Primera ministra británica en la cuerda floja: conservadores ya piensan en su reemplazo

La primera ministra británica Liz Truss asiste a una conferencia de prensa en Londres, el 14 de octubre de 2022. Foto: Reuters

La mayoría de los miembros del partido quiere que Liz Truss sea reemplazada y uno de los nombres que más suena para ello es el de Boris Johnson, el mismo a quien ella sucedió a comienzos de septiembre.


La mayoría de los miembros del Partido Conservador creen que Liz Truss debería renunciar como primera ministra. Así reveló una encuesta de YouGov realizada a 530 miembros, que encontró que el 55% piensa que la jefa de gobierno debe dimitir, mientras que solo el 38% quiere que permanezca en el cargo.

Después de meses de incertidumbre que culminaron con la dimisión del anterior primer ministro, Boris Johnson, ahora la encuesta interna del Partido Conservador muestra que el candidato favorito para, hipotéticamente, reemplazar a Truss es, de nuevo, Johnson.

Uno de cada tres (32%) dice que Johnson es la persona que más le gustaría para que asumiera, seguido por el 23% del exministro de Finanzas y rival de Truss por el liderazgo del partido, Rishi Sunak, y el 10% del secretario de Defensa, Ben Wallace.

En cuanto a su capacidad para manejar el papel de primer ministro, la mayoría de los miembros del partido piensa que cuatro de una lista de 11 posibles sucesores serían buenos reemplazos: Boris Johnson (63%), Ben Wallace (62%), Rishi Sunak (60%) y la líder de la Cámara de los Comunes, Penny Mordaunt (54%).

Los hallazgos representan un nuevo golpe para Truss, que se produce menos de dos meses después de que fuera elegida líder tory. La excanciller del gobierno de Johnson asumió en reemplazo de este último recién el 6 de septiembre pasado.

Truss enfrenta malestar en el gabinete por sus planes de recortes del gasto público en todos los departamentos después de que su desastroso minipresupuesto pusiera en riesgo importantes compromisos. La primera ministra celebró el martes una reunión de gabinete de 90 minutos, en la que advirtió a los ministros que se avecinaban “decisiones difíciles”, escribió el diario The Guardian.

La primera ministra británica, Liz Truss, abandona el Parlamento en Londres, el 17 de octubre de 2022. Foto: Reuters

Hunt dijo que “todo está sobre la mesa”, mientras se esfuerza por encontrar decenas de miles de millones de libras en ahorros después de abandonar el plan económico de Truss. La salud, la educación y el bienestar se encuentran entre las áreas que se espera que se vean afectadas.

Un funcionario de gobierno dijo al periódico londinense que los departamentos ya se estaban preparando para recortes “significativamente más altos” de lo planeado anteriormente, y se estima que los cambios en las políticas de impuestos de Hunt recaudarán US$ 36 mil millones, dejando un déficit de US$ 43 mil millones en las finanzas públicas.

“Truss permanece en una posición precaria, ya que, de hecho, entregó el poder a Hunt, con una encuesta de YouGov que muestra que la mitad de los miembros conservadores piensan que debería renunciar. Una mayoría significativa también apoyaría la coronación de un nuevo primer ministro por parlamentarios conservadores. Se espera que los ministros principales aprovechen la debilidad de Truss y resistan los recortes profundos, con el secretario de Defensa, Ben Wallace, indicando que estaría preparado para renunciar a su trabajo si el primer ministro no cumple su promesa de campaña de gastar el 3% del PIB en defensa antes de 2030″, apuntó The Guardian.

Una figura importante del partido, Michael Gove, dijo en un evento privado -citado por el diario The Times- que no se trata de si Truss renuncia, sino que cuándo lo hará, ya que advirtió a los británicos que esperen “mucho dolor en los próximos dos meses”.

“Estamos pasando por el infierno y después del infierno viene el purgatorio y el paraíso”, sostuvo Gove. “El purgatorio va a ser una dura medicina económica aplicada en este país y en otros lugares. Por cuánto tiempo, no lo sé. Pero hasta que la tasa de interés aumente y se implementen otras medidas necesarias para matar y reducir la inflación, entonces no saldremos de este lío”, añadió.

Cuando se le preguntó si “ya no era una cuestión de si Liz Truss se va, sino cuándo se va”, Gove estuvo de acuerdo en que tenía “toda la razón”. Agregó: “La pregunta para cualquier líder es qué sucede cuando el programa o la plataforma en la que aseguró el liderazgo ha sido destrozada”.

Alrededor del Parlamento se están reuniendo grupos de conservadores para discutir su futuro y determinar si uno de sus rivales puede reemplazarla, escribió en The Telegraph el editor asociado de política del diario, Cristopher Hope. El único factor que la mantiene en su lugar es la ausencia de un mecanismo de reemplazo, como dijo el martes a la BBC Simon Hoare, diputado del ala moderada del partido. “Hasta que ese problema se resuelva, ¿qué estamos tratando de lograr aquí?”, señaló al respecto.

“Por eso creo que Truss seguirá cojeando durante semanas o incluso meses, como una ‘primera ministra zombi’, en el cargo, pero no en el poder. Las cosas podrían ser más fáciles. El tiempo está de su lado. Ella no tiene que convocar elecciones generales por más de dos años, que como sabemos es mucho tiempo en la política moderna”, escribió Hope.

Pero algunos eventos podrían ayudar a Truss. Es probable que ahora los pronósticos a mediano plazo de la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria del 31 de octubre sean mucho más favorables para los mercados. El Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra podría no aumentar las tasas de interés tanto como se temía cuando se reúna el 3 de noviembre, advirtió el editor de The Telegraph.

Y el 8 de noviembre se publica una importante remodelación de los distritos electorales que debería fortalecer la autoridad de Truss como líder, ya que docenas de parlamentarios conservadores miran hacia la Oficina Central Conservadora y piden ayuda para encontrar nuevos escaños en las próximas elecciones.

“Pero primero ella tiene que pasar esta semana. Y la atmósfera entre los ministros y diputados es, como me dijo un miembro influyente del partido con cierta subestimación, ‘febril’”, sostuvo.

Truss se iba a reunir el martes con el Grupo de Investigación Europea, ala de extrema derecha de los conservadores y normalmente leales a ella, para pedirles perdón. Y los “tories” de alto nivel esperan que el presidente del Comité 1922, Sir Graham Brady, le transmita la preocupación entre los diputados sobre los turbulentos últimos días en las próximas 36 horas.

Para muchos observadores el desempeño de Truss en la sesión de preguntas de los miércoles en la Cámara de los Comunes se considera como “un éxito o un fracaso” para su permanencia. “Un ‘tory’ me dijo: ‘Si lo hace bien, puede estabilizar el barco; si no, las cosas se deteriorarán rápidamente’”, indicó Hope.

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