China construye influencia distribuyendo vacuna contra Covid-19 y deja a Estados Unidos al margen

Trabajadores descargan palets con vacunas Sinopharm en el aeropuerto Internacional de Cairo, Egipto. Foto: Reuters

Beijing está armando una cadena de aviones, almacenes y camiones para entregar dosis refrigeradas al mundo en desarrollo.


Un nuevo y gran terminal de carga en el aeropuerto en la capital de Etiopía es el centro de una vasta red de suministro que China está armando para distribuir rápidamente sus vacunas de coronavirus y profundizar su influencia a lo largo del mundo en desarrollo.

A un extremo hay un congelador del tamaño de una cancha de fútbol para almacenar viales de compañías farmacéuticas controladas por el Estado chino. En el otro lado, hay una sala de control con una pared llena de monitores donde los técnicos chinos y etíopes registran las temperaturas de cada lote.

Esta semana, más de un millón de dosis de las nuevas vacunas chinas contra Covid-19 pasarán por aquí, según funcionarios de Ethiopian Airlines. Miles de dosis ya han pasado por ahí, dijeron funcionarios ugandeses. Se espera que lleguen más entregas a través de una asociación entre el gigante tecnológico chino Alibaba Group Holding y Ethiopian Airlines, dijeron funcionarios de la aerolínea estatal.

Está en juego un potencial premio de poder blando: la buena voluntad de los políticos y la gente de todo el mundo en desarrollo en necesidad de vacunas Covid de bajo costo, y el prestigio de ser vistos como la nación con la capacidad de actuar como guardián de la salud pública global.

Por meses, el gobierno de China, las empresas estatales y privadas, han sentado las bases para un impulso de las vacunaciones desde África hacia el Medio Oriente y Latinoamérica. Han ensamblado una cadena de suministros que podría mantener los controles de temperatura desde el punto de manufactura pasando por cada paso de la distribución y además la “Ruta de la Seda de la Salud”, como Beijing la ha llamado.

Oficiales de policía de Hong Kong esperan para recibir la dosis de la vacuna Sinovac en un centro en Hang Kong. Foto: Reuters

“Existe una real oportunidad de China de ganar si lo hacen bien”, dijo Ray Yip, un experto en salud pública y exdirector en China de Bill and Melinda Gates Foundation. A medida que Estados Unidos y Europa se preocupan de sus propias poblaciones, comenta, China puede entrar como un “soldado con brillante armadura”.

El gobierno de Trump se concentró en acumular suministros de vacunas para uso doméstico y descartó participar en la campaña internacional conocida como Covax, respaldada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que tiene como objetivo suministrar dosis suficientes para inocular al 20% de las personas del mundo en desarrollo para finales del 2021. El equipo del Presidente (Joe) Biden ha anunciado US$ 4 mil millones en fondos para Covax, la mitad de los cuales se entregarán de inmediato.

El líder chino Xi Jinping anunció ya en junio que África recibiría vacunas chinas. El ministro de Relaciones Exteriores en China, Wang Yi, quien realizó una gira por cinco países africanos en enero, dijo en su declaración de Año Nuevo que la distribución de vacunas en África será prioridad para Beijing este año.

El ministro chino de Relaciones Exteriores dijo en una declaración escrita que China está trabajando para proveer a más de 60 países y que más de 20 ya están usando las dosis. En África, comenta, China ha provisto vacunas a Guinea Ecuatorial, Zimbabwe y Sierra Leona, y tiene planes de proporcionar servicios a 16 países más en el continente.

África cuenta con algunos de los lugares más difíciles para distribuir vacunas, ya que muchos países carecen de la infraestructura apropiada para recibirlas y transportarlas. Dos de las vacunas líderes de compañías farmacéuticas occidentales, cuyos estudios han mostrado tener una efectividad mayor al 90%, usan una nueva tecnología conocida como mRNA, y deben ser almacenadas a temperaturas extremadamente bajas. Una nueva investigación de este mes indica que una de esas, fabricada por Pfizer y BioTech SE, podría almacenarse en congeladores corrientes en vez de los ultrafríos.

Tres vacunas hechas por las compañías chinas Sinopharm, Sinovac BioTech y CanSino Biologics, basadas en métodos de fabricación de vacunas más tradicionales, pueden ser almacenadas ocupando refrigeración convencional y, por lo tanto, han sido más fáciles de distribuir en los países en desarrollo.

