Con el impacto de El Niño: informe de la Dirección Meteorológica anticipa cómo será el verano en Chile

El Niño haciendo de las suyas: Informe de la Dirección Meteorológica anticipa cómo será el verano en Chile

El último pronóstico trimestral de la Dirección Metereológica de Chile adelantó por por primera vez cómo estará el tiempo en enero 2024 y los expertos prevén que la situación se replicará en los años.


Las olas de calor que recientemente se dejaron sentir en Europa, China y Estados Unidos solo puede significar una cosa para nuestro territorio: un verano caluroso. Debido a la presencia de El Niño y al calentamiento global en gran parte de planeta, las temperaturas extremas en verano han superado todos sus récords, y es muy probable que las máximas en nuestro país también lleguen a máximos históricos.

La Dirección Meteorológica de Chile (DMC) liberó su último boletín: Pronóstico Estacional trimestre Noviembre-Diciembre 2023 - Enero 2024 (NDE), donde revela detalles de cómo culminará el año (noviembre y diciembre) en materia climática, y por primera vez, entrega detalles de cómo comenzará el próximo año (enero). Señala que se será una estación seca en Santiago y la zona central, las temperaturas mínimas serán normal o sobre lo normal, mientras que las máximas sobre lo normal.

El impacto de El Niño: informe de la Dirección Meteorológica anticipa cómo será el verano en Chile

Bajo esos antecedentes, para el próximo verano en Chile se pronostica que los termómetros superarán, incluso, los 43°C en la zona centro-sur del país, cifra que si se concreta sería la más alta registrada en sectores poblados.

Pablo Rojas, investigador del Instituto Interamericano del Desarrollo Sostenible (IIDS) de la U. Autónoma explica que “este fenómeno se atribuye a la combinación de varios factores atmosféricos, entre ellos, la presencia de un sistema de alta presión persistente sobre la región, que actúa como un bloqueo atmosférico. Este bloqueo impide la entrada de sistemas frontales que normalmente traerían condiciones más frescas, contribuyendo así al aumento sostenido de las temperaturas”.

Durante los últimos años, e incluso la última década, se ha extendido la estación de verano, debido a altas temperaturas y constantes olas de calor, quitándole cada vez más días en el calendario al otoño, lo que hace pensar también en un futuro con solo dos estaciones, es decir, verano e invierno.

“No es una sorpresa que la Dirección Meteorológica de Chile pronostique un verano caluroso. Los veranos son cada vez más cálidos en Chile, debido al empuje del calentamiento global. Este próximo verano, además, estará marcado por El Niño que también empuja al alza las temperaturas. La combinación del calentamiento global y el niño hacen prever un verano con temperaturas potencialmente récord y una temporada incendios forestales activa”, comenta Raúl Cordero, académico de la Universidad de Santiago.

Con la llegada de El Niño, este 2023 será no solo en Chile, “sino a nivel global, uno de los años más cálidos de la historia”, advirtió Cordero anteriormente en Qué Pasa.

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DMC anticipa cómo será el verano en Chile

Según el último informe trimestral de la DMC se observará un enero 2024 más caluroso con las temperaturas máximas sobre lo normal (+28ºC) en la zona central y norte del país, descendiendo recién a la altura de Osorno, esto influenciado por el fenómeno del Niño y el cambio climático.

“El pronóstico estacional emitido por la Agencia Oceanográfica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA) prevé que El Niño persista, al menos durante el primer semestre del próximo año, eso significa que sus efectos marcarán todo el verano austral”, señala el climatólogo Cordero.

El Niño está asociado con el debilitamiento de los vientos alisios del este y el movimiento de agua cálida desde el Pacífico occidental hacia la costa occidental de las Américas. Se declara El Niño cuando la temperatura de la superficie del mar se calienta significativamente, a veces hasta 2 ℃. Este calor adicional a su vez calienta la atmósfera durante los años de El Niño, este calentamiento contribuye a un aumento temporal de la temperatura global en una fracción de grado.

De acuerdo al pronóstico de la NOAA, este escenario se extenderá hasta el próximo año, pues existe al menos un 50% de probabilidades de que el fenómeno persista hasta mediados del próximo año (2024).

Para el resto de febrero se espera que el calor continúe. “Las proyecciones indican que las condiciones de calor persistirán. Se espera que la influencia de sistemas climáticos, como el mencionado bloqueo atmosférico, mantenga las temperaturas por encima de los promedios históricos. La falta de cambios significativos en estos patrones meteorológicos sugiere que el calor continuará siendo una característica predominante en el clima durante este período”, señala Pablo Rojas del IIDS.

