Dos expulsados y un penal: la inmadurez le pasa la cuenta al Betis en su derrota ante el Cádiz

Los jugadores del Cádiz festejan la anotación de Chris Ramos. Foto: LaLiga.

El cuadro dirigido por el Ingeniero Pellegrini, que sufrió con su actitud y los cobros del árbitro, cayó por 2-0 y se estancó en la sexta posición de LaLiga. En tanto, Claudio Bravo vio el partido desde el banco de suplentes.



Fue una jornada para el olvido. El Betis, que contó con Claudio Bravo en el banco de suplentes, protagonizó un verdadero papelón en el Benito Villamarín. En un intenso y violento partido, la escuadra dirigida por Manuel Pellegrini fue superada por el Cádiz, por 2-0.

Un envalentonado equipo gaditano se plantó como un duro escollo desde el arranque. El Betis lo pasó mal y no pudo asentarse en el terreno de juego. El conjunto amarillo estaba necesitado por sumar para así alejarse de la zona roja y salió a buscar la victoria. Su actitud se notó desde el pitazo inicial.

El Cádiz planteó un trabajado duelo e incomodó a los verdiblancos, que no supieron gestionar sus emociones y sufrieron con la actuación del juez Cuadra Fernández. Todo les salió mal. En una dudosa acción, el réferi español expulsó a Sergio Canales, en el minuto 38. La situación marcó el trámite del encuentro y los béticos nunca supieron recomponerse. En segunda instancia, en el 60′, le mostró la roja a Aitor Ruibal. No obstante, minutos después perdono a Juan Miranda, que tranquilamente pudo irse al camarín.

Violento cotejo

El encuentro fue entretenido en su inicio. La intensidad era alta y ambas escuadras asechaban las porterías rivales. Sin embargo, la temperatura fue subiendo poco a poco. En ese contexto llegó la dudosa expulsión de Canales.

El volante perdió el balón en la salida y evitó un contragolpe con un agarrón leve. El árbitro fue severo y le mostró la cartulina roja al interpretar que era el último hombre. Mientras, el plantel y la parcialidad bética dejaban ver su molestia con excesivos reclamos. El VAR no actuó y el equipo del Ingeniero se quedó con diez elementos. De ahí en más, todo fue para la visita. El Cádiz tomó confianza y arrancó con los embates sobre una aletargada escuadra.

Las malas noticias para los verdiblancos seguirían durante el complemento. Los gaditanos se disponían a cobrar un tiro libre al borde del área rival. No obstante, ocurrió una situación insólita. El tiro rebotó en la mano de Miranda y el colegiado determinó la pena máxima. En el 53′, Rubén Alcaraz marcó la apertura de la cuenta desde el punto penal.

No obstante, seis minutos después vino un nuevo descuento. Theo Bongonda y Chris Ramos protagonizaron un gran contragolpe. La acción fue lapidaria y el español marcó con el arco a su disposición.

Cuando nada podía ir peor, llegó la expulsión de Ruibal. El volante fue a disputar el balón con Fali. El defensor resguardó la posesión y la pelota parecía abandonar el terreno, sin embargo, el bético reaccionó de la peor manera y le propinó un golpe en la cara. El juez no dudó ante la dura imagen.

Los del Ingeniero no fueron capaces de reaccionar. Es más, no supieron contenerse y, por momentos, parecía que sufrirían una nueva tarjeta roja. Ahí, Pellegrini sustituyó a los amonestados y el encuentro bajó la temperatura. El Cádiz gestionó su ventaja y celebró una importante victoria que los deja en la decimocuarta posición, con 31 puntos. El Betis, en tanto, se estancó en la sexta ubicación, con 45 unidades.

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