Lago Ranco: el refugio de Piñera en el sur

Imagen del Lago Ranco esta jornada, lugar donde capotó el helicóptero de Sebastián Piñera.

El exjefe de Estado iba recurrentemente a su casa en bahía Coique. La zona, donde perdió la vida, no solo era su centro vacacional favorito, sino también el lugar que usaba como sede de reuniones políticas y para zanjar el diseño de los que fueron sus gabinetes ministeriales.


El lugar favorito del expresidente Sebastián Piñera -en el cual disfrutaba con su familia en diversas ocasiones- fue la misma zona en que perdió la vida, este martes 6 de febrero, durante un accidente en helicóptero.

El inmueble en bahía Coique, en Lago Ranco, en la Región de Los Ríos, era uno de los tres recintos para vacacionar del exmandatario. Las otras dos casas se encuentran en Caburgua y en Cachagua. Sin embargo, no solo vacacionaba en su propiedad en el sur, sino que hizo diversas reuniones sobre asuntos gubernamentales.

En 2014, por ejemplo, el expresidente -casi al final de su primera administración- hizo un encuentro en el balneario para discutir sobre un nuevo proyecto que tenía en mente:la Fundación Avanza Chile, la que también sirvió, años después, como la plataforma para su segunda candidatura presidencial.

En ese encuentro en la Región de Los Ríos, Piñera quería debatir sobre el futuro de la centroderecha.

El encuentro estuvo compuesto por representantes de los partidos de derecha y sus autoridades. En total, asistieron alrededor de 82 personas.

A la instancia concurrieron algunos de sus exministros Felipe Larraín, Andrés Chadwick, Cecilia Pérez, Cristián Larroulet, Evelyn Matthei, Loreto Silva, Alfredo Moreno, Pedro Pablo Errázuriz, Luis Mayol, Hernán de Solminihac, Rodrigo Pérez Mackenna, Luciano Cruz-Coke, Joaquín Lavín, Lucas Palacios, Fernando Arab, Francisco Irarrázabal, entre otros.

En la cita no solo se habló de temas de gobierno, sino que el exjefe de Estado disfrutó junto a sus invitados del complejo e instalaciones de la Hacienda La Esperanza.

El lugar cuenta con amplias extensiones para realizar cabalgatas, canchas para jugar a la pelota y tenis. Esto, sumado al extenso lago Ranco, en el cual se pueden practicar deportes. Asimismo, al exmandatario le gustaba realizar paseos en su aeronave con sus invitados, para sobrevolar el lago, las islas y las inmediaciones de la comuna de Futrono.

En febrero de 2018, y a solo un mes de su segundo gobierno, el exmandatario disfrutaba de su casa en el lago Ranco, lugar en el que semanas anteriores sostuvo los primeros encuentros con diversos rostros y futuros miembros de su gabinete.

Sebastián Piñera presenta a los integrantes de su gabinete

En el recinto tuvo reuniones con los ministros designados a su segundo gobierno para coordinar las primeras acciones de su mandato. Del mismo modo, desde el lago trabajaba en el verano de 2018 para afinar las designaciones para otros cargos de su equipo, como los subsecretarios, intendentes y gobernadores.

“Me tocó ir después de la campaña de 2017 junto a Andrés Chadwick a preparar el diseño final del gabinete y después me tocó como ministro compartir con él allá en su casa en Ranco”, recuerda Blumel.

Para la exministra y presidenta de Evópoli, Gloria Hutt, haber trabajado con el exjefe de Estado era de alta exigencia. “Yo sabía que si le daba un dato tenía que tener bien el fundamento, que si le proponía algo tenía que tener todo el proyecto ya definido (...) Tuvimos una reunión muy buena, muy afable y muy intensa en contenido”, sostiene.

Quien también formó parte de su gabinete en el segundo mandato fue Isabel Plá. La extitular de la cartera de la Mujer señala que la reunión que tuvo con Piñera fue en Santiago, pero recuerda un viaje a Ranco, a finales de 2014, donde el piñerismo tuvo un cónclave que duró tres días. Entre los presentes figuraban los exministros Roberto Ampuero y Blumel, el otrora subsecretario del Interior Juan Francisco Galli, representantes de partidos y analistas como Gonzalo Müller.

“Estuvimos trabajando todo el viernes, todo el sábado y el domingo fue el regreso, esa actividad cerró el primer año de Avanza Chile”, señala la exministra.

