiera se informa de ello", dijo Trump a un grupo de altos mandos militares en Tampa, Florida. "En muchos casos la muy deshonesta prensa no quiere reportarlo. Ellos tienen sus razones, ustedes entienden eso", agregó.

El listado incluyó sucesos ampliamente cubiertos por la prensa como el atentado en Niza, Francia, donde 84 personas murieron el 14 de julio de 2016 y el de Orlando, Florida, donde 50 personas fallecieron en junio de ese mismo año. Esos atentados y la mayoría de los que contenía la lista, fueron cubiertos por diferentes medios de comunicación.

"Escribimos sobre un Presidente que hace una cantidad de afirmaciones erróneas", comentó Glenn Kessler, reportero de The Washington Post que verifica la veracidad de esas afirmaciones.

Pero no sólo Trump ha hecho uso de este tipo de retórica. Una de sus principales asesoras, Kellyanne Conway, también acaparó atención mediática por sus declaraciones al periodista Chris Matthews de la cadena MSNBC. "Entiendo que es información nueva para la gente que el Presidente Obama impusiera un veto de seis meses sobre el programa de refugiados de Irak después de que dos iraquíes llegaran a este país, fueran radicalizados y fueran los autores intelectuales de la masacre de Bowling Green. Eso no fue cubierto", aseguró en momentos en que Trump recibía críticas por su polémico veto migratorio que busca prohibir la entrada temporal a ciudadanos de siete países de mayoría musulmana.

Las declaraciones de Conway causaron estupor por dos sencillas razones. Primero, porque Obama no vetó el programa de refugiados iraquíes y segundo, porque nunca existió una masacre conocida como Bowling Green. Conway ya había llamado la atención por calificar como "hechos alternativos" los números que la Casa Blanca ofreció sobre los asistentes a la ceremonia de investidura, los cuales claramente excedían a los cálculos de la prensa estadounidense.

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