Los sectores duros tras la negociación

Desde el viernes de la semana pasada, cuando en el gobierno se apostaba por un inminente acuerdo que pusiera término al conflicto en Aysén, han cobrado relevancia y notoriedad los grupos más radicales del movimiento, quienes habían trabado el reinicio del diálogo.

Mientras la semana pasada fueron los principales líderes del gremio de los camioneros los que se oponían a acceder a las exigencias del Ejecutivo de un desbloqueo total de los principales caminos y rutas de la XI Región, esta semana, el mapa de fuerzas se ha reordenado y nuevas caras asumieron las posturas más radicales del movimiento.

Así, mientras el lunes los camioneros se abrieron a deponer las tomas en los caminos y permitir el abastecimiento de la zona, a dirigentes pesqueros que anteriormente no habían adquirido visibilidad, como Honorino Angulo y Renato Flores, se les sindicaba como los responsables de la dilatación de una solución al conflicto.

Un rol importante en las tratativas de los últimos días entre dirigentes y representantes del gobierno para retomar las negociaciones lo ha tenido también la alcaldesa PS de Puerto Aysén, Marisol Martínez. Además de la incursión que ha tenido el obispo de Aysén, Luis Infanti, quien ha criticado la actuación del gobierno. Otro personaje relevante ha sido el vocero de Patagonia Sin Represas, Patricio Segura.

Si bien Iván Fuentes y Misael Ruiz lideran públicamente el Movimiento por Aysén, Honorino Angulo -presidente de la pesca artesanal- y Renato Flores han presionado fuertemente a Fuentes y Ruiz con el argumento de no acceder al desbloqueo total. Ambos tienen una historia de rivalidad con los rostros de la mesa.

El presidente de la Asociación de Camioneros de Coyhaique es considerado el más radical de los dirigentes y ha sido de los defensores del bloqueo como medida de presión. Este vetó la gestión de los parlamentarios de Aysén para promover el diálogo en La Moneda, aduciendo que "no entendieron bien el mensaje".

El presidente de la Asociación de Camioneros de Coyhaique es considerado el más radical de los dirigentes y ha sido de los defensores del bloqueo como medida de presión. Este vetó la gestión de los parlamentarios de Aysén para promover el diálogo en La Moneda, aduciendo que "no entendieron bien el mensaje".

El obispo de Aysén ha apoyado al movimiento desde sus inicios y ha criticado el rol del ministro Alvarez y la intendenta Cuevas. En el gobierno esperaban que Infanti ayudara a solucionar el conflicto y no a radicalizarlo. El obispo, por su parte, ha acusado que se ofreció de facilitador y que en el Ejecutivo le dijeron que "no te queremos de facilitador".

Es periodista, vocero del Movimiento Social por Aysén y activista de Patagonia Sin Represas. Calificado como uno de los radicales, se ha encargado de posicionar el movimiento en los medios y asesorar las vocerías de Fuentes y Ruiz. Sus ejes de trabajo son la regionalización de los recursos naturales y el plebiscito vinculante ambientalista.