Empresarios debaten mecanismos para lograr una cultura de la integridad

Imagen Encuentro de Trabajo CPC 133

El consenso fue claro. La importancia de avanzar en una estrategia que les permita ser sostenibles en el tiempo, frente a una sociedad cada vez más exigente. Mayor transparencia, inclusión y directorios más diversos es la hoja de ruta que 25 empresarios trazaron para lograrlo.




"Encuentro de Trabajo para la Cultura de la Integridad Empresarial". Este fue el nombre escogido para la reunión que se llevó a cabo el jueves pasado en la casona de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC). Se trató de una cita privada, organizada por Generación Empresarial, CPC y PULSO, a la que asistieron unos 25 empresarios y altos ejecutivos.

"Generar cultura significa generar algo que va mucho más allá de lo que estamos haciendo con algunas medidas en nuestras empresas o instituciones, sino que significa meterse a las raíces de nuestras organizaciones" , fueron las palabras con que el presidente de la CPC, Alfonso Swett, dio inicio al encuentro. El objetivo central fue abordar y diseñar acciones sobre cómo instalar en las compañías una cultura de la integridad que permee los procesos corporativos. Este es, además, el puntapié inicial a una serie de reuniones que se llevarán a cabo durante el año.

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Los propósitos para fomentar una cultura de la integridad, las acciones concretas que están haciendo en sus respectivas organizaciones, las falencias que pueden significar un riesgo para la integridad de la organización y cómo impulsar una cultura de integridad, considerando errores del pasado y desafíos futuros, fueron los temas que tuvieron que resolver y discutir los invitados, que se organizaron en grupos de trabajo. Luego cada equipo expuso sus conclusiones, instancia en cual los directivos tuvieron el espacio de discusión y reflexión.

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El consenso entre los equipos fue claro: la importancia de avanzar hacia una cultura de la integridad. Pero de una manera concreta, no solo en los discursos. ¿Qué propósitos los mueve a fomentar una cultura de integridad en la gestión corporativa? Ser sostenibles en el tiempo, fue una de las conclusión a la que llegaron los grupos de trabajo.

"Los ciclos de vida son cada vez más cortos y nuestra responsabilidad es superar estos ciclos de vida", expuso Nicolás Majluf, director de Sodimac, ante los asistentes. "Si no lo tomamos en serio, la sustentabilidad de nuestras empresas está en riesgo", coincidió Nicholas Davis, presidente de EuroAmerica. También José Antonio Garcés, director de Banco Consorcio. "Si no hay integridad, no sobrevivimos", indicó.

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En el diagnóstico, los empresarios coincidieron en que las empresas, más allá de generar utilidades, tienen un rol social, que hoy la comunidad se los está exigiendo cada vez con mayor fuerza. Hoy, concluyen, el peso del riesgo reputacional, en algunos casos, es más importante que el peso de los riesgos financieros.

"Nos dedicamos a producir utilidades, a tener Ebitda, y esas eran las compensaciones de nuestros ejecutivos, y fue algo sumamente exitoso en nuestro país, totalmente necesario, pero en algún minuto la sociedad nos sacó una tarjeta naranja. Lo que nos exigen hoy no es un modelo legal, es un modelo moral, y nosotros tenemos que entender ese modelo e ir hacia allá", reconoce Davis.

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Dos fueron las principales falencias que identificaron los directivos. En primer lugar, que desde el discurso haya un cambio real. Cómo comunicar hacia la administración desde los altos cargos, dando el ejemplo desde arriba, y permear eso a toda la compañía, es la tarea que identificaron.

"Nosotros tenemos no solamente que hablar, sino que vivir estos valores. Probablemente la cosa más importante que podemos hacer es un incorporamiento directo de nosotros mismos con lo que está pasando", indicó Manuel Olivares, gerente general de BBVA Chile.

Otro punto identificado fue el de los incentivos, donde el no entender la importancia de la reputación de la compañía los ha perjudicado. "Se deben considerar en esos KPI o bonos, también las habilidades blandas y no sólo las duras", propuso la vicepresidenta de SMU, Pilar Doñabeitía.

Inclusión laboral y transparencia son las medidas concretas que quieren impulsar para avanzar hacia una cultura de integridad en sus organizaciones.

Respecto a la primera se habló de integrar a toda la empresa, incorporando a personas de distintas capacidades; además de tener directorios que no sean homogéneos y con visiones más diversas. "Debemos impulsar a que sean más diversos, ya que eso te agrega mucho valor a la compañía", señaló Doñabeitía.

A su vez, aseguraron que la transparencia es clave para avanzar hacia una comunidad más inclusiva, y plantearon la necesidad de mejorar la comunicación con sus trabajadores.

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