¿Cuánto cuesta organizar el Mundial Sub 20?: el plan de la ANFP para llevar adelante la promesa cumplida por la FIFA

Pablo Milad junto a Gianni Infantino. Foto: ANFP.

Pablo Milad consiguió el respaldo del Congreso de la entidad, en Arabia Saudita, para asignarle el evento al país, en compensación por el papelón en que terminó la postulación al evento planetario adulto de 2030. Las exigencias son, naturalmente, menores. El costo bordea los US$20 millones, que serán cubiertos en su mayoría por la sede de Zúrich.



El 12 de octubre, Pablo Milad tuvo que recuperarse rápidamente para estar pleno en el partido entre Chile y Perú, en el Monumental. Había vuelto pocas horas antes desde Suiza. En Zúrich se reunió con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino. La cita tenía dos objetivos claramente establecidos: el primero era hacerle sentir a la máxima autoridad del fútbol mundial la molestia que existía por el desaire relativo a la organización del Mundial de 2030, en cuya candidatura sudamericana el país había tenido una activa participación. El segundo, a esas alturas, más trascendente, la posibilidad de conseguir alguna compensación de parte de la máxima autoridad del balompié.

En el último concepto, la delegación que salió dese Quilín, que también integraba Jorge Yunge, el secretario general de la ANFP y de la Federación, perseguía una finalidad concreta: la adjudicación de un evento que posicionara a Chile en el concierto futbolístico internacional y que, en definitiva, le devolviera el honor mancillado en esa infausta jornada en la que había sido marginado de la simbólica salida que aceptó la Conmebol luego de que el premio mayor se lo llevaran, finalmente, España, Portugal y Marruecos: que Uruguay, Argentina y Paraguay albergaran tres encuentros iniciales de ese certamen. Infantino asumió el compromiso de favorecer la postulación nacional en el Congreso de la organización, que se realizaría en Arabia Saudita. Este domingo, cumplió su palabra: Chile albergará el torneo.

Alegría

“El Mundial Sub-20 va a ser presentado en el Consejo de FIFA en Arabia Saudita, donde estamos invitados. Chile va a ser presentado por FIFA como candidato y con todo el apoyo de FIFA. Eso quiere decir que nosotros tenemos la primera posibilidad de organizar el Mundial Sub 20 de 2025. Un torneo organizado exclusivamente por nuestro país. Ya hemos organizado tres campeonatos internacionales con muy buena evaluación de Conmebol y estamos capacitados también para organizar un Mundial Sub-20″, expresó Milad en la antesala del choque ante los incaicos.

En Zúrich, el propio Infantino materializó la asignación. “El Consejo de la FIFA se reunió antes de las semifinales de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA 2023 en Jeddah, Arabia Saudita, y las competiciones juveniles fueron un tema importante en la agenda, ya que Chile fue designado por unanimidad como anfitrión de la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA 2025™. y Polonia como sede de la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA 2026″, declaró la FIFA, a través de un comunicado.

La ilusión de replicar el evento que el país organizó en 1987, donde se consagró Yugoslavia, con Mirko Jozic en la banca y estrellas como Davor Suker, Robert Prosinecki y Zvonimir Boban en el campo de juego, ya es un hecho. En ese certamen, Chile, dirigido por Luis Ibarra, terminó en el cuarto puesto. En esa justa se dieron a conocer nombres como Luka Tudor, Raimundo Tupper, Pedro González, Fabián Estay, Javier Margas y Camilo Pino, por citar a algunos.

Ver en Chile a estrellas juveniles que ya destaquen en sus primeros equipos implicará, eso sí, alguna dificultad: el Mundial Sub 20 no es parte de las fechas FIFA, por lo que los clubes no están obligados a cederlos a sus respectivas selecciones.

Las obligaciones de la ANFP

Por esos días de octubre, en la ANFP comenzaban a tirar líneas. La primera conclusión fue que en Chile existen estadios calificados para recibir el certamen. El Monumental, el Nacional, el refaccionado San Carlos de Apoquindo, que para esa fecha debería estar terminado, más los de recintos de Concepción, Iquique, Valparaíso y Coquimbo son los primeros que aparecen en los planes. Hay varios factores que favorecen la elección. Uno fundamental es la conectividad: salvo Valparaíso, todas las ciudades cuentan con aeropuertos, un factor que descarta a localidades ‘intermedias’ como Talca y Curicó, porque implicaría realizar viajes por la vía terrestre. En relación a la capacidad, sin embargo, en Zúrich no quieren que se repitan fenómenos de ediciones pasadas. “No les vale tanto que los estadios sean muy grandes, porque pueden haber partidos que no prendan tanto. Y que vaya poca gente, o más bien se vea poca gente, le quita valor al Mundial”, dicen desde la ANFP.

