Investigación revela los dos graves errores que marcaron el trágico accidente de Michael Schumacher

Michael Schumacher

A casi 10 años de la caída en esquí que marcó la vida del piloto alemán, el periodista Jens Gideon realizó un reportaje que da la vuelta al mundo. Acusa una serie de irregularidades que siguen sin resolverse.



Michael Schumacher cumplirá 10 años del grave accidente que cambió su vida. El 29 de diciembre, de 2013, la leyenda de la Fórmula Uno se golpeó la cabeza en la Estación de Esquí de Méribel, sin poder volver a recuperarse. “Está en una situación crítica. Se puede decir que su pronóstico vital está en entredicho. Su estado es muy grave”, declaró el doctor Jean-François Payen, jefe del servicio de reanimación del hospital que recibió al alemán. Desde aquel día, el siete veces campeón de automovilismo está postrado en una cama, según advierten los medios locales.

Desde aquella fecha, poco se ha sabido del alemán. Sin embargo, Willi Weber, el primer mánager y descubridor del piloto, entregó detalles de su actual estado de salud. Su diagnóstico no entregó esperanzas. “Cuando pienso en Michael ahora, lamentablemente ya no tengo ninguna esperanza de volver a verlo. No hay noticias positivas después de diez años”, expresó Weber en el ‘Express’.

“Por supuesto que lo lamento mucho y me culpo a mí mismo. Debería haber visitado a Michael en el hospital. Lloré como un perro después de su accidente. Me golpeó increíblemente fuerte, puedes imaginarlo. Por supuesto también el hecho de que Corinna (la señora de Schumacher) ya no permitía ningún contacto. Pero en algún momento llegó el momento en que tuve que liberarme de Michael y dejarlo ir”, argumentó.

Durante los últimos días han ido apareciendo nuevos antecedentes del accidente. El periodista alemán Jens Gideon ha revelado, incluso después de una década, algunos detalles inéditos de aquel fatídico día. El relato, publicado en una serie de podcasts de la emisora alemana Ard, con el mismo reportero que visitó recientemente los lugares involucrados, dio espacio al testimonio de uno de los monitores de esquí que trabajaba en la zona, uno de los primeros en llegar tras la caída de Schumi. El profesor, llamado “Andre” por el periodista, destacó algunos elementos y errores que, de evitarse, podrían haber cambiado el curso de los acontecimientos.

Michael Schumacher

El testimonio el instructor de esquí es clave. Recordó la imprudencia del alemán, refiriéndose a las condiciones de las pistas de ese día. De hecho, el ex piloto habría elegido esquiar incluso con poca nieve y muchas rocas expuestas. Cabe recordar que se golpeó la cabeza con una roca, hiriéndose gravemente a pesar del casco.

“Ni siquiera en las pistas había condiciones ideales para esquiar. Es aún más peligroso aventurarse fuera de pista en un día como ese”, declaró el testigo. Sin embargo, según el instructor de esquí, el error más grave fue el primer diagnóstico que se realizó en la pista tras la caída de Schumacher. Una vez en el lugar del accidente, quienes prestaron primeros auxilios al ex piloto no se dieron cuenta inmediatamente de la gravedad del daño, porque Schumacher les parecía consciente.

La primera decisión fue transportarlo a la pequeña clínica de Moutiers. Sin embargo, sus condiciones de salud empeoraron durante el viaje luego que Schumi perdiera el conocimiento y fuese intubado. En ese momento, los médicos decidieron entonces cambiar el rumbo de la aeronave y dirigirse rápidamente hacia el hospital más equipado de Grenoble.

En este centro de salud el ex de Ferrari fue sometido a una cirugía cerebral y poco a poco inició el proceso de rehabilitación, antes de acudir a otros centros especializados en los meses siguientes. Sin embargo, según el instructor de esquí, el tiempo perdido durante el vuelo fue determinante para provocar daños a su salud mayores de los que podría haber sufrido tras ese tipo de accidente.

Otro elemento, que vuelve de vez en cuando a formar parte de la actualidad del trágico episodio, pero sin haber tenido nunca ninguna confirmación concreta, es el de una cámara de acción (GoPro) que Schumacher llevaba en su casco el día del accidente. Varios creen que la presencia de la pequeña cámara agravó las consecuencias de la caída y el daño en la cabeza sufrido por el ex piloto, y otros muchos piden un análisis de las imágenes tomadas por ella en esos momentos. Nadie sabe si existen, ya que la grabación nunca se ha hecho pública.

El rol de la esposa del Káiser

Corinna Betsch, la señora de Schumacher, y madre de sus dos hijos, se hizo cargo de todo. Asumió la fortuna económica, los negocios con patrocinadores, las cuestiones judiciales con la prensa, y sobretodo, el cuidado de su esposo. La primera decisión determinante que tomó Corinna fue instalar un centro de rehabilitación en su casa en Suiza y trasladar a su marido allí en septiembre del 2014, después de haber pasado 159 días en coma y un corto período en una clínica de Lausanne.

Posteriormente, la prensa alemana detalló que 15 personas fueron contratadas para cuidar a la leyenda del automovilismo, quien había sufrido un traumatismo craneoencefálico que lo dejó en estado vegetativo, del que aparentemente se ha ido recuperando algo poco a poco. Ese cuidado permanente le cuesta 165 mil dólares semanales según reveló el portal Daily Mirror, los cuales continúan hasta hoy.

Además, siempre ha estado encargada de resguardar la privacidad de Schumacher. No quiere que nadie sepa realmente su estado de salud. Quienes han tenido acceso a ver a Schumacher tienen prohibido referirse a su estado.

La insistencia de la prensa por tener noticias del piloto es tal que muchas terminan siendo falsas. En 2015, por ejemplo, ganó un juicio contra una revista alemana que aseguraba que el alemán podía caminar, mientras que el mismo año perdió otro con el semanario Die Aktuelle, el cual tituló: “Corinna Schumacher: un nuevo amor la hace feliz”, que relataba el noviazgo de su hija, pero cuyo encabezado se prestaba a confusión.

Uno de los pocos que se ha referido al estado del deportista fue Jean Todt, ex jefe de la escudería Ferrari. Sabemos que aquel accidente tuvo consecuencias. Pero los que dicen saber algo no saben nada. Los visito a menudo, su familia es mi familia”. Además, defendió la privacidad de la familia: “Hay que dejarles en paz. Debemos respetar la decisión de Corinna (la esposa del Káiser) y sus hijos de guardar la máxima privacidad”.

Betsch, por su parte, no pierde la esperanza: “Vamos cuesta arriba, por supuesto lentamente, pero al menos avanzando”, aseguró en 2014, en una de sus pocas vocerías. La mujer ha sido una pieza muy importante para el alemán de 49 años en sus 23 años de matrimonio. Dentro de esas dos décadas estuvo presente en el accidente que sufrió en el circuito de Silverstone en 1999, en la muerte de su madre en 2003 y en la desgracia en los Alpes franceses, en 2013.

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