Raúl Cordero tiene la misma opinión: “Cinco de los veranos más cálidos registrados en la capital han ocurrido en la última década. Es probable que el próximo verano se añada a esa lista”.

Si bien el informe no indica necesariamente una tendencia a largo plazo, es importante tener en cuenta que los cambios climáticos globales pueden influir en la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos, explica Rojas. Esto podría traer grandes consecuencias al ecosistema, como intensificar los incendios forestales, las sequías, la disponibilidad de agua potable e incluso podrían aumentar las muertes por golpes de calor y deshidratación.

La DMC registra que de las diez temperaturas más altas jamás registradas, seis ocurrieron en la última década. En Santiago, 38,3°C fueron establecidos hace apenas cuatro años en la capital en enero de 2019.

2802/2023 CALOR EN CENTRO DE SANTIAGO FOTO: MARIO TELLEZ / LA TERCERA

El 2023 fue uno de los años en que los desastres naturales más golpearon a Chile. Solo en verano los incendios forestales arrasaron con 416.000 hectáreas en ocho regiones del país, siendo catalogada como la segunda peor temporada desde que se tiene registro. Y si el fuego fue el enemigo a inicios de año, el agua lo fue meses después: las lluvias de junio y agosto dejaron a más de 50 mil personas damnificadas debido a inundaciones, socavones y desbordes de ríos que -incluso- dejaron a pueblos completos bajo el agua.

Desde el 1 de julio (fijado como el inicio de la temporada) a la fecha, se han registrado 35 incendios de ese tipo a lo largo del país, arrasando 407,67 hectáreas. Un total de 1,7 millones de hectáreas se quemaron en la última década, triplicando las cifras de la década anterior. Seis de las siete temporadas de incendios más destructivas en Chile ocurrieron desde 2014, dijo Cordero anteriormente en Qué Pasa.

“La comunidad debe estar preparada para eventos climáticos extremos y tomar medidas preventivas, especialmente en periodos de calor intenso. La colaboración entre autoridades, científicos y la población es clave para enfrentar los desafíos que presenta el clima en la actualidad”, dijo Rojas.

“Aunque eventualmente El Niño remitirá, hay que tener claridad que ese no es el caso del calentamiento global. Por lo tanto, los veranos futuros será inevitablemente peores y los récords de temperatura que probablemente se establezcan en el próximo periodo estival serán rotos más pronto que tarde”, advierte el climatólogo Cordero.

Un verano con altas temperaturas en Chile

En estos meses de primavera el clima ha sido bastante cambiante. Días con altas temperaturas e intenso calor se entremezclan con días fríos. Los primeros hacen pensar que el verano se acerca cada día más, mientras que los segundos, nos vuelven a aterrizar en el invierno.

En el boletín de la DMC señalan que la primavera terminaría con tardes más cálidas de lo normal en el Norte y Centro-Sur de Chile. Esta situación climática se justifica por el fenómeno de El Niño y el Anticiclón del Pacífico, fenómenos que “chocan” y generan una inestabilidad en el tiempo y el clima, con días fríos, calurosos, secos o lluviosos.

El Anticiclón del Pacífico produce todo lo contrario al fenómeno de El Niño. Trae vientos fríos desde el Polo Sur, acompañado de precipitaciones. Cuando se aleja, permite que El Niño haga su trabajo y así vuelvan a subir los termómetros. Esta disputa, en la práctica, presenta días con mañanas frías y algo de nubosidad o niebla, mientras que a medida que avance la jornada, sube la temperatura.

“Hemos tenido meses de septiembre, octubre e inicios de noviembre relativamente lluviosos, como no se había observado desde que comenzó la larga e intensa sequía”, señala Cordero. Con 77 mm de agua caída, septiembre se convirtió en el “septiembre” más lluvioso de los últimos 23 años en la capital, y el cuarto con más agua caída desde que existe registro según la Dirección Meteorológica de Chile (DMC). Por su parte, octubre finalizó como uno de los “octubres” más fríos de los últimos años.

El actual mes de noviembre también comenzó con días considerados muy fríos, puntualmente, la mañana más fría desde 2010, cuando se registraron 3,6 °C. Históricamente, durante la segunda quincena de octubre y sobre todo en noviembre, en Santiago y parte importante de la zona central, se registraban días cálidos. Sin embargo, este 2023 no ha sido “convencional”, ya que el calor aún no se presenta como estábamos acostumbrados años atrás. Aunque esto último podría comenzar a cambiar en los próximos días.

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