Cristóbal Gumucio, director de Matucana 100: “Con lo digital, el sector cultural no sobrevive”

"Algo positivo de toda esta situación es que entró en discusión la pregunta de si es esencial o no el arte. ¿Deben ser el arte y la cultura materia de una política pública sectorial o bien deben ser un eje transversal, como la salud? ", dice Cristóbal Gumucio, director de Matucana 100. Foto: Luis Sevilla.

Con más de 270 mil asistentes, virtuales y presenciales el año pasado, Matucana 100 ya tiene un plan híbrido para celebrar sus 20 años en 2021.


Por ocho meses tuvo que cerrar el Centro Cultural Matucana 100, debido a la pandemia, hasta reabrir en noviembre pasado con un elaborado protocolo sanitario. Sin embargo, lograron cifras récord de actividades, funciones y asistentes.

Contabilizaron 272.586 asistentes durante 2020; de ellos, el 18% fue público presencial y el resto, virtual. Con un total de 1.200 actividades durante el año, realizaron 800 funciones, el 88% online.

Cristóbal Gumucio (1973), director ejecutivo de Matucana 100, reconoce que “fue un mal año para todo el mundo de la cultura, lo sabemos porque trabajamos directamente con los creadores y agentes culturales. Pero, aun así, nuestro resumen de 2020 es bastante positivo en el sentido de que supimos adaptarnos rápidamente y responder a la incertidumbre”.

El gestor cultural explica que hicieron un mapa de trabajo para adaptarse al formato digital: “Primero activamos las redes sociales, hicimos conversatorios y fuimos instalando habilidades. En mayo ya empezamos con un canal de cine online, obras por Zoom y montajes digitales. Luego nos dotamos de equipo técnico y en julio convertimos a Matucana 100 en nuestro plató de filmación”.

Dentro de la oferta presencial que tuvo Matucana 100 durante la pandemia, se contó la escultura lumínica e interactiva Dimensión Humana, del colectivo Circo Virtual. Foto: Matucana 100.

Este espacio de Estación Central se consagra al teatro, danza, artes visuales, cine, circo y música, y en pandemia no abandonaron ninguna. Montaron, por ejemplo, una estación de ChACO titulada Agorafilia: Mujeres Creadoras, y la muestra Salón de Pintura, y produjeron recorridos virtuales en 360 grados. Estrenaron montajes teatrales en streaming, entre ellas, Soledad Escobar, El terror de vivir en un país como éste y Escenas de un encierro, contenidos aún disponibles en m100.cl. También produjeron conciertos digitales y, en lo presencial, cine al aire libre y exposiciones.

“Laboralmente, fue complejo. Hay que sincerar el hecho de que, en términos financieros, lo digital no termina de llenar la olla. No termina de solucionar la problemática del sector cultural, que es de los más afectados por la pandemia”, aclara Gumucio.

¿Se financia la actividad cultural con funciones virtuales?

Me parece que estamos navegando en un mar, con mareas que van y vienen. Ahora en verano, la gente no está con la misma disposición ante lo digital que en otras épocas del año. No basta con una buena oferta, hay que estar tomando la temperatura del momento para saber cómo va a responder el público, ya hay cierto cansancio de las pantallas. Lo digital puede ser un elemento de resistencia, pero no lo veo reemplazando completamente lo presencial. Con lo digital, el sector cultural no sobrevive. Es como si pensáramos la agricultura con camiones aljibes; es cierto, tenemos agua, pero no solucionamos el problema final.

Tal como hace años Matucana 100 instaló los Jueves Populares en nuestro medio, ahora fueron pioneros del sistema Paga lo que Puedas. Gumucio aclara que “quisimos leer el momento social que estaba viviendo Chile; el tema del acceso era fundamental. Debemos celebrarles a los creadores chilenos su poder de resiliencia y la fortaleza de crear más allá de todas las realidades. Por eso la expresión artística es tan potente en Chile”.

Esa es una de las certezas más positivas que, a juicio del director de Matucana 100, dejó la pandemia. La emergencia sanitaria, aclara, detonó una reflexión relevante: “Algo positivo de toda esta situación es que entró en discusión la pregunta de si es esencial o no el arte. ¿Deben ser el arte y la cultura materia de una política pública sectorial o bien deben ser un eje transversal, como la salud? La pandemia nos obligó a preguntarnos lo esencial del ser humano, y el arte juega un rol clave en eso porque es el espacio de deliberación donde nos abrimos a preguntarnos y respondernos cosas, a interrogarnos y a vivir emociones”.

Con estrictas medidas de bioseguridad, entre ellas, el distanciamiento físico, Matucana 100 ofreció durante 2020 la avant premiere de varias películas. En la imagen, una función presencial del Festival In-Edit. Foto: Matucana 100.

Para este año 2021, Matucana 100 sufrió un recorte del 5% de los recursos que le transfiere el Estado, que antes eran unos $ 700 millones, es decir, poco más de un quinto de lo que se traspasa al GAM.

¿Cómo está el equilibrio financiero de Matucana 100 para el 2021?

Siendo que 2020 fue complejo, veníamos de un 2019 bastante bueno, ordenados, y pudimos navegar con cierto manejo. Mantuvimos los puestos de trabajo y la estructura, no nos fragilizamos. Veo el 2021 parecido al 2020, pero inverso: con los dos primeros trimestres bastante complejos y un segundo semestre recomponiéndose gradualmente. Creo que, al final, la crisis va a ser estos dos años, y el balance será en 2022. Es una película que está en movimiento.

Programación de aniversario

En lo inmediato, durante febrero van a realizar grabaciones en Matucana 100, y para marzo tienen tres propuestas en el marco del 8M: una muestra de artes visuales, y ciclos de conversatorios y recitales. “Tendremos una exposición individual de Ximena Zomosa, con una obra icónica suya, que son sus vestidos grandes, y el texto curatorial será de Las Tesis”, dice Gumucio. Las cantautoras convocadas serán Yorka, Camila Moreno, Denisse Malebrán y Pascuala Ilabaca: “Lo estamos pensando desde lo digital y lo abriremos al público presencial si se puede”.

Asimismo, tienen ya una nutrida programación vinculada a los 20 años que cumplen este año. Se destaca la instalación pictórica Historia de Chile, de Juan Dávila, y el estreno de Magallanes, coproducción con Tryo Teatro Banda, además de una exposición con artistas que tienen 20 años de trayectoria. “Queremos mirar nuestros 20 años y también estos 20 años del sector cultural chileno, con revisiones retrospectivas y mirando hacia adelante”, apunta Gumucio.

Se suma el estreno de la coproducción teatral Cómo convertirse en piedra, de Manuela Infante, y el MFest, con tres días de conciertos al aire libre de trap, pop y electrónica. “Vamos a apostar a lo presencial. Estamos esperando un segundo semestre con las vacunas más desplegadas y con una situación que nos permita tener actividades presenciales, aunque sea con restricciones”, cierra Cristóbal Gumucio.

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