Los ensayos clínicos sugieren que el rango de eficacia de las vacunas chinas está entre el 50,4% y el 86%, por encima del umbral del 50% que la OMS considera necesario para proteger a las poblaciones. Pero los fabricantes de las vacunas chinas han provisto pocos detalles acerca de cómo los investigadores calcularon los rangos de eficacia. Muchos expertos en salud pública tienen preguntas sobre los datos de las vacunas chinas y advierten que no se debe proceder demasiado rápido, incluido el uso de las inyecciones en personas mayores.

Los ensayos de la vacuna Sinovac en Brasil fueron suspendidos, pero se reanudaron el año pasado después de que se informara que un voluntario murió por suicidio. Desde entonces, no se han reportado casos de salud graves entre las personas que han tomado la vacuna.

Un cargamento de 600 mil dosis donadas por China llegan a Cambodia. Foto: Reuters

Una portavoz de CanSino declinó hacer comentarios. Sinovac y Sinopharm no respondieron a las solicitudes de comentarios. El presidente de Sinopharm dijo a un diario del Partido Comunista que no se han producido efectos adversos graves en las personas que toman la vacuna.

La diplomacia de las vacunas

Algunos analistas políticos dicen que China corre el riesgo de prometer demasiado en un área en la que tiene poca experiencia. Un percance de la vacuna podría tener un gran impacto en la reputación de China. Mientras tanto, Beijing ha vacunado solamente al 3% de sus propias 1.400 millones de personas, y los analistas dicen que los fabricantes de vacunas chinos se enfrentan a limitaciones de producción.

Y la diplomacia de las vacunas no es una victoria segura para Beijing, que ha cultivado una nueva generación de diplomáticos conocidos como “lobos guerreros” (en referencia a su estilo diplomático duro) que se imponen en las redes sociales, enfrentándose a enemigos grandes y pequeños. En muchas capitales se ha visto que sus agresiones debilitan los intentos anteriores de Beijing para ganarse amigos con donaciones de mascarillas y otros equipos de protección personal.

Aun así, “las personas que reciben las vacunas chinas cambiarán sus impresiones sobre el país”, dijo Peng Nian, investigador del Instituto Nacional de Estudios del Mar del Sur de China, un grupo de expertos respaldados por el gobierno. “Eso es difícil de conseguir mediante proyectos de construcción a gran escala o acuerdos gubernamentales”.

La primeras entregas y compromisos muestran los lazos que China ha construido alrededor del mundo, incluso en lugares donde ha llegado su proyecto de la Franja y de la Ruta junto a otras inversiones, desde la energía hidroeléctrica hasta la minería. Los países que están utilizando las vacunas chinas han prometido su apoyo a los intereses globales de China.

Más de una docena de países han aprobado el uso de las vacunas chinas, y algunos funcionarios de la salud en Europa han dicho que se debería considerarlas. Se han entregado dosis a lugares como Marruecos, Turquía, y Egipto. Los líderes nacionales que han sido vacunados públicamente con las inyecciones chinas van desde Mohammed bin Rashid al Maktoum, gobernante de Dubái, hasta el Presidente indonesio, Joko Widodo, y el Presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

Los fabricantes de las vacunas chinas han firmado contratos para suministrar más de 500 millones de dosis a otros países, de acuerdo a la firma de investigación Gavekal Dragonomics. Indonesia se ha asegurado la mayor cantidad de dosis desde China, firmando por 125 millones de dosis de Sinovac, según la firma.

Estados Unidos ha pedido 600 millones de vacunas autorizadas de Pfizer y Moderna Inc., y tiene contrato con otras vacunas si es que fueran autorizadas.

Las Seychelles comenzaron a vacunar a sus residentes el 7 de enero con 50.000 dosis de Sinopharm donadas por los Emiratos Árabes Unidos, informó el Ministerio de la Salud, dosis suficientes para vacunar a la mitad de la población de la estratégica nación del Océano Índico, donde Beijing ha intentado durante años descarrilar a India en sus esfuerzos de establecer un puesto de avanzada militar. El 15 de febrero, Zimbabwe recibió 200.000 dosis de la vacuna de Sinopharm, una donación de China, de acuerdo a un tuit del Ministerio de la Salud del país. Senegal recibió 200.000 dosis a inicios de febrero, comentó su Ministerio de la Salud en un comunicado a través de internet.

Cadena de frío

Uno de los primeros destinos para las vacunas chinas que se movían a través de la terminal de carga Addis Abeba fue Uganda, de acuerdo a funcionarios etíopes y ugandeses. Unas 70 toneladas métricas de vacunas Sinovac y Sinopharm ingresaron al aeropuerto de Entebbe en la última semana de diciembre y se entregaron a los trabajadores de un parque industrial al norte de Kampala, a algunos altos funcionarios ugandeses, según funcionarios gubernamentales, médicos y un memorando distribuido en el Ministerio de la Salud de Uganda, revisado por The Wall Street Journal.

