VIH en Chile: personas en tratamiento aumentan en un 34% entre 2012 y 2015

Alza se debe al incremento en el universo de diagnosticados y de quienes entran a control. Los mayores de 50 años son otro grupo de riesgo: entre 2010 y 2014, los casos crecieron un 87%.




El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) mantiene en alerta a la comunidad médica por sus características mortales y crónicas. En Chile los casos van en alza: entre 2012 y 2015, la población en tratamiento que se atiende en el sector público aumentó un 34%.

Así lo indican datos del Departamento de Estadísticas e Informaciones (Deis) del Ministerio de Salud (Minsal). Mientras en 2012 la población en control en este sistema era de 17.496 personas, el año pasado el número subió a 23.884, con un aumento importante en el caso masculino, que creció de 14.454 a 19.648, o sea un 36% (ver infografía).

El alza obedece al incremento de quienes ingresan a los programas como de aquellos que se contagian. Según Edith Ortiz, encargada de VIH del ministerio, la tendencia se debe al “aumento en los nuevos casos que se diagnostican y notifican, y a una disminución de la mortalidad por sida, lo que en la práctica hace que el número de personas en control y tratamiento sea mayor”.

Según el Minsal, la prevalencia en la población es de 0,2%, mientras que la tasa de casos notificados es de 15,4 por cada cien mil habitantes, siendo el principal grupo afectado el que está  entre los 20 y 39 años. Además, los mayores de 50 años se han vuelto otro grupo de riesgo, ya que el número de casos en 2010 fueron 65, mientras que en 2014 subió a 122, con un crecimiento de 87,6%.

Para Carlos Pérez, infectólogo de la Red UC Christus y académico de la U. Católica, actualmente “a todo paciente identificado con la infección se le está iniciando el tratamiento, ya no se está esperando a que avance la enfermedad, por lo que ha subido el número de pacientes que están en control”. Añade que en el sistema privado se atienden otras cinco mil personas.

Sin embargo, a pesar del alza, Chile mantiene una prevalencia relativamente baja respecto de Latinoamérica. Estimaciones realizadas por el programa Conjunto de Naciones Unidas para el Sida muestran que el país se ubica sexto en términos de contagios, luego de Brasil, Colombia, Venezuela, Argentina y Perú, pero por sobre  Ecuador, Bolivia, Paraguay y Uruguay.

Respecto de las personas  que podrían portar el virus, pero que no se han realizado el examen de detección, Pérez afirma que “no se ha detenido la transmisión del virus, y hay un delta de personas infectadas no diagnosticadas importante, por lo menos, unas 20 a 25 mil personas”.

Asimismo, los decesos por VIH también han subido. Según las Estadísticas Vitales del Instituto Nacional de Estadísticas, las muertes aumentaron de 472 en 2011 a 506 en 2014, es decir, un 7,2%.

Políticas públicas

El incremento se debería, también, a que aún existe desconocimiento de la enfermedad y a barreras para acceder al diagnóstico. Alejandro Afani, inmunólogo y académico de la Universidad de Chile, explica que “los grupos en riesgo no se acercan a los consultorios u hospitales, no acuden espontáneamente a hacerse el examen, dado que existe un obstáculo de distancia entre el examen y la población”.

Afani añade que es necesario “destrabar todas las barreras que existen en el diagnóstico, aumentando la oferta para acceder a él, y estrategias focalizadas en las poblaciones que están en riesgo”. Sobre esto, Ortiz dice que uno de los ejes en los que se trabaja es el de la actualización “de la Norma para el Diagnóstico de Laboratorio de la Infección por VIH, a publicarse en diciembre, donde se regula e instruye la promoción y el acceso al examen en distintas poblaciones”. Agrega que se les ha indicado a las seremis que “desarrollan iniciativas en poblaciones más vulnerables al VIH, que deben estar centradas en la educación para el uso correcto del preservativo, la promoción del examen y la prevención”.

Según Pérez, “el ministerio debe revisar la situación de cada servicio de salud y ver si es necesario aportar mayores recursos para financiar la contratación de más profesionales”, esto debido a que “existe déficit de recurso humano y, por tanto, hay una necesidad de cumplir. Además, la provisión de medicamentos, aunque es adecuada, el abastecimiento ha sido más limitado, porque han aumentado más de lo presupuestado los pacientes”.

Para María Luz Yaconi, presidenta ejecutiva de la Fundación Savia, que promueve campañas de prevención, aunque realiza un balance positivo de lo que ocurre en Chile, sostiene que “es preocupante el silencio que se ha producido en los últimos años, y me refiero a la disminución de iniciativas en  prevención por parte del Estado y también desde las organizaciones de la sociedad civil”.

En mayo se constituyó la Mesa de Participación Nacional en VIH, en la que trabajan organizaciones civiles y el Minsal. “Hay un compromiso mundial de erradicar el sida al 2030. Esto no sólo involucra a los profesionales de la salud, sino que a la sociedad entera, porque significa mayores avances en aspectos culturales”, finaliza Yaconi.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.