La amarga noche de Keanu Reeves en un festival de Metal: “Me mataron”

El actor era bajista en la banda Dogtsar, que recientemente anunció su reunión. Pero en su primer período activo, en los años noventas, vivió una tensa situación el día en que se presentaron en el Milwaukee Metal Fest. Esta es la historia.


A veces la fama puede ser un lastre. Así le ocurrió al actor Keanu Reeves en los días en que era parte de Dogstar, una banda de rock alternativo con la que inició una carrera musical y que recientemente anunció su reunión tras disolverse originalmente en el año 2002.

Formados inicialmente en 1991 a partir del encuentro entre Reeves y el también actor Robert Mailhouse (Seinfield, Days of our lives), el grupo exploró una sonoridad más cercana al punk y el rock de garage. En principio se llamaron Small Fecal Matter antes de decidirse por su nombre definitivo, con el que grabaron dos discos Our Little Visionary (1996) y Happy Ending (2000).

Aunque el grupo nunca tuvo un gran impacto comercial, y ni siquiera fue una amenaza para la carrera actoral de Reeves (que ya había logrado repercusión en filmes como La excelente aventura de Bill y Ted), les alcanzó para tocar en shows con David Bowie y Bon Jovi. Incluso, lograron ser incluidos en la edición 1994 del afamado festival Glastonbury.

Pero en 1992 pasaron por una situación particular. Alguien pensó que sería buena idea incluirlos en el Milwaukee Metal Fest, un evento dedicado al death metal, que ese año tuvo un cartel con nombres como Deicide, Cannibal Corpse, Obituary, entre otros.

Pero la decisión fue un rotundo error. En una entrevista con GQ de 2019, Reeves recordó ese día. “Tocamos en el Milwaukee Metal Fest”, dijo antes de agregar: “Me mataron”. Ocurrió que el rudo público metalero no le dio una buena recepción al tosco grupo en que el futuro protagonista de Matrix tocaba el bajo.

Los músicos notaron la reacción en el escenario. ”Creo que tocamos cerca de Murphy’s Law. Imagínate. Así que tocamos una versión de Grateful Dead en el Milwaukee Metal Fest. Pensamos: ‘Nos odian ¿qué estamos haciendo aquí? ¿qué podemos hacer? Hagamos una versión de The Grateful Dead’. Eran como ‘vete a la mierda, apestas’. Tenía la sonrisa más grande en mi cara, hombre”.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.