Sólo 69 días en el cargo: Presidente de Perú saca a su primer ministro y busca poner fin a crisis con nuevo gabinete

El Presidente de Perú, Pedro Castillo, aceptó la dimisión del polémico jefe de gabinete, Guido Bellido. Foto: AFP

Guido Bellido, representante del ala dura del oficialista partido Perú Libre, presentó su dimisión en medio de una ola de críticas. "He decidido tomar algunas decisiones en favor de la gobernabilidad", justificó el mandatario izquierdista Pedro Castillo.


La crispación acumulada al interior del Ejecutivo peruano terminó por estallar. Por pedido del Presidente Pedro Castillo y con tan solo 69 días en el cargo, su primer ministro, Guido Bellido, presentó ayer una carta de renuncia irrevocable. Así, con la juramentación de un nuevo gabinete, el gobierno izquierdista busca apaciguar la polarización instalada en el país. Sin embargo, aumenta la tensión ante un posible quiebre entre las filas de Perú Libre tras la salida de Bellido, representante del ala dura del partido oficialista.

“Perú espera mucho de sus autoridades. Es momento de poner al Perú por encima de toda ideología y posiciones partidarias. Por ello, informo al país que hemos aceptado la renuncia del presidente del Consejo de Ministros, Guido Bellido Ugarte”, anunció ayer Castillo en una breve declaración.

El primer ministro de Perú, Guido Bellido, junto a los ministros de su gabinete, en Lima. Foto: AFP

En respuesta a su dimisión, Bellido otorgó una conferencia de prensa en la que agradeció a Castillo por haberle dado la oportunidad de formar parte de su gobierno. “Desde aquí saludo al presidente por darnos la oportunidad de trabajar por el país. Creo haber desarrollado el cargo con decoro y de acuerdo a las promesas de campaña”, dijo. “No sabemos cuáles son las causas. Hoy el presidente solicitó que presente la carta de renuncia e inmediatamente cumplí con ese pedido”, aseguró.

Según el diario limeño El Comercio, Bellido es el segundo jefe de gabinete que menos tiempo duró en el arranque de un gobierno en los últimos 41 años. Tan solo es superado por Ántero Flores-Aráoz, quien también presidió un equipo ministerial de estreno durante el fallido período de Manuel Merino. Sólo duró seis días en el cargo, en noviembre de 2020.

La prensa local asegura que la salida de Bellido se dio ante los “serios cuestionamientos por sus investigaciones fiscales, las contradicciones, el desorden al interior del gabinete y sus enfrentamientos públicos con el canciller Óscar Maúrtua”. Horas antes del anuncio, la excandidata presidencial y líder de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, enfatizó que “es momento de iniciar una interpelación” contra Bellido. “Pienso que la presencia del señor Bellido le hace mucho daño no solo al país, sino al propio Pedro Castillo, creo que es importante su salida”, dijo Fujimori Higuchi.

El analista político peruano Pedro Tenorio dijo a La Tercera que “la salida de Guido Bellido le da un nuevo aire al gobierno de Pedro Castillo, agobiado por la confrontación permanente que alentaba el premier contra sectores políticos y empresariales, atizando el fantasma del cierre del Congreso y de eventuales nacionalizaciones de algunas importantes concesiones entregadas por el Estado peruano en las últimas décadas”.

“Desde que (Bellido) ingresó al poder, el gobierno de Castillo había deteriorado rápidamente su relación con el Congreso, donde está lejos de tener mayoría, y ello alentaba el deseo de algunos sectores por vacar del cargo al presidente, bajo causal de ‘incapacidad moral’, con lo que la crisis política se había agudizado durante las últimas semanas”, explicó Tenorio.

El Presidente de Perú, Pedro Castillo, y su gabinete en camino al Congreso, en julio pasado. Foto: AFP

“Lo que comienza mal no puede terminar bien. Bellido nunca tuvo la capacidad que debería mantener un primer ministro para ser un coordinador entre los ministerios y un articulador con los demás poderes del Estado. El señor Bellido ha tenido un comportamiento casi matonesco, una figura que solo ha generado dificultades en las comunicaciones, peleas entre ministros y poderes del Estado. El gran culpable es el Presidente Castillo, que tiene graves problemas de autoconfianza, falta de comunicación y falta de talento para gobernar un país”, explicó a La Tercera el analista político peruano Luis Nunes.