El objetivo, afirma Plá, era “hacer un encuentro de reflexión, más que un programa de gobierno; él (Piñera) quería invitar a esta nueva generación de la derecha que había sido parte de su gobierno a reflexionar de cosas trascendentes, como educación y economía”.

Otro propósito, recuerda la exministra, era entregarles insumos a los parlamentarios del sector -que al igual que hoy, eran de oposición- para enfrentar al gobierno de la entonces Presidenta Michelle Bachelet.

Con todos esos frentes, Lago Ranco funcionaba como una segunda oficina para el expresidente. Así, la zona sur del país no solo era testigo de las vacaciones del exmandatario, sino que veía cómo la derecha se articulaba para llegar a La Moneda.

En el recinto tuvo reuniones con los ministros designados a su segundo gobierno para coordinar las primeras acciones de su mandato. Del mismo modo, desde el lago trabajaba en el verano de 2018 para afinar las designaciones para otros cargos de su equipo, como los subsecretarios, intendentes y gobernadores.

A poco más de un mes del cambio de mando con la ex presidenta Michelle Bachelet, los primeros rostros que viajaron a la Región de Los Ríos, fueron Blumel, Chadwick, Pérez, Larroulet, Hutt y Gerardo Varela.

El exministro Blumel, asegura que fue habitante en Futrono, una comuna de la provincia de Ranco, en la cual una vez y junto a su madre, fueron invitados por el exmandatario a tomar desayuno. “Me recibió en bata para tomar desayuno y él mismo nos preparó el café y los huevos revueltos”, recuerda.

Pese a que el expresidente se refugiaba en el Lago Ranco en vacaciones, nunca dejaba de trabajar. Pues, según Blumel, en su residencia, y después de dejar el primer gobierno, se reunieron en octubre de 2014 junto a otros ex colaboradores para trabajar en el primer paso de la primera constitución de Chile Vamos.

“Me tocó ir después de la campaña de 2017 junto a Andrés Chadwick a preparar el diseño final del gabinete y después me tocó como ministro compartir con él allá en su casa en Ranco”.

El expresidente -afirma Blumel- “nunca se desconectaba 100% y nunca dejaba de trabajar, estaba de vacaciones, pero tenía sus minutas y entendía que las responsabilidades de Estado eran 24-7″.

En la propiedad del sur, además, se dieron las primeras conversaciones para el nacimiento de la coalición de la centroderecha. Blumel recuerda que “después de dejar el primer gobierno fuimos con un grupo grande de excolaboradores y con todo Chile Vamos, a él le preocupaba mucho la unidad del sector e hicimos un cónclave allá, fue la génesis o el primer paso para la posterior constitución de Chile Vamos”.

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Jacqueline van Rysselbergue, Sebastián Piñera, Alejandra Bravo, Eduardo Salas, Francisco Undurraga y Cristián Monckeberg.

Para Gloria Hutt, haber trabajado con el exjefe de Estado era de alta exigencia. “Yo sabía que si le daba un dato tenía que tener bien el fundamento, que si le proponía algo tenía que tener todo el proyecto ya definido (...) tuvimos una reunión muy buena, muy afable, y muy intensa en contenido”, recuerda la exministra de Transportes.

Quien también formó parte de su gabinete en el segundo mandato, fue Isabel Plá. La titular de la cartera de Mujer, señala que la reunión que tuvo con Piñera fue en Santiago, pero recuerda un viaje a Ranco, a finales de 2014, donde el piñerismo tuvo un cóncleve que duró tres días. Entre los presentes figuraban los exministros Roberto Ampuero y Blumel, el otrora subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, representantes de partidos y analistas como Gonzalo Müller.

“Estuvimos trabajando todo el viernes, todo el sábado y el domingo fue el regreso, esa actividad cerró el primer año de Avanza Chile”, señala la exministra.

El objetivo, afirma Plá, era “hacer un encuentro de reflexión, más que un programa de gobierno, él (Piñera) quería invitar a esta nueva generación de la derecha que había sido parte de su gobierno a reflexionar de cosas trascendentes, como educación y economía”.

Otro propósito, recuerda la exministra, era entregarles insumos a los parlamentarios del sector -que al igual que hoy, eran de oposición- para enfrentar al gobierno de la entonces presidenta Michelle Bachelet.

Con todos esos frentes, Lago Ranco funcionaba como una segunda oficina para el expresidente. Así, la zona sur del país, no solo era testigo de las vacaciones del exmandatario, sino que veía cómo la derecha se articulaba para llegar a La Moneda y afinamiento de los equipos que iban a ser los inquilinos de palacio.

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