Alvaro Cortez quiere dar el siguiente salto en los Juegos Olímpicos

A su 18 años, recién comienza su especialización en el santo triple. Ya fue finalista en el Mundial Juvenil de Eugene. Ahora apunta a un viejo record nacional y a los JJ.OO.




A los nueve años, una tía de Álvaro Cortez lo llevó a una competencia atlética. Le fue bien y le quedó gustando. Nueve años después, el iquiqueño es el primer chileno en clasificar a una final de Mundial Juvenil (en Eugene) en salto triple, con récord nacional juvenil y el cuarto registro histórico para la especialidad.

Desde el aeropuerto de Seattle, donde ayer tomaba la conexión que lo dejaba esta madrugada en Santiago, Cortez recuerda que ha practicado todas las disciplinas del atletismo, aunque dice estar decidido por el salto triple, "para siempre".

En Iquique, su técnico, Augusto Courbis, lo espera con tranquilidad, porque "no me sorprenden estos resultados", como dice. De hecho, ahonda en un dato importante: "Con Alvaro recién estamos empezando la especialización" en el salto triple. Así, las proyecciones del atleta parecen grandes. "Si pensamos en su carrera como unos 100 metros podríamos decir que va en el metro 50 o 60 recién", agrega el coach.

"Me gusta mucho más el salto triple que el largo. Cuando chico hacía de todo y de a poco me fui especializando en largo y triple por gusto y capacidad. Así lo hemos hecho con Augusto y Pablo Colville, un ex atleta que también me ha guiado", agrega Cortez.

A simple vista, el nortino no tiene el biotipo del saltador en largo o triple. Es más bien fornido y no flaco, pero ese no sería problema. Según Courbis, quien le enseña desde los 14 años, cuando se lo presentó la profesora Patricia Muñoz, "su fuerza explosiva y capacidad elástica, así como su coordinación y fortaleza mental son especiales para esta prueba. Pero tiene buenos parámetros en todo".

Así lo cree también Francisco Pichott, el retirado atleta poseedor del récord nacional de atletismo más antiguo: precisamente, el del salto triple, que estableció hace 31 años (16,37 metros). El ex entrenador y dirigente asegura que "cuando lo conocí, hace un par de años, me llamó la atención que fuera tan maceteado, pero en esto es más importante la flexibilidad".

De paso, Pichott trata de explicar por qué su registro permanece imbatido: "El primer motivo es que se practica poco, pero más importante que eso es que se alcanza la madurez bien tarde y los deportistas no llegan a tenerla. Se retiran antes o se dedican a otras pruebas".

Veintisiete años tenía cuando consiguió la marca chilena Pichott, quien también poseyó los récords de salto largo y la posta 4x100.

Una final soñada

Courbis y Pichott le ven proyecciones a Cortez. El propio deportista asegura que "no hemos hablado mucho de los récords, nuestro objetivo es llegar a los Juegos Olímpicos. La marca para Londres fue de 16,65, estoy a 70 centímetros de eso. Mi gran sueño es llegar a una final olímpica".

Courbis explica que "nos propusimos ir paso a paso. La meta para esta temporada es llegar a los 16 metros. Al menos, en Iquique tenemos todas las condiciones para seguir creciendo: un CER (Centro de Entrenamiento Regional) de lujo, apoyo de la Federación y una beca de la Municipalidad".

Pichott es cauto. "En el salto triple los promedios son importantes. Si esto de Eugene fue un chispazo, no sirve. Hay que consolidar las marcas, es decir, repetir números similares en el tiempo". Y agrega: "Llegar a unos Juegos Olímpicos son palabras mayores. Yo veo más probable que sea para 2020".

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