En el complejo de Kampala de SinoAfrica Medicines & Health, una unidad del gigante médico estatal chino Northern International Group, guardias privados con escáneres de temperatura y policías armados vigilan una bodega recientemente remodelada.

Más allá de su barrera de tres metros, SinoAfrica instaló construcciones de control de temperatura para almacenar las vacunas chinas que serán distribuidas en Uganda y en todo el este de África. Los camiones de reparto equipados con refrigeradores están listos. En los próximos días, comenzarán a entregar dosis de las vacunas dentro y fuera de la capital.

En la infraestructura de la cadena de frío de China, Etiopía es un eje. En diciembre, funcionarios chinos y etíopes iniciaron la construcción de los Centros Africanos para el Control y la Prevención de Enfermedades en Addis Ababa, una sede de 90.000 metros cuadrados que será financiada en gran parte por China y construida por empresas constructoras chinas.

La cadena de frío de China a través de Etiopía tiene una plantilla probada en los primeros días de la pandemia. Tras un acuerdo el año pasado entre el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, y el fundador de Alibaba, Jack Ma, Ethiopian Airlines distribuyó más de 14 millones de mascarillas quirúrgicas, guantes y otros equipos de protección fabricados en China, donados por la Fundación Jack Ma y la Fundación Alibaba a países en África.

Los aviones de Ethiopian Airlines encabezaron el esfuerzo, trabajando con el brazo de logística de Alibaba para distribuir el lote inicial de equipamiento chino a 52 de los 54 países de África en solo siete días, según Ethiopian Airlines.

En países con problemas de liquidez como Zimbabwe, Nigeria y Sudán, donde los médicos de primera línea muchas veces pasan meses sin sueldo, las donaciones de Ma fueron recibidas con aplausos. Los ministros africanos del gabinete se alinearon en la pista de aterrizaje para presenciar la descarga de los equipos de protección. La televisión estatal china lanzó un corte de película entre el primer avión de Ethiopian Airlines despegando de la ciudad de Guangzhou y el personal de la torre de control allí. “Gracias, China”, dice el piloto. El controlador responde: “Larga vida a la amistad China-África”.

Ma y China ganaron titulares positivos en todo el mundo, después de semanas en las que China fue responsabilizada por el origen del virus. Después del éxito de la asociación, Ahmed incentivó a Ethiopian Airlines a profundizar los lazos con las empresas chinas. Ethiopian Airlines cambió su negocio de pasajeros a uno de carga y logística.

A inicios de diciembre, Ethiopian lanzó una alianza de logística de vacunas con Alibaba, planificando vuelos dos veces a la semana para trasladar vacunas hacia África y otras partes del mundo. Una portavoz de Alibaba dijo que la compañía ha realizado un vuelo de prueba y está en conversaciones con “interesados clave” para asegurarse de que los vuelos funcionen sin problemas.

“Las vacunas ahora son la prioridad de nuestra compañía”, comentó Fitsum Abady, el jefe de logística de Ethiopian Airlines. “Es una misión que se da una vez en la vida”.

Es probable que el esfuerzo por la vacuna les presente a las dos compañías desafíos más allá de su experiencia previa, dijeron operadores logísticos y analistas. Los requisitos para la logística de las vacunas son más estrictos que sus operaciones normales de cadena de frío, explicaron. Y el brazo de logística de Alibaba también opera como una plataforma intermediaria conectando a consumidores con proveedores de servicios externos, lo que lo expone a riesgos, ya que puede tener dificultades para monitorear todo el proceso de entrega, dijeron.

Mientras tanto, el imperio empresarial de Ma se ha visto presionado por las autoridades chinas después de un discurso que dio criticando a los reguladores financieros del país, que llevó al Presidente Xi a cancelar la Oferta Pública Inicial del gigante de la tecnología financiera Ant Group, propiedad de Ma. Ant ha informado que está cumpliendo con los requisitos oficiales y está revisando sus negocios.

Aun así, los planes para distribuir las vacunas chinas continúan desarrollándose. El paso de las vacunas se fiscalizará en el nuevo centro de monitoreo de la terminal, lugar donde los sensores fabricados en China, empaquetados con la vacuna, envían actualizaciones constantes sobre la temperatura dentro de los paquetes. El jefe del departamento de logística, Yibeltal Mariyam, dijo que están llegando nuevos pedidos de países como Kenia y Sudáfrica.

“El lanzamiento de la vacuna no tomará seis meses, serán dos años para implementarlo en África”, dijo Bisrat Mariyam, gerente del equipo farmacéutico de Ethiopian Airlines. “Probablemente más”.

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