Historiadora británica asegura que obras de arte hechas por hombres cuestan diez veces más que las de mujeres

"Es la diferencia de valor entre hombres y mujeres más impactante que he encontrado en cualquier sector”, comenta la artista y curadora Helen Gorrill, en las declaraciones recogidas en The Guardian. Lee aquí el análisis.


Se llama Helen Gorrill, es una artista, curadora, feminista e historiadora del arte británica. Y en una entrevista reciente con el periódico The Guardian dio cuenta de un revelador dato: las obras de arte realizadas por hombres cuestan diez veces más que las que llevan la firma de mujeres.

En 2020, Gorrill dio cuenta de su análisis en un libro titulado Women Can’t Paint (Las mujeres no saben pintar). Revisando el precio de 5.000 cuadros vendidos en todo el mundo llegó a la conclusión: “Por cada libra que gana un artista masculino por su obra, una mujer obtiene apenas 10 peniques. Es la diferencia de valor entre hombres y mujeres más impactante que he encontrado en cualquier sector”, comenta en las declaraciones recogidas en The Guardian.

Helen Gorrill.

De hecho, la británica asegura que en rigor, hay pocas diferencias estéticas en la pintura de hombres y mujeres, pero que el arte de los hombres se valora hasta un 80% más que el de las mujeres.

Es más, Gorrill señala otro dato impactante: mientras que el valor de una obra de un hombre sube si él la ha firmado, el valor de una obra de una mujer cae si ella lo ha hecho. “Eso es absolutamente alucinante”, señala al The Guardian.

Para ella, esto ocurre porque es un engaño del mercado: “Da la impresión de que los artistas masculinos son mucho mejores que los femeninos”.

Las cifras

Si se aterriza en los números duros, se observa que es una realidad de la causa. El cuadro más caro de todos los tiempos -Salvator Mundi, de Leonardo da Vinci- alcanzó los US$450 millones; en tanto, el fresco más costoso de una artista femenina, Georgia O’Keeffe, llegó a los US$ 44,4 millones. Casi diez veces menos.

Salvator Mundi, de Leonardo da Vinci.

Llevando los fríos números a los artistas vivos, la tendencia se mantiene. Por el lado masculino, Jeff Koons es quien ha alcanzado la cifra de venta más alta, con 91 millones de dólares; en tanto, por las mujeres, es Jenny Saville, con 12,5 millones de dólares. Casi diez veces menos.

Frances Morris, directora de Tate Modern, asegura sobre el hecho: “A las mujeres artistas les ha ido muy mal porque ha habido una colusión inconsciente entre el mercado, la historia del arte y las instituciones. A todo el mundo le falta confianza, todo el mundo busca confirmación. Así que ha habido una especie de historia confirmatoria, que podrías llamar el canon. Y, por supuesto, la convención y la historia fueron enmarcadas por el patriarcado”, asegura al Guardian.

Helen Gorrill agrega que la desigualdad se refleja también en las colecciones de los museos. En una columna con el mismo medio, en 2018, dio como ejemplo a la Tate Gallery de Londres. “Si bien la Tate parece tener un límite del 30 % en la colección de artistas femeninas, su asignación de presupuesto anual es aún peor, con tan solo un 13 % gastado en obras de artistas femeninas en los últimos años. Esto perpetúa el dominio de los artistas masculinos en las colecciones y suprime el valor del trabajo de las mujeres”. Lo curioso, añade, es que en los últimos años las mujeres representan el 70% del cupo en las facultades de arte. Sin duda, un tema que sigue abierto.

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