Futbolistas sobre el tendón de Aquiles: "Es una lesión maldita"

La rotura del tendón de Aquiles es una de las lesiones más complicadas que puede sufrir un deportista. En el mundo, hay casos famosos. Por ejemplo, en 2010, el volante David Beckham estuvo seis meses fuera de las canchas producto de esta dolencia cuando jugaba en el Milan. Mientras que el basquetbolista Kobe Bryant tardó ocho meses en volver a la competencia profesional.

En Chile, Alejandro Carrasco vivió este drama dos veces en un mismo año. "Tuve la mala suerte de cortarme el tendón de Aquiles del pie derecho dos veces en 2009. Primero me lesioné jugando ante O'Higgins en febrero. Salté y cuando caí sentí que algo se había roto. Intenté ponerme de pie y no pude. Cinco meses después se me volvió a cortar corriendo en un entrenamiento", recuerda.

El Bocha confiesa que llegó al punto de replantear su futuro. "Ahí dije 'aquí se me acabó la carrera'. Tenía 31 años y tardé 13 meses en volver a jugar", reconoce.

El actual jugador de Everton detalla las secuelas que sufrió. "Es una lesión maldita. Perdí fuerza en la pierna. Uno se da cuenta, porque cuesta recuperar la musculatura de la zona del gemelo, se atrofia. Hay que fortalecer mucho esa zona después. Sin apurar, el proceso de recuperación es de seis meses. No volví a ser el mismo de antes de la lesión, perdí velocidad, ojalá que en este caso a Charles no le pase lo mismo", expresa el futbolista.

Eduardo Rubio coincide en que lo primordial para la recuperación es el fortaleciemiento del gemelo de la pierna afectada, pero dice que en cuatro meses se puede volver. "Tiene que empezar a fortalecer el gemelo, que se atrofia mucho con esta lesión. Pero estando en Alemania no va a tener problemas, porque está rodeado de los mejores médicos y de los mejores lugares para recuperarse. La clave es tener mucha paciencia. A los cuatro meses ya estaba jugando", señala.

El defensa de Agustín Parra, de Santiago Wanderers, está en la fase final de recuperación. "El proceso es lento. La reinserción deportiva comienza a partir del tercer mes. Primero se empieza con bicicleta y a caminar un poco. Hay que ser muy paciente y respetar al pie de la letra el proceso para no sufrir consecuencias después", advierte.