Querellante califica al oncólogo Álvarez como un “cazador en serie”: “Convencía a las víctimas de que era el único capaz de salvarles la vida y abusaba de eso”

Querellante califica al oncólogo Álvarez como un “cazador en serie”
Querellante califica al oncólogo Álvarez como un “cazador en serie”

A juicio de Susana Borzutzky, quien representó a una de las víctimas del caso, quien falleció durante el proceso, Manuel Álvarez, se basaba en tres elementos para elegir a las víctimas de los abusos por los que fue declarado culpable este martes: el miedo a la muerte, tener un cáncer en particular y una frágil red de apoyo.


Siete años pasaron desde que ingresó la primera denuncia por abuso sexual en contra del oncólogo Manuel Álvarez, exdirector del Centro del Cáncer de la Clínica Las Condes (CLC) y calificado por muchos como una eminencia en el tratamiento de esa enfermedad. Este martes el Tercer Tribunal Oral en Lo Penal lo declaró culpable de ese delito sexual en contra de dos víctimas.

“Llevamos siete años esperando este fallo”, sostiene Susana Borzutzky, abogada querellante en la causa que representó a una de las víctimas, quien murió -producto de la enfermedad- durante la investigación, pero que dejó su testimonio grabado. La penalista del estudio Barruel Borzutzky define esta causa como “el caso de su carrera”, debido a lo que significó. “Yo tengo un agradecimiento absoluto a la familia, porque le pudieron dar valor a la profesión”, explica.

¿Cómo describiría ese proceso?

Ha sido un proceso complejo, y no solo por las complejidades mismas de la causa, sino también por las trabas del poder que influyeron en la tramitación de esta. Y me hago cargo de lo que estoy diciendo. Perdimos varias batallas en el proceso, no solamente por lo que digo, sino también porque nunca había visto en mis 20 años de ejercicio profesional una falta de humanidad, de tal crueldad y frialdad, de un agresor hacia las víctimas. Y al mismo tiempo tanta vulnerabilidad, fragilidad y tanta desazón de las mismas agredidas.

¿Y en materia judicial?

En esta causa yo creo que la realidad sí supera la ficción. Estamos ante abusos sexuales en mayores de 18 años, que nuestro Código Penal antes hablaba de incapacidad de oponer resistencia, es decir, la mujer físicamente tenía que lograr una oposición y si no lo lograba era delito. El legislador abrió los ojos y, digamos, subió peldaños en la igualdad ante la ley de las mujeres en este país e incorpora una incapacidad psicológica de oponerse.

¿Eso era lo complejo de probar en esta causa?

Esta incapacidad psicológica en este caso es el caso emblemático, es el caso estudio. ¿Qué mujer va a estar más incapaz psicológicamente de oponerse a su agresor cuando es un médico oncólogo? Y por un cáncer, en el caso de mi clienta, en etapa grado 4, cáncer terminal, que se encontraba luchando entre la vida y la muerte, y lo ve como el salvador.

Usted menciona que en sus 20 años de carrera nunca había visto un nivel de crueldad de parte de un agresor, ¿Qué elementos la llevan a pensar aquello?

Te voy a dar una cita. Nuestra clienta, no sé si textual, pero en su declaración anticipada señala que ‘esta era una batalla inbatallable, nadie me iba a creer’. A la pregunta que yo le hago sobre cuál era su opinión como humano, después de describirlo como profesional, dice: ‘Cero humano, no un ser humano’. Porque nadie puede haberse aprovechado de alguien que llega a la consulta tan frágil, vulnerable y con un particular miedo a la muerte que tenía mi clienta, que se llama trastorno adaptativo, que como la mayoría de los pacientes de cáncer se aferra a una esperanza, y esa esperanza era el médico que les decía que iba funcionando el tratamiento.

A su juicio, ¿eso era lo que lo llevaba a usar su poder asimétrico?

Él a través de los