Por su parte, el politólogo peruano Eduardo Dargent sostiene que “lo único claro es que Castillo se hartó de tener el enemigo adentro y todo reventó”. Un aspecto clave será la conformación del nuevo gabinete, que el mandatario tenía programado presentar en una ceremonia a las 20.00 de anoche (22.00 hora de Chile).

Según el diario peruano Gestión, en reemplazo de Bellido sería nombrada la expresidenta del Congreso Mirtha Vásquez. De igual manera, se tiene previsto cambios en los ministerios de Trabajo, Cultura, Interior y de Energía y Minas, aseguró el periódico.

“La recomposición del gabinete ministerial le da a Pedro Castillo la oportunidad de ‘reiniciar’ su gobierno, replanteando sus prioridades y convocando, se espera que así sea, a personas más capacitadas para acompañarlo en sus labores de Estado. Varios de los ministros y funcionarios convocados por el propio Castillo no han estado ajenos a serios cuestionamientos o escándalos, por lo que toca al propio presidente afinar más su capacidad de convocatoria”, asegura Tenorio.

En respuesta a la salida de Bellido, el vocero de la bancada de Perú Libre, Waldemar Cerrón, convocó a una reunión de urgencia por la “coyuntura”. Sin embargo, la figura del primer ministro saliente estaría lejos de alejarse de la política. Según El Comercio, Bellido envió un oficio a la Oficialía Mayor para retomar sus labores como congresista electo por Cusco.

Bellido, el foco de tensión interna

“En mi compromiso por abordar prioritariamente los grandes problemas del país, como la salud, el hambre, la pobreza, he decidido tomar algunas decisiones en favor de la gobernabilidad. El equilibrio de poderes es el puente entre el Estado de derecho y la democracia, debe procurar tranquilidad y cohesión del gobierno, es así que tanto la cuestión de confianza, la interpelación, como la moción de censura, no debería usarse para crear inestabilidad política”, señaló ayer Castillo.

El mensaje iba en clara referencia al ambiente de incertidumbre que se incrementó desde fines de septiembre, cuando Bellido deslizó la posibilidad de pedir la cuestión de confianza al Legislativo si es que los congresistas censuraban al ministro del Trabajo, Iber Maraví, que debió aclarar ante el pleno los vínculos con el grupo terrorista Sendero Luminoso. Las declaraciones fueron asumidas como una “amenaza” por las bancadas de oposición. De hecho, la presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, llegó hasta el Palacio de Gobierno para reunirse con Castillo, quien debió salir a aclarar que una moción de confianza estaba fuera de la mesa.

El Presidente de Perú, Pedro Castillo, durante un acto en Cusco. Foto: AFP

“Luego de varios días de innecesaria incertidumbre y de ministros muy cuestionados, saludamos la decisión del Presidente Castillo de cambiar al gabinete ministerial. El Congreso tiene la mejor disposición para el diálogo y la gobernabilidad”, enfatizó ayer Alva tras la reestructuración del Ejecutivo.

La llegada al gobierno de Bellido, uno de los más estrechos colaboradores del fundador de Perú Libre, Vladimir Cerrón, generó polarización en Perú. El político de 42 años juró el pasado 29 de julio, mientras tenía una investigación abierta por presunta “apología al terrorismo”. A esto se sumó la denuncia por agresiones verbales presentada por la legisladora de Avanza País, Patricia Chirino, contra Bellido. Justamente ayer, la justicia dictó una orden de alejamiento para el premier saliente, así como la obligación de realizarse un examen psicológico.

Además, Bellido era uno de los focos de choques al interior del gabinete. El pasado 26 de septiembre, el ahora exjefe del Consejo de Ministros anunció la eventual “nacionalización” del yacimiento de gas natural de Camisea, si la empresa privada se negaba a “renegociar el reparto de utilidades a favor del Estado”. Su declaración empujó al Presidente Castillo a calmar los ánimos asegurando en un mensaje en Twitter que “cualquier renegociación se dará con respeto irrestricto al Estado de derecho y velando por los intereses nacionales. El Estado y el sector privado trabajando juntos por un Perú mejor”.

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