A 10 años de la muerte de Mandela, los sudafricanos entre nostalgia y críticas

La bandera sudafricana ondea detrás de la estatua de Nelson Mandela en la entrada de la prisión donde estuvo encarcelado durante los últimos años antes de su liberación, en las afueras de Ciudad del Cabo, el 5 de diciembre de 2023. Foto: Reuters

El expresidente, fallecido el 5 de diciembre de 2013 a los 95 años, será recordado como el hombre que negoció pacíficamente el fin del régimen del apartheid. El primer presidente negro de Sudáfrica, elegido en 1994, fue un icono internacional para muchos, aunque otros critican su legado.


Recordar a Nelson Mandela es también subrayar la falta de grandes jefes de Estado en Sudáfrica estos últimos años. Si Mandela fue célebre, los que le siguieron fueron tristemente célebres, subraya el corresponsal de RFI en Johannesburgo, Romain Chanson.

“Actúa por el bien de los demás”

Entre ellos, el expresidente Thabo Mbeki, asociado a la hecatombe del sida y a su oposición al despliegue del tratamiento antirretroviral. Después, Jacob Zuma, quizá el presidente más corrupto de Sudáfrica, responsable de la “Captura del Estado” y de la malversación de los recursos del país para su enriquecimiento personal y el de su círculo íntimo. Y, por último, el actual presidente, Cyril Ramaphosa, que no ha logrado resolver una crisis eléctrica sin precedentes y unas tasas récord de desempleo y delincuencia.

Como consecuencia, se siente en el país una cierta nostalgia, en particular cuando uno anda en la región natal de Mandela, Eastern Cape. Anda Dilaza, de 24 años, nació “born free” (personas que no conocieron el apartheid) en 1999, el año en que Mandela dejó el poder, pero tiene una muy buena imagen de él.

Graca Machel, exprimera dama de Sudáfrica, habla durante el décimo aniversario de la muerte de Mandela, en Johannesburgo, el 5 de diciembre de 2023. Foto: Reuters

“Cuando pienso en Nelson Mandela, pienso en alguien culto, pero también ingenioso. Actúa por el bien de los demás. Ve más allá de sus propias ventajas, más allá de sus propias redes. Le interesa el bien común antes que su propio beneficio”, subraya la joven.

Balance negativo

Anda Dilaza cree que las generaciones posteriores de políticos han abandonado estos valores, este comportamiento, y han abandonado a los jóvenes que están desesperados por encontrar trabajo.

Pero otra parte de la población joven sí critica al expresidente, haciendo un balance negativo de du mandato. Esto se debe a que la población negra sigue siendo la más expuesta al desempleo y la pobreza, a diferencia de la blanca, que sólo representa el 7% de la población. Además, cosas fundamentales, como la redistribución de la tierra, no se consiguieron tras el apartheid, según los críticos.

La Fundación Nelson Mandela, que organiza hoy las conmemoraciones, es muy transparente al respecto. Mandela no debe convertirse simplemente en una estatua intocable; también hay que tener una mirada crítica sobre él, sin caer en el revisionismo. Ni adulación ni odio, sino comprensión y análisis.

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