Nueva ley obliga a directores de sociedades anónimas y corredoras a optar entre cargos




El 1 de enero de 2010, varios hombres de negocio deberán haber tomado una decisión: quedarse en el directorio de una corredora de Bolsa o permanecer en la mesa de una sociedad anónima abierta. Ambas cosas, a partir de esa fecha, serán incompatibles.

La nueva ley de gobiernos corporativos de empresas privadas, promulgada la semana pasada por la Presidenta Michelle Bachelet, hará que  ejecutivos como Francisco Pérez Mackenna (Grupo Luksic), Pablo Yrarrázaval (Enersis), Gonzalo Menéndez (Grupo Luksic), José Miguel Barros (LarrainVial) y Jorge Errázuriz (Celfin), por nombrar algunos casos, deban optar por estar en el directorio de una intermediadora bursátil o en otras empresas. Algunos ya decidieron y abogados y agentes financieros dicen que la opción será clara: optarán por las sociedades anónimas.

La nueva iniciativa legal amplía el espectro de personas que no pueden ser directores de una sociedad anónima abierta o de sus filiales. Antes, la Ley 18.046 sobre sociedades anónimas contemplaba que los senadores, diputados, ministros y funcionarios de la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS), así como corredores de Bolsa, agentes de valores, jefes de servicios no podían ser directores de una S.A.

La nueva normativa amplía la prohibición. Entre otras personas, el nuevo artículo 36 menciona a "los corredores de Bolsa y los agentes de valores, así como sus directores, gerentes, ejecutivos principales y administradores". La restricción no se aplicará a los directorios de las bolsas de valores, donde los corredores nominan representantes.

La legislación agrega que el "director que adquiera una calidad que lo inhabilite para desempeñar dicho cargo o que incurriere en incapacidad legal sobreviniente, cesará automáticamente en él".

En los registros públicos de la SVS, al menos 10 directores tienen la doble condición. Por ejemplo, Francisco Pérez Mackenna hoy es director tanto de Banchile Corredores de Bolsa como de CCU, Telefónica del Sur, Madeco y el Banco de Chile. José Miguel Barros, socio y director de finanzas corporativas de LarrainVial, integra la mesa directiva de la corredora de Bolsa del banco de inversión y también está en Multiexport, Hites y la empresa proveedora de servicios de telecomunicaciones Stel Chile S.A. Gastón Cruzat es director de Munita Cruzat & Claro Corredores de Bolsa y, a su vez, integra la mesa de Almendral, matriz de Entel. Y Jorge Errázuriz, quien está en Celfin Corredores de Bolsa, también pertenece a la mesa de Laboratorio Andrómaco y del retailer Casa & Ideas.

PRESUPONE MALAS INTENCIONES
Pablo Yrarrázaval, presidente de Enersis y de la Bolsa de Comercio de Santiago, es, según los registros de la SVS, socio y administrador de Yrarrázaval y Compañía Corredores de Bolsa, de la que posee el 16%. "Voy a renunciar a la administración de la corredora, eso tiene que estar listo antes del 1 de enero. Yo soy socio de la corredora y tengo poderes de administración a los que renunciaré, por lo tanto, dejo de tener esos poderes y se soluciona el problema". A juicio de Yrarrázaval, la nueva legislación "restringe y presupone malas intenciones por parte de los corredores de Bolsa, que es gente absolutamente honesta". Lo anterior es recogido por otros actores de la plaza, que ven en la nueva ley una "obsesión" por parte de la autoridad respecto del tema de la información privilegiada.

"Estados Unidos es el país que tiene más legislación al respecto y hay que ver qué pasó. Nosotros no hemos tenido tantas legislaciones y tampoco hemos tenido tantos problemas. Entonces, que la autoridad presuma y quiera anteponerse me parece un poco exagerado", agregó Yrarrázaval. Un alto ejecutivo de una corredora dice que la normativa "viola derechamente los derechos de trabajar y coarta la libertad de las personas", y cuestiona que una nueva figura -como el ejecutivo principal- restrinja el campo de acción de los agentes del mercado bursátil.

No lo cree así el director de estudios jurídicos de Libertad y Desarrollo, quien participó en la elaboración de la ley, Axel Buchheister. "A nosotros nos pareció razonable el planteamiento del gobierno de que ahí había un margen de situaciones que se podían prestar para conflictos de interés y uso de información privilegiada y, por lo tanto, era mejor separarlo. Esa norma fue aprobada por unanimiadad", dijo.

Desde el Banco de Chile, cuya corredora tiene a tres directores que también están en otras sociedades anónimas, expresaron que analizan los alcances de la ley para definir cursos de acción. La SVS, consultada por los efectos de la nueva ley, declinó pronunciarse.

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