Monos, el mejor secreto del cine colombiano

El colombiano Alejandro Landes (1980), director de la película Monos, bromea desde el otro lado de la línea telefónica, mientras promociona el estreno de su filme en Europa. Dice que la cinta coreana triunfadora de los Oscar, Parasite, le aparece hasta en la sopa, pero lo entiende. "Tenemos la misma compañía distribuidora en Estados Unidos, Neon, pero a estas alturas del año ya estoy acostumbrado a que nos confundan o nombren juntas a ambas películas", dice desde España.

Formado en el documental (filmó a Evo Morales cuando era un desconocido en la cinta Cocalero), Landes es el responsable de una de las películas latinoamericanas mejor criticadas del año 2019. Monos , que se estrena mañana en salas de Chile, ganó también el Premio del Jurado en el Festival de Sundance y se quedó con el galardón a Mejor película en el Festival de San Sebastián (España).

Su historia parte de una premisa singular, aunque muchos han evidenciado la conexión con el clásico literario El señor de las moscas de William Golding: un grupo de adolescentes guerrilleros vive y sobrevive en la selva colombiana. Su botín de guerra es la doctora Sara Watson, una estadounidense que es rehén de sus ansias más que de sus ideologías.

Definida por The Guardian como "una mezcla entre Apocalipsis ahora, El señor de las moscas y El abrazo de la serpiente", la cinta transcurre en un paraje boscoso y frío del país. "En Colombia hay una aversión a hablar de la guerra. La gente está algo saturada. Es por eso que quise refrescar ese lugar común y partir con una mirada distinta, con esta historia de muchachos", dice sobre la película colombiana más vista en su país el año pasado, candidata de la nación cafetera al Oscar.

Sobre la naturaleza de la historia, Landes la define en estos términos: "Monos muestra el vacío ideológico en que vivimos. Ya no está claro quienes son los buenos y quienes los malos. Es una película mucho más terráquea, con personajes que son palpables y dónde no importa demasiado su afiliación política. Además, todo transcurre en un paraje selvático que bien puede parecer un paraíso".