Frans De Waal: "Hemos usado la sicología de los primates para construir nuestras sociedades morales"

Investigador holandés es uno de los primatólogos más importantes del mundo, dedicado a investigador a los chimpancés y bonobos, especialmente.




Cuando se habla del animal que llevamos dentro, por lo general no se piensa en algo bueno, sino en manifestaciones de crueldad o salvajismo. El primatólogo Frans de Waal (Países Bajos, 1948) ha estudiado fundamentalmente a los chimpancés y bonobos, y se cuenta entre los mayores expertos mundiales sobre este simio muy sexualizado, inteligente y muy parecido a los humanos. Pero también ha investigado las raíces del comportamiento moral en otros animales, incluyendo aquel que Aristóteles llamó “político”. Sus conclusiones señalan que la empatía y la compasión están en todos ellos, que no están necesariamente movidos por el egoísmo, como dicta la selección natural.

Desde sus trabajos sobre las alianzas en la política de los chimpancé hasta sus estudios sobre los factores que inciden en el comportamiento cooperativo en el mundo natural, De Waal ha sido una fuerza directriz del renovado interés en las aproximaciones evolutivas a la moralidad, después de que durante un tiempo se consideró evolución y moralidad casi incompatibles.

Actualmente es catedrático de primatología de la Universidad de Emory y director del Laboratorio Yerkes de Primates en Atlanta: allí vive Peony, una vieja chimpancé que padece artritis y está tan vieja que a veces apenas puede moverse, pero a quien otras hembras más jóvenes le ayudan a conseguir comida o le llevan agua.

Si las normas éticas no vienen impuestas desde el cielo ni se derivan de ultrarrazonados principios, sino que surgen de la evolución biológica, De Waal no se ha negado a hacer reflexiones sobre la religión. Las relaciones entre lo natural y lo moral, con todo, siguen siendo su mayor preocupación. Ahora bien, en su artículo Normatividad natural, recogido en el libro Evolved Morality (que él ha editado) recuerda la prevención de ser cautos en inferir códigos morales de la naturaleza (lo que los filósofos llaman “falacia naturalista”: no pasar de un “ser” a un “deber ser”), aunque la distinción dista de ser evidente.

No es tan claro que la biología y el comportamiento animal estén completamente en el lado del “ser”...

Este es un tema complejo. Los filósofos quieren que trazemos una línea entre cómo el mundo es y cómo debería ser. Esta última es la cuestión moral. Pero muchos animales tienen normas de comportamiento y se esfuerzan para lograr los estados de comportamiento ideales (tales como tener buenas relaciones, que es por lo que se reconcilian después de las peleas y comparten los alimentos), de manera que también los animales tienen un “deber ser” en su comportamiento.

¿El humano no es el único animal moral?

Los fundamentos de la moral no son únicamente humanos. No estoy diciendo que los otros animales sean morales, pero tienen tendencias, como la empatía, la cooperación, el sentido de justicia con las cuales hemos construido nuestros sistemas morales. Hemos usado la sicología de los primates para construir nuestras sociedades morales.

El egoísmo rige la selección natural; sólo el fuerte sobrevive. ¿Son simplificaciones excesivas?

Sí, hay muchas maneras de hacer las cosas mejor que otros. El sistema inmunológico, los ojos, la fuerza, son sólo una de ellas. Muchos animales sobreviven mediante la cooperación, de manera que a los mejores cooperadores les va mejor.

Usted ha encontrado evidencia de que la empatía es, de hecho, un impulso natural valioso. 

La empatía proviene de la atención materna, donde es esencial. Así, en los comienzos es definitivamente natural y positiva. Luego, en algunas especies, esa capacidad se propaga a otras relaciones, por lo que se puede sentir empatía por los amigos, por los esposos, incluso por extraños. Pero la empatía es siempre parcial, siempre es más fuerte respecto de las personas que están cerca.

¿Hay pruebas de que los animales tienen “cultura”?

Sí, actualmente hay muchos estudios sobre cómo los animales aprenden hábitos unos de otros o captan conocimiento unos de otros, tales como los chimpancés aprenden a quebrar nueces observando a otros o las ballenas a desarrollar técnicas de caza juntas.

¿Y pueden reflexionar sobre sus acciones o planificar para el futuro?

Hay estudios sobre “viajes en el tiempo”, sobre cómo los animales se relacionan con el pasado y con el futuro, y sí, ellos pueden planificar para el futuro. Por ejemplo, los chimpancés pueden tomar  herramientas horas antes de usarlas, llevándolas a otro lugar donde ellos las necesitan, como piedras o palos.

Su trabajo ha ilustrado las similitudes entre nosotros, humanos, y nuestros parientes primates. ¿Cuál es la más llamativa?

Todas las capacidades relacionadas con la empatía y el cuidado. Pero también todas las capacidades relacionadas con la política, el poder y la competencia. Lo primero que descubrí fue que los chimpancés se reconcilian después de las peleas con un beso y un abrazo. La gente estaba muy sorprendida con esto, pero ahora sabemos de comportamientos similares en muchos mamíferos: delfines, elefantes, perros y otros.

¿Por qué los bonobos son tan aficionados al sexo no reproductivo?

No sabemos por qué utilizan el sexo más que otros, pero es muy efectivo: ellos tienen una sociedad mucho más tranquila que la mayoría de los simios y que la mayoría de los seres humanos.

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