Un empate catastrófico: la Roja no puede con Paraguay y termina sepultando la era Berizzo

Ben Brereton no cumplió una buena labor ante los paraguayos. FOTO: CONMEBOL

Chile tenía una final ante un rival directo y falló. Fue una igualdad sin goles ante los guaraníes, jugando casi todo el segundo tiempo con uno más. El desenlace de una noche penosa acabó con la renuncia del entrenador argentino. Nicolás Córdova asoma como el interino pensando en Ecuador.



Jugando en casa y ante un rival directo, no había una doble lectura: Chile tenía que ganar. Y defraudó. Era como una final, tanto para el cuadro nacional como para Eduardo Berizzo, porque su posición al frente del combinado podía afirmarse o tambalear según el resultado y el funcionamiento. Fue un empate catastrófico, doloroso, espantoso. Un miserable 0-0 ante Paraguay, que terminó por sepultar la era del entrenador. El DT renunció.

Más allá de la obtención de la medalla de plata en los Juegos Panamericanos, el Toto se presentó a un examen complejo, ante una Albirroja igualmente necesitada, añadiendo el ingrediente del escepticismo del hincha por el devenir del equipo. Es un dato de la causa decir que el estadio Monumental nuevamente no se llenó, pese a las promociones de la ANFP. Lamentablemente, ese gran ambiente de Clasificatorias pasadas no se ha visto en la actual (por una serie de factores).

El entrenador le dio la camiseta de titular a Damián Pizarro, el mayor prospecto de la cantera de Colo Colo. Fue su debut absoluto en la selección adulta con 18 años, lo que ya le hace acreedor de una marca: es el futbolista de menor edad en estrenarse por Eliminatorias con la Roja. Por primera vez en esta competencia, Chile salió con un centrodelantero “real”, toda vez que Alexis Sánchez venía ocupando ese espacio en la cancha. En el papel, Berizzo le añadió una pizca de audacia a su estrategia, juntando a Dávila, Alexis, Brereton y Pizarro. Eso sí, una cosa es la papeleta y otra es lo que se ve en el partido. Fue una audacia de papel. De mentira.

Como le ha sucedido en anteriores presentaciones, a la selección chilena le costó entrar en sintonía ante una Paraguay que salió a quitarle la pelota al local. Con once en la cancha, el cuadro de Daniel Garnero (en su tercer partido al mando de los guaraníes) no dispuso un planteo netamente defensivo, de sólo cortarle los circuitos a Chile. Por razones obvias, con 10 el libreto fue distinto.

Cuando Paraguay adelantaba las líneas, Chile fue más compacto. En la generación de fútbol, Sánchez era el encargado de distribuir, aunque retrocedía más de la cuenta para intervenir. Mientras Rodrigo Echeverría era el volante “rompedor”, Erick Pulgar tenía una labor más posicional. La primera polémica de la noche sucedió en los 16′, con un posible penal a Pizarro, que el árbitro argentino Rapallini no revisó en el VAR pese al contacto.

En el primer lapso, Chile careció de movimiento. La tenencia y la transición era lenta y cuando lograba romper el cerrojo guaraní, la definición no acompañaba. La más clara del periodo fue en los 20′, con un cabezazo elevado de Ben Brereton, quien apareció en posición de 9. Una vez más, el hombre del Villarreal tuvo una labor ingrata.

Tarjeta roja

La Selección requería de algo para generar un quiebre. Antes del entretiempo llegó la expulsión de Robert Rojas, tras una fuerte infracción sobre Suazo. El argentino Rapallini había sacado la amarilla, pero hizo la revisión en el VAR y la sacó la roja al ex River. Decisión incuestionable. En teoría, era una oportunidad para la Roja. Garnero cambió a un 4-4-1 y todo el segundo tiempo su escuadra se dedicó a defender. Como el Paraguay histórico.

Los chilenos manejaron la pelota en el complemento, pero eran incapaces de generar peligro real en un área nutrida como la paraguaya. La Roja cargó el ataque por la izquierda, con Suazo y Brereton, sin efectividad. Como que la Selección no asumió que tenía uno de más y que debía aumentar el ritmo y la velocidad de su juego. Además, meter el balón en el área. Damián Pizarro ni siquiera fue al choque con los centrales porque no le llegaba una.

El negocio de la Albirroja era hacer pasar el tiempo y jugar con la desesperación de un elenco nacional que no asumió una posición de dominador. Faltaba irreverencia, atrevimiento, buscar el gol con una intención y no con el freno de mano puesto. Berizzo mandó al campo a Méndez y a Aravena. Más tarde, metió a dos Sub 23: Loyola y Guerrero. El revulsivo no llegó ni por asomo. El DT se jugó como último recurso meter a un jugador de la B. Para peor, Méndez fue expulsado y queda descartado ante Ecuador, al igual que Medel, por amarillas.

En una noche para el olvido, Chile se mantiene fuera de la zona de clasificación. Cinco puntos de 15 posibles. Y ahora viene la siempre dura visita a Quito. Ya sin el renunciado Eduardo Berizzo. De cara al juego de este martes, Nicolás Córdova asoma como el interino.

Ficha del partido

Chile: B. Cortés; P. Díaz (77′, F. Loyola), G. Medel, G. Maripán, G. Suazo; E. Pulgar, R. Echeverría (61′, F. Méndez); V. Dávila (78′, M. Guerrero), A. Sánchez, B. Brereton (61′, A. Aravena); y D. Pizarro. DT: E. Berizzo.

Paraguay: C. Coronel; R. Rojas, G. Gómez, O. Alderete, M. Espinoza; M. Rojas (85′, M. Galarza), M. Villasanti (62′, H. Caballero), A. Cubas, D. Gómez (62′, R. Sosa); A. Sanabria (45′+1, J. Cáceres) y G. Ávalos (85′, A. Campuzano). DT: D. Garnero.

Goles: No hubo.

Árbitro: F. Rapallini (ARG). Amonestó a Maripán, Medel (CHI); D. Gómez, Caballero, M. Rojas (PAR). En los 44′, expulsa a Robert Rojas con roja directa por juego brusco grave. En los 88′, expulsa a Méndez por roja directa.

Estadio Monumental. Asistieron 25 mil personas, aprox.

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