En su último informe trimestral, el Consejo Fiscal Autónomo (CFA), organismo de carácter técnico y consultivo, verificó que la metodología y los procedimientos utilizados por la Dipres para el cálculo del ajuste cíclico de los ingresos efectivos para 2022-2027 se ajustan a las normas establecidas en el Reglamento de Balance Estructural.

En un documento de 25 páginas, el CFA -que tiene como mandato contribuir al manejo responsable de la política fiscal del Gobierno- analizó “los supuestos y resultados para el cálculo del Balance Estructural proyectados por el gobierno en el más reciente Informe de Finanzas Públicas (IFP), correspondiente al tercer trimestre de 2022.

Y pese a verificar que la trayectoria del gasto compatible con la meta de Balance Estructural “va en línea con una senda de convergencia fiscalmente sostenible” , el informe advierte que la trayectoria del gasto “presenta desafíos al implicar recortes de gasto en varios años del período”.

En particular, el informe apunta que las proyecciones anuales de crecimiento del gasto “muestran un fuerte aumento en 2024, seguido por caídas entre 2025-2027″. Agrega que el gasto compatible con la meta registraría un aumento de 6,9% real en 2024 respecto de la proyección de 2023, lo que se explica por el incremento de 8,7% real que experimentarían los ingresos estructurales.

Citando las proyecciones de la Dirección de Presupuestos (Dipres), el organismo que elabora el IFP, el CFA advierte que “el aumento de dichos ingresos en 2024 está dado principalmente por la mayor recaudación tributaria efectiva del Impuesto Declaración Anual de Resto Contribuyentes (18,7% real), como consecuencia de la reversión de las medidas tributarias del Acuerdo Covid. Luego de ello, el gasto compatible con la meta comenzaría a disminuir desde 2025 en adelante, a un ritmo promedio de 0,7% real anual.

Ante esta situación, el CFA remarcó sobre “la necesidad de que los escenarios alternativos de proyección de mediano plazo consideren simulaciones de mayores niveles de estrés en sus variables claves, con el objetivo de incorporar algunos de los riesgos que enfrenta la política fiscal en el mediano plazo (por ejemplo, un menor precio del cobre o un menor crecimiento tendencial, entre otros)”.

En su informe, además, el organismo que preside Jorge Rodríguez indica que “la proyección de crecimiento económico para 2023 del Ministerio de Hacienda es algo más optimista que la de otras instituciones de referencia”. De acuerdo a las cifras, el ministerio estima una caída del PIB de 0,5%, a diferencia del Banco Central (BCCh) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que prevén un crecimiento de -0,5%/-1,5% y -1,0%, respectivamente.