Figueres Olsen apuesta a triunfo en balotaje para lograr un segundo mandato en Costa Rica

José María Figueres Olsen celebra en la sede de Liberación Nacional su victoria en la primera vuelta presidencial de Costa Rica. Foto: AFP

El ingeniero industrial, hijo de uno de los hombres clave en la historia del país centroamericano, ganó la primera vuelta de las elecciones presidenciales este domingo. Con la herencia política de su padre y polémicas financieras a cuestas, el candidato de Liberación Nacional podría tener su revancha definitiva en la segunda vuelta del próximo 3 de abril.


José María Figueres Olsen, expresidente de Costa Rica, está de lleno en la carrera por el período 2022-2026. Dejando atrás al candidato del oficialismo, Welmer Ramos; a la líder de su histórico partido rival, Lineth Saborío; y al pastor evangélico que había sorprendido en las elecciones pasadas, Fabricio Alvarado, Figueres Olsen se enfrentará en el balotaje con un inesperado oponente: el economista socialdemócrata Rodrigo Chaves.

Siguiendo lo que las encuestas ya vaticinaban, el militante del partido Liberación Nacional se llevó este domingo el primer lugar, con un 27,3% de los votos, en unos comicios marcados por la gran cantidad de candidatos -25-, y la altísima abstención, que rompió récords superando el 40%. Lo que no se esperaban los sondeos fue el paso de Chaves, que con un 16,7% de las preferencias ya prepara su campaña, en miras al balotaje del 3 de abril.

Habiendo sido presidente entre 1994 y 1998, la figura de José María Figueres Olsen está marcada por los cuestionamientos que siguieron a su gobierno, cuando fue director del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, llegando a perder el cargo debido a consultorías que habría realizado con Alcatel. A pesar de eso, el líder de Liberación Nacional pretende, a sus 67 años, ser quien “transforme y rescate” a Costa Rica.

José María Figueres Olsen, visitando la tumba de su padre, el sábado anterior a las elecciones. Foto: AFP

La historia de Figueres Olsen parte forzosamente con la figura de su padre, José Figueres Ferrer. Tres veces presidente de Costa Rica, “Don Pepe” entró en 1948 en la política por la vía armada, saliendo victorioso de una guerra civil, fundando la Segunda República Costarricense y aboliendo el Ejército, con un acto simbólico en que derribó las paredes de un cuartel a mazazos.

Desde la revolución en adelante, Liberación Nacional sería siempre “el partido a derrotar” en las elecciones: 9 presidentes a partir de 1948 llevaron los colores verde y blanco del partido de Figueres Ferrer. En 1982 se terminó de configurar el bipartidismo que enfrentaría a esta colectividad con la Unidad Social Cristiana, y todos los mandatarios “ticos”, hasta el año 2014, fueron militantes de uno u otro partido.

Don Pepe murió en 1990, y cuatro años después su hijo, Figueres Olsen, tomaría la banda presidencial. Antes, se había graduado como ingeniero industrial en la Academia Militar de West Point, había sido ministro de Comercio Exterior y sacado una maestría en Administración Pública en Harvard.

José María Figueres Olsen junto a su esposa, Cinthia Berrocal, en la sede del partido Liberación Nacional. Foto: AFP

Liderando el mismo partido que su padre, el centrista Liberación Nacional, Figueres Olsen se hizo del sillón presidencial en 1994, dando paso a un gobierno en el que se hicieron recortes al sector público. Uno de los grandes méritos de su mandato fue la entrada de la empresa norteamericana Intel al país. También impulsó el ecoturismo en un país, donde el 25% del territorio está configurado como Reserva Natural o Parque Protegido. Sin embargo, en los mismos cuatro años se cerraron el Banco Anglo y el Instituto Costarricense de Ferrocarriles.

Después de su mandato, llegó a ser director del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, pero se hizo célebre por una cuestionada consultoría a la empresa francesa Alcatel, a la cual le había cobrado junto a su círculo US$ 2,7 millones. Luego de perder el cargo en Davos, se fue a vivir a España, donde obtuvo la nacionalidad en 2008. Hasta el día de hoy, Figueres señala que nunca fue llevado a juicio ni acusado por nada en el Caso Alcatel, acusando a la Asamblea Legislativa de entonces de crear un “show político y mediático”.

Partidarios de José María Figueres celebran los resultados de las elecciones en las calles de San José, Costa Rica. Foto: AFP

Ahora, más cerca que nunca de su segundo mandato, Figueres Olsen se muestra optimista: “Estamos a un paso de empezar la transformación de Costa Rica. Ganamos esta primera ronda por un robusto margen y eso nos da también una enorme responsabilidad. Mañana mismo continuaremos el trabajo incansable para el triunfo final el próximo 3 de abril”, comentó después de conocer los resultados.

Sus metas hoy son ambiciosas, y Figueres Olsen ha hablado de bajar el desempleo a menos del 7%, cuando hoy ese índice está en un 14%. Así mismo, el candidato centrista pretende alcanzar un crecimiento del 5% de forma sostenida.

En cuanto a la política internacional, uno de los temas más importantes para el gobierno “tico” es la situación de su país vecino, Nicaragua. Al respecto, Figueres Olsen declaró en una entrevista que, a pesar de lo que digan sus colegionarios de Liberación Nacional, el sí mandará un embajador tanto a Managua como a Panamá: “Me parece que corresponde tener un embajador ante los dos países vecinos. Esto es una responsabilidad y una cortesía diplomática, y es una manera de mandar señales adecuadas”.

Luego de la masiva abstención de este domingo -la mayor en 60 años-, y con más de un 60% de los votantes repartidos entre los otros 23 candidatos, tanto Figueres Olsen como Chaves se verán en la obligación de hacer alianzas con otras fuerzas políticas. Se vienen casi dos meses de campaña en miras al balotaje del 3 de abril, y quien gane esos comicios se pondrá la banda tricolor el 8 de mayo.

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