Alexandre Pires vuelve para mostrar su nueva etapa en Movistar Arena

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El brasileño viene en mayo para mostrar su primer disco en español en una década.




A estas alturas, es un clásico del cancionero latinoamericano. Pese a que hace una década que su voz no se escucha con nuevos temas en español. Alexandre Pires, el ex Só Pra Contrariar, uno de los músicos más exitosos y populares salidos de Brasil en el nuevo siglo, editará a principios del próximo año su primer trabajo hispanohablante en 10 años -A un ídolo, de 2007, fue su anterior intento-, como una forma de vincularse con la audiencia fuera de su país natal, parte fundamental de su éxito y su arrastre.Se trata de Mi corazón latino, álbum de nombre certero que ya es trabajado por su sello (Sony Music) como una de sus prioridades a nivel regional.

Como adelanto, el intérprete presentó en abril el primer bocado de su nueva aventura, El problema eres tú, aunque la real prueba de fuego vendrá en los próximos meses: Pires se presentará el próximo sábado 12 de mayo en el Movistar Arena, en una cita donde podría mostrar gran parte de su flamante trabajo.

Según puntualizan sus organizadores, las coordenadas de venta de entradas se anunciarán en las semanas venideras.Además, con la vuelta a los shows masivos y la dinámica propia de un estreno discográfico, el hombre de Usted se me llevó la vida rompe un paréntesis de casi una década alejado del mercado internacional. "Lo que pasa es que dejé de lado mi carrera en otros países por un motivo personal. Yo sentí que en algún momento tenía que dedicarme a mi familia, a mis amigos. En este periodo conocí a mi esposa, nos casamos, tuvimos dos hijos, me hice un tiempo para dedicarme a mis hijos menores, dedicarme a mi hija mayor -a la que no tuve la oportunidad de acompañar antes-. Necesitaba conectarme un poco más con la esencia paterna y familiar", contó el nativo de la localidad de Uberlândia el año pasado, en entrevista con La Tercera.

Por estos días, el artista promociona su nuevo sencillo, Traicionar es bueno pero es pecado, parte de esa hoja de ruta que sigue mirando a las latitudes hispanohablantes como sus principales destinos.

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