La emotiva celebración de Durant

Kevin Durant, por sobre Stephen Curry, fue el gran protagonista de la triunfal noche de Golden State Warriors. No sólo anotó 39 puntos, sino que fue elegido como el Jugador Más Valioso (MVP, la sigla en inglés de las finales de la NBA. Además logró un éxito que hasta ahora le era inalcanzable pese a su calidad: ser campeón de la liga.

Por eso, su celebración conmovió a todo el mundo, aparte de mostrar su nobleza con un prolonado abrazo con LeBron James, el buque insignia del equipo derrotado. También lo fue por una conmovedora celebración con su madre, Wanda, quien entró hasta la cancha para abrazar una vez a su hijo y también a Curry, quien también postulaba al MVP, pero que compartía la alegría sin dobleces de su equipo, una franquicia que hasta hace pocos años parecía apagada y muy lejana de las grandes celebraciones.

"Lo hicimos" dijo Durant, cuando le preguntaron sin tenía alguna palabra que decir a su madre, quien estaba a su lado mientras era abordado por los reporteros. "Te lo dije cuando tenía ocho años. Lo hicimos", para luego explicar que la verdadera MVP era Wanda, además de agradecer "a todas aquellas personas que me ayudaron a crecer", aludiendo a su formación en la zona de donde es originario (Maryland, Virginia y el Distrito de Columbia).

Para Durant, además, significó un paso muy especial pues se convirtió en el tercer jugador que gana el trofeo para el mejor en su primera temporada con el equipo campeón desde 1969. En 1983 lo hizo Moses Malone con los Philadelphia 76ers y en 1983 lo logró Earvin Magic Johnson, como debutante en los Lakers 1980.

Se puso también a la altura de otros dos gigantes, pues se sumó a Wilt Chamberlain y Michael Jordan como máximo anotador y campeón en la misma temporada.

"Yo estoy tan feliz de ser parte de eso, hombre. No puedo esperar para celebrar con mis compañeros en los vestuarios", le dijo al periodista de ABC (cadena dueña de los derechos básicos de transmisión) luego de que recibieran el trofeo y los anillos individuales que los acreditan como campeones.

"No pude dormir durante dos días," admitió Durant. "Estaba ansioso, estaba nervioso, sólo quería ponerlo todo ahí. Hemos luchado, pero lo hemos hecho, somos campeones y estamos celebrando en nuestra casa".