Otro queque mágico sepulta a Cortez

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Una nueva muestra del chileno, mejor triplista sudamericano, arroja marihuana. El atleta reconoce consumo habitual, pero sólo "con los amigos" y no por afán de trampa.




Álvaro Cortez era uno de los atletas con mayor proyección en Chile. Su nombre figuraba entre los favoritos para clasificar al Mundial de Atletismo de Londres, que arranca el próximo 5 de agosto. Pero no estará. Su historia ya es conocida: por comerse un queque mágico, el nombre coloquial que recibe el bocadillo cuando es cocinado con mantequilla de marihuana, fue suspendido provisionalmente de toda competencia.

La noticia sobre su muestra adversa, extraída en el Grand Prix Sudamericano Orlando Guaita, el 9 de abril, lo golpeó a una semana de viajar a los Sudamericanos de Paraguay, donde era el llamado a dominar, pues llegaba como líder del ranking subcontinental.

Pese a ello, el atleta iquiqueño se mantiene entrenando durante estos días, pero no ha estado tranquilo. Ayer, otra muestra, esta vez de los Juegos Nacionales del Biobío, que se realizaron a mediados de mayo, lo volvió a salpicar. Nuevamente, el THC es el componente que le traiciona.

"La cagué, no puedo decir otra cosa. Es un error y lo asumo como tal", reconoce el triplista de 21 años a La Tercera. Cortez, récord nacional con 16,52 metros, asegura que jamás pensó que este último control arrojaría un resultado adverso: "Fue esa vez (a principios de abril), la última que consumí marihuana. Nunca imaginé que esta otra muestra me traería problemas, pero no saco nada con quejarme ahora, ya di vuelta a esa página". Lo cierto es que, químicamente, el THC desaparece a los 2 ó 3 días después de consumirlo, lo que no tiene relación con sus dichos.

"Insisto, ya di vuelta a esa página. Sigo enfocado en el deporte y entrenándome todos los días", explica desde su ciudad natal.

El caso de Cortez sacude a todo el atletismo chileno. Él es uno de los deportistas mejor proyectados en el alto rendimiento nacional, por lo que su error parece ilógico. Juan Luis Carter, presidente de la Fedachi, así lo cree. "Es complejo el caso de Álvaro. Él es un chico con mucho potencial y talento, imagine que en su primera competencia de categoría mundial terminó octavo, en Oregon, y que esté pasando por esto es triste", asegura.

Si bien el THC es un componente prohibido en el deporte, que sea recurrente en un deportista de la calidad suya es paradójico. "La política de la Federación es tolerancia cero con cualquier tipo de dopaje, pero estos casos son distintos, porque aquí no hay una trampa, sino una irresponsabilidad del atleta. Parece que no basta sólo con castigar, debemos comenzar a educar de una vez", dice Carter, como autocrítica.

¿Tiene un problema con la marihuana? Ante la pregunta, el atleta es claro: "No consumo desde hace tiempo. Es mi vida personal, no es algo que afecte en mi rendimiento y eso quiero dejarlo muy en claro, porque no es trampa. Ni siquiera bebo alcohol. Fumo caños (cigarrillos de marihuana) con mis amigos... Todos lo hacen, es algo normal, el problema es que nunca le tomé el peso. Siempre he entrenado durísimo, pero en ese momento estaba con la cabeza en otro lado, no entendía que era el atleta que soy. Ahora ya lo entendí".

Desde la Comisión Nacional de Control de Dopaje reconocen que el caso genera preocupación. "No creemos que sea drogadicto ni nada por el estilo, el problema es que es un atleta inmaduro, que recién ahora le toma el peso a sus acciones", dijo Iván Herrera, presidente del organismo, ya en la primera ocasión en que el deportista cayó en falta.

Cortez se defiende: "Miro hasta el antigripal para ver que no contenga nada, y como algunos tienen efedrina no los consumo. Me cuido hasta ese nivel". También se descarga ante la ola de críticas que cree son injustas. "Me da mucha rabia que gente opine sobre mí. Yo me dedico al deporte porque es mi pasión y nadie me apoya para hacerlo. Pero después que salió mi caso, mucha gente me enjuició, gente que no tenía idea de lo que yo hacía", recalca.

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