Los nuevos aires y desafíos de Feria Ch.ACO

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Tras cinco años en la Estación Mapocho, el princial evento de arte contemporáneo del país renueva energías y se muda a Las Condes, donde estará abierto del 14 al 16 de octubre.




Acercar el arte a un público no habituado, democratizar el circuito y formar nuevos coleccionistas. Ese era el discurso de las directoras de la Feria Ch.ACO en 2009, cuando decidieron desembarcar en la Estación Mapocho, luego de realizar sus primeras dos ediciones en Vitacura. Cinco años duró el impulso, hasta que la histórica estación de trenes diseñada por Emilio Jequier en 1913 se volvió un lugar cada vez menos atractivo para las expectativas del circuito artístico: para algunos, incluso, estaba demasiado lejos del público objetivo que persigue la feria, convertida hoy en el principal evento de arte contemporáneo del país.

"Si bien es cierto que es el mejor recinto de Santiago para hacer un evento, la movilidad social pareciera no ser algo real todavía. Y si bien es cierto, también, que Ch.ACO creció gracias a esa infraestructura, necesitábamos salir de lo conocido y buscar nuevas experiencias", explica la directora ejecutiva de la feria, Elodie Fulton.

Así, la próxima semana, cuando se ponga en marcha la octava edición de esta muestra que va del 14 al 16 de octubre, se hará en un nuevo edificio. Tan nuevo, que todavía no termina de construirse. Ubicado en Las Condes 9765, Las Condes Design será en 2017 un centro comercial dedicado al diseño de interiores, pero por ahora es una obra gruesa de 7.000 metros cuadrados y 250 estacionamientos, que albergará a las 32 galerías locales e internacionales que participan en el encuentro, además de un auditorio y una plaza central donde se realizará un festival de performance a cargo de Mil M2.

Al tiempo que el evento se vuelve itinerante, su estructura comienza a consolidarse con tres nuevas secciones que se proyectan a tres años. "Estamos trabajando para el aniversario número 10, y por eso vemos esta edición como la primera de una trilogía. La feria dura tres días, pero queremos que sus efectos sean más duraderos", dice Fulton.

Además del tradicional espacio para las 32 galerías expositoras, este año debutan tres secciones que por tres años tendrán curatoría definida: Planta, a cargo de Carolina Castro, que reunirá espacios no tradicionales de venta y creación, como Colectivo Atacama o Pasto, un colectivo de Buenos Aires; Focus, curado por la venezolana Cecilia Fajardo-Hill, que invita a ocho galerías y a dos artistas a dialogar sobre un tema especial, esta vez el paisaje en el arte, y Nave de Ediciones, coordinado por Camila Opazo, que será un espacio para mostrar el panorama editorial en torno al arte, con revistas como la chilena Tonic y la brasileña Banca Tatuí.

Entre los invitados internacionales que asistirán y conversarán en la feria están Frederic Paul, curador del Centro Pompidou de París; Agustín Pérez Rubio, director artístico del Malba, de Argentina; Ellie Butrosse, curadora del museo QAGOMA en Brisbane, Australia, y parte del equipo de la Trienal del Pacífico.

Otra de las estrategias que ha venido desarrollando Ch.ACO es el vínculo con la zona Asia-Pacífico: un gran desafío a futuro, ya que por ahora no hay galerías de esa región en la feria. "Es el circuito que nos interesa trabajar, pero los vínculos hay que construirlos de a poco, no es fácil ganar esas confianzas. Por ahora hacemos lazos con embajadores, directores de instituciones, más allá de sólo curadores o galeristas. El arte es clave en el intercambio diplomático y económico de los países, eso falta entender acá. Por eso, también trabajamos la idea de tener el próximo año un país invitado a la feria", dice Irene Abujatum, co-creadora del evento.

Galerías nacionales como Isabel Aninat, Patricia Ready, Isabel Croxatto, Die Ecke y Artespacio son algunas de las infaltables a la cita. Este año compartirán espacio con pares como Gachi Prieto, de Argentina; Baró, de Brasil; L21, de España, y Pepe Cobo, de Perú. En cuanto a las obras en exposición, las habrá de chilenos como Iván Navarro, Enrique Ramírez,Cecilia Avendaño y Voluspa Jarpa, y de extranjeros como Miss Van, David LaChapelle, Marcelo Moschetta y Robert Mapplethorpe.

A diferencia de otros eventos comerciales en Santiago, desde sus inicios la Feria Ch.ACO se enfocó no sólo en la venta de arte, sino también en ser un espacio de discusión y reflexión. ¿Por qué? "Aquí todo está a la venta, incluso las obras que están en las secciones curadas, pero también tenemos contenido, porque vivimos en un país que lo necesita. No queremos que se comparen los eventos. Nosotros somos una feria internacional, no como FaXXI o ArtSantiago. Creo que cada uno hace su pega y la hace bien, pero en términos de feria no nos gusta que el artista sea el que venda su obra. Nuestra feria apoya el galerismo, no se lo salta, porque es una instancia que protege al artista, al comprador e institucionalmente hace más fuerte al mercado. Tampoco es una feria donde se cuelga lo que sobró del año: los artistas y las galerías se preparan para mostrar obras nuevas. Eso lo cuidamos mucho", resume Abujatum.

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