Radiografía al retorno de los hinchas al tablón

Pasión, llantos, alegría y enojos. La fecha marcó el retorno de los seguidores de diferentes clubes a la cancha, luego de 516 días alejados por la pandemia. En Concepción se vivió el duelo con más fanáticos.



Los hinchas volvieron al fútbol. Después de 516 días de ausencia por la pandemia, en la que incluso el fútbol volvió a desarrollarse sin sus seguidores, miles de fanáticos lograron ver nuevamente al equipo de sus amores.

La voz de los forofos se escuchó más que nunca. Poco importó si fuesen cerca de 700, como en el duelo entre Audax y Wanderers, que marcó la apertura de la fecha, o si llegasen cerca de dos mil, cifra en que los azules se hicieron presente en El Teniente para alentar a la U frente a Cobresal. Tampoco importó el celebrar y generar ese incómodo silencio, como le ocurrió a Falcón frente a los hinchas de Unión Española, en la victoria de Colo Colo, en Santa Laura. O que se volviesen a escuchar los gritos para alentar o recriminar a los jugadores, como sucedió en el caso del local Palestino que cayó ante Curicó. La emoción era la misma.

Las instrucciones fueron claras. Y todos los fanáticos asumieron que no cumplir las normas les podría acarrear castigos que los puede dejar fuera del estadio hasta por dos años. Los seguidores debían lucir mascarilla e ingresar con la entrada y pase de movilidad. En el estadio la distancia debía ser de un metro entre cada asistente y quedaba estrictamente prohibido el festejo con desconocidos. Todo fue supervisado por auxiliares sanitarios que fueron contratados por los clubes. En el duelo de la U, sin embargo, hubo un hecho que no pasó inadvertido: una empresa regaló agua a los hinchas azules, situación que no está permitida.

Otro de los puntos fundamentales radicaba en que los duelos solo podían contar con hinchas del equipo local. En Santa Laura, sin embargo, hubo un hincha visitante con la camiseta de Colo Colo, que no dejó de llamar la atención de los asistentes. ¿Cómo lo hizo? Su novia, del equipo hispano, lo hizo socio de Unión Española hace unos meses para que lo acompañara a alentar al equipo de sus amores.

En Concepción, por ejemplo, se vivió un duelo especial. Fue el duelo con más fanáticos. Hubo emoción y hasta llanto, por quienes llevaban casi un año y medio sin ir al estadio y en memoria de quienes ya no están. Uno de ellos, el reportero gráfico Alipio Ortega, quien fue homenajeado con un respetuoso minuto de silencio. La previa del choque entre Deportes Concepción e Independiente de Cauquenes fue intensa, tanto así que la delegación visitante fue obligada a cambiarse de ubicación tras sentarse, en primera instancia, en butacas designadas para los hinchas lilas.

El aforo permitido para el choque era de 7408 fanáticos, siendo el más grande del país en este fin de semana. Previo al partido, en Deportes Concepción había doble ilusión. Por lo deportivo, considerando que el apoyo del público podía servirle a un equipo que recién salió de zona de descenso la fecha pasada. Y, además, por el factor económico ante una recaudación de entradas que asoma como vital para una institución que depende de sus hinchas al no contar con ningún gran inversionista.

Por lo mismo, que la comuna de Concepción haya pasado a fase 4 el miércoles aumentaba la esperanza en el club para reunir la mayor cantidad de hinchas posibles. Sin embargo, fueron sólo 4 mil quienes llegaron al estadio, aunque el público oficialmente controlado y las entradas vendidas fueron 2854. El desnivel lo marcaron los socios, quienes no pagaban su ticket. Con entusiasmo, respetando las medidas sanitarias, cuando las puertas del recinto se abrieron a las 16 horas, ya había fanáticos esperando y haciendo fila. En Concepción se jugó el duelo con más público desde que se autorizó la vuelta de los fororos.

Lienzos, rollos de papel, banderas y hasta el bombo retornaron al Ester Roa, recibiendo a un equipo encabezado por Gabriel Vargas que más allá del buen ambiente y el marco de público, necesitaba sumar para huir de la zona de descenso. Todo se desniveló al 57′ cuando Milton Alegre de cabeza puso el 1-0 para la visita, que jugaba con uno más tras la expulsión de Gonzalo Mosquera al 50′.

¿Un punto por mejorar? El lento ingreso de muchos hinchas, quienes llegaron sobre la hora y se perdieron los minutos iniciales del partido por el lento proceso de validación del código QR del pase de movilidad.

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