En ese contexto, la primera misión será alinear al gobierno y comprometerlo a hacerse parte de la iniciativa y, sobre todo, de las inversiones que deban realizarse en materia de infraestructura y conectividad. A Zúrich, de hecho, se llegó con una carta del ministro del Deporte, Jaime Pizarro, a modo de respaldo y compromiso. “Como gobierno de Chile, trabajaremos y apoyaremos todas las instancias que nos permitan seguir siendo sede de eventos deportivos internacionales de gran nivel, como ya nos ocurrió con los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos de Santiago 2023, con el Sudamericano Escolar y con el reciente Mundial Junior de Hockey Césped femenino. Más aún si estos eventos nos permiten seguir impulsando el talento de nuevas generaciones, generar inversión para nuestro país y seguir avanzando en el legado de infraestructura y práctica deportiva”, declaró, este domingo, la máxima autoridad deportiva nacional.

El otro pedido va por el lado más político: el de evitar actuaciones que puedan incomodar a la FIFA y que puedan ser considerados como intromisiones, como los dictámenes administrativos y judiciales en la relación comercial con las casas de apuestas, una materia de la que Infantino sostuvo estar enterado en la cumbre con Milad.

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El Estadio Nacional debería ser uno de los recintos para el Mundial Sub 20.

La evaluación preliminar es que el país está preparado para albergar el certamen, tal como lo estuvo hace ya 36 años, pero que requerirá de algunas actualizaciones en algunos aspectos, lo que requerirá de cohesión con las autoridades gubernamentales.

¿Cuál es el costo del Mundial?

En Quilín como en conocedores de la FIFA afirman que las condiciones están. “Los requerimientos para un torneo de 24 equipos son más altos que el año 1987, pero totalmente abordables. Con lo que hay y considerando que al 2025 debería estar el de la UC, no debería haber problemas”, puntualiza una fuente que conoce de estas materias en el ente rector del fútbol a niel global. La comparación está a la mano. “Un Mundial Sub 20 tiene características muy similares al Sub 17 que se organizó en 2015, que Chile organizó exitosamente”, añade.

El valor del certamen bordea los US$ 20 millones, según pudo averiguar El Deportivo. Desde Zúrich se hará llegar los fondos a la ANFP para destine el dinero al mejoramiento, entre otras cosas, a diferentes infraestructuras para recibir el evento. Lo cierto es que el viaje de Pablo Milad al congreso de la FIFA será clave para conocer todas las exigencias que la FIFA hará para levantar el Mundial. Y no solo será deportivo, ya que se tendrá que armar un Comité Organizador del Mundial que tendrá que contratar a diferentes expertos que asuman la responsabilidad de cubrir las exigencias que se realicen desde Suiza. En Argentina, por ejemplo, el país que recientemente organizó la cita Sub 20, se gastó cerca de US$30 millones. “Acá se debiese gastar un poco menos. También hay que buscar inversores”, dicen desde Quilín.

Los requerimientos, por cierto, son mucho menores que los que implica un torneo planetario a nivel adulto. El mínimo es de cuatro estadios, como aconteció en el de Argentina, que se disputó en La Plata, Mendoza, Santiago del Estero y San Juan, aunque la posibilidad de extenderlo a más subsedes está abierta. Naturalmente, la preocupación estará puesta en que se disponga de campos de juego en óptimas condiciones. En este sentido, se aceptan las superficies híbridas.

La única preocupación en ese contexto es que el certamen suele programarse para mayo o junio, época invernal en el país. Ahí, la preparación de las canchas y la tecnología que se use para mantenerlas en óptimo nivel juega un rol fundamental. Australia y Nueva Zelanda, que organizaron el Mundial Femenino de este año en pleno invierno del hemisferio sur sortearon ese factor sin inconvenientes. Sin embargo, ya está claro en que se jugará entre mayo y junio de 2025.

Chile suma, además, otro elemento a favor: cuenta con la hotelería y los campos de entrenamiento suficientes para recibir a las delegaciones y las autoridades.

La inversión es, en ese sentido, relativa. “Depende de la condición de base, que acá es buena. Acá se requerirían inversiones de mejora de legado. No se necesita construir”, apunta el diagnóstico inicial.

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