Otra señal de que la construcción no repunta: colocaciones de factoring no bancario en el sector caen siete puntos en un año

Ricardo Schliebener.

Respecto de lo ocurrido en Primus Capital, Ricardo Schliebener, presidente de Empresas de Servicios Financieros, gremio que agrupa a los factoring no bancarios, sostiene que "ellos son los únicos responsables de lo que les pasó y probablemente las debilidades que puedan haber tenido sus gobiernos corporativos, no la industria”.


El deterioro del sector construcción en 2022 sigue percibiéndose en 2023. Así lo reflejan las cifras de Empresas de Servicios Financieros (EFA), gremio que agrupa a 22 empresas de factoring no bancario del país, que suman colocaciones por US$837 millones.

Ricardo Schliebener, presidente del gremio, sostiene que a nivel global, durante el primer trimestre la industria ha registrado “un aumento importante en los flujos de los negocios, lo que conversa con la información que publicó la ABIF, donde había 17%-19% de disminución en los créditos de las pymes. Es válido entender que esa demanda debe financiarse en otro lado, y van necesariamente a las instituciones financieras no bancarias. Eso puede explicar que en en los primeros tres meses del año haya habido un aumento en el año a año de nuestras colocaciones de 12,29%”.

En todo 2022, el alza en los flujos de financiamiento se expandió 25%, mientras que el stock de la cartera avanzó sólo 0,46%. “Eso también habla de la calidad de la cartera y conversa con los niveles de mora, que no cambian de manera importante de un año a otro”, agrega.

En esa línea, Schliebener comenta que “la economía se ha estado deteriorado con sectores más golpeados que otros, y hay un efecto en la mora. Hemos tenido un pequeño incremento en ese sentido, pero quiero destacar que esa variación es bastante menor a lo que ha pasado en las otras industrias. En marzo de 2022 la mora total era 10,9%, y a marzo de este año es 11,22%, hay un incremento pero no es grave”.

Si bien los niveles de impagos se han mantenido relativamente acotados, el mayor impacto ha sido en el sector construcción, industria que ha incidido en la subida, “claramente esa diferencia está influenciada por el mundo de la construcción”, dice el presidente del gremio.

Al respecto ,detalla que “en el último año hemos visto un deterioro en distintos sectores, pero en general es un aplazamiento de pagos, porque muchos que estaban en torno a los 30 días se han ido aplazando a los tramos de 30-60 días, entonces en ese sentido el producto nuestro se ha comportado de una manera muy resiliente”.

La preocupación por la construcción

Si bien los impagos parecen acotados, según Schliebener, la industria de la construcción es motivo de seguimiento.

Según cuenta, el factoring es “es una industria atomizada, donde los principales componentes siempre han estado en la construcción, proveedores de la minería, agricultura y comercio. Los que más vienen a pedir financiamiento son los relacionados con la construcción, lo que no significa que se atiendan a todo, pero ha aumentado mucho más su necesidad y eso conversa con lo que está ocurriendo con ese sector. Por eso, es una de las industrias que ha ido disminuyendo su peso. Este sector en las carteras de nuestros 22 asociados, pasó de 23% en diciembre de 2020, a un 21% en marzo de 2022, y un 16% en el tercer trimestre de este año”.

¿Qué explica la aversión a esa industria? “El riesgo financiero que tiene el sector. Ese circuito está asociado a las inmobiliarias, que es el conjunto más afectado. La baja en los créditos hipotecarios ha impactado muchísimo, y eso golpea las ventas, aumentan los stock inmobiliarios,. La construcción ha perdido dinamismo, esto ha sido principalmente por riesgo financiero”, dice Schliebener.

A marzo, el principal sector financiado en las carteras del factoring no bancario es comercio, que representa un 18% de las colocaciones, seguido por construcción (16%), agricultura (12%) e industria manufacturera (11%).

No obstante, el presidente hace una distinción: el sector de la construcción ligado al habitacional es el que se está resintiendo, mientras que obras civiles e infraestructura no registra mayor variación.

El caso de Primus Capital

Un aumento de capital por $20 mil millones acordó Primus Capital en mayo pasado, esto en respuesta al hallazgo de operaciones de factoring respaldadas con cheques bancarios falsos eran parte de un esquema destinado a defraudar a la compañía.

La situación de la compañía controlada por Raimundo Valenzuela no es ajena al gremio, y según Ricardo Schliebener “es lamentable cuando pasan estas cosas”.

“Se han producido casos lamentables en la industria del factoring que de alguna manera han afectado o podrían afectar la imagen pública esta industria. Es una industria que ha trabajado mucho para ganarse un espacio dentro de la economía”.

En particular, sobre lo ocurrido con Primus, sostiene que “aparentemente (es) una estafa, pero también habla de cosas complejas, de elementos de control no menor, son cifras importantes sobre las carteras, también está ese componente. Estos son casos aislados y eso debe quedar claro. Ellos son los únicos responsables de lo que les pasó y probablemente las debilidades que puedan haber tenido sus gobiernos corporativos, no la industria”.

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