Carles Puyol: "Chile es favorito en la Copa Confederaciones"

En cualquier lista de los mejores defensas del siglo XXI aparece el nombre de Carles Puyol (Lleida, 1978). El mítico ex jugador español, campeón mundial en 2010, pasó por Bogotá en la gira del trofeo de la Liga de Campeones, que levantó tres veces con el Barcelona (2006, 2009 y 2011), y charló con El Deportivo sobre el pasado y presente del deporte que ha practicado durante toda su vida, incluida su opinión sobre Chile, a la que considera, junto con Alemania, favorita para ganar la Copa Confederaciones, que se disputará entre junio y julio de este año en Rusia.

Usted que alzó todos los títulos con España y con el Barcelona, ¿cuál es la receta para ganar?

Cuando miramos ahora el palmarés, tanto en el Barcelona como en la Selección, sí que hay muchos títulos, pero el comienzo fue muy duro. Cinco años en el Barça ya no solo sin ganar, sino casi sin luchar los títulos. Ahí la perseverancia fue clave, seguir y no cambiar de equipo. Tuve propuestas para marcharme, pero quería ganar cosas con mi equipo, y luego tuve la oportunidad de ganarlo todo.

Hoy en día es casi imposible jugar toda la carrera en el mismo club.

El fútbol ha cambiado mucho y es complicado que un jugador esté toda su carrera en un solo club. Yo tuve la suerte de hacerlo en el club de mi corazón. Desde pequeño miraba los partidos del Barcelona y me iba a la cama sin cenar si no ganaba.

¿Alguna vez lo pasó mal ya como jugador profesional?

Esos primeros cinco años fueron difíciles. Luego tuve lesiones, alguna importante en 2007. El año siguiente tampoco fue bueno con el Barcelona, pero en verano vino la Eurocopa de 2008 y ahí cambió todo.

¿Cómo fue ese cambio?

Nos daban palos por todos lados. En España siempre hay mucha presión. Siempre teníamos buenos futbolistas, pero nunca sacábamos resultados. En la fase de clasificación lo pasamos muy mal, se cuestionó al míster, Luis Aragonés, quien fue una persona muy importante para el fútbol español. Nos unió a todos, hizo un grupo muy fuerte. Y gracias a esa unión pudimos ser campeones.

¿Se puede decir que con Luis Aragonés empezó todo?

Sí. Siempre le estaremos muy agradecidos a Luis Aragonés. Él había decidido que al acabar la Eurocopa se marchaba. Fuimos campeones. A nosotros nos hubiese gustado que él continuase. Estábamos encantados y agradecidos, pero él había tomado su decisión. Luego vino Vicente (Del Bosque), que hizo un muy buen trabajo, no queriendo cambiar todo, sino que aceptó todas las cosas buenas y puso sus matices. Y los resultados ahí están.

En Chile también hay presión cuando no se dan los resultados, ¿cómo se manejan las críticas externas?

Hay que intentar canalizar todas estas emociones, esta energía, en positivo. Que te dé más fuerza para luchar. Luego en el fútbol hay cosas que no puedes controlar. La opinión de un tercero es su opinión y hay que respetarla. A veces es constructiva, otras no, pero toca aceptarlo como parte de la profesión y centrarnos en lo que sí podemos controlar.

Usted ha comentado que le hubiese gustado ser entrenado por Marcelo Bielsa.

Sí, le admiro y me hubiese gustado trabajar con él. También con Luis Enrique, que es un íntimo amigo mío y habría sido interesante ver cómo funcionaría la relación jugador-entrenador.

Como sabe, Chile es bicampeón de América, ¿le ve capaz de emular lo que hizo España?

El fútbol cambia día a día y es difícil hacer pronósticos, pero sí es cierto que Chile, junto con Alemania, es el favorito en la próxima Copa Confederaciones. Viene realizando un gran fútbol, como ha demostrado en los últimos torneos. Aunque se van a enfrentar en el mismo grupo, creo que podrían verse de nuevo las caras en la final.

¿Sigue la eliminatoria sudamericana?

Sí, es muy complicada. Las selecciones son muy parejas. Hay muchísima igualdad. Todos los partidos son de vida o muerte. Sólo Brasil se ha distanciado, pero el resto está muy igualado y pareciera que va a ser así hasta el final en la pelea por los cupos que restan.

A Argentina no le va muy bien, y ahora sin Messi...

Perder al mejor jugador del mundo siempre es una baja importante. Argentina tiene muy buenos jugadores, pero la clasificación está muy igualada y no será fácil. Espero que Leo esté animado, porque ahora vienen partidos importantes con el Barcelona.

¿Cómo lo ve a la distancia?

Messi es el mejor. Su evolución es espectacular. Está a un nivel altísimo, pero sigue mejorando, añadiendo registros a su juego. Ahora mismo lo domina todo. Antes hacía jugadas individuales que desequilibraban a los rivales. Ahora, además, controla el tiempo del juego, tira las faltas espectaculares…

¿Qué recuerda de aquel Barcelona que lo ganó todo?

Ganar con jugadores de la casa tiene mucho más valor, es más difícil. No sólo ganamos, sino cómo ganamos. Hicimos un fútbol muy atractivo y el aficionado, aunque no fuese del Barcelona, se sentía identificado con ese fútbol. Disfrutabas con ese juego. En el terreno de juego yo estaba muy concentrado, pero en los entrenamientos era una gozada. Jugar con esos futbolistas fue un honor.

¿Ganar el Mundial fue el mejor momento de su carrera?

A nivel de selección, ganar un Mundial es lo máximo, pero yo le doy valor a todos los títulos. Nos costó mucho ganar el primero, tanto en el Barcelona como en la Selección, así que cuando se gana hay que valorarlo muchísimo.

¿Y a qué se dedica ahora? ¿Ya superó el retiro?

Fue difícil. Aún lo sigo pasando mal. Tenía pensado jugar hasta los 41 años, pero las lesiones no se pueden controlar. Ahora me voy a entrenar todos los días, siempre que puedo. Estoy jugando mucho al pádel, algún partido de fútbol, voy al gimnasio, a correr. También tengo una agencia de representación, con Iván De la Peña, para ayudar a jóvenes futbolistas a que entiendan el fútbol como lo entiendo yo. Ayudarles a gestionar el éxito y el fracaso. Luego tengo la familia, que es muy importante, y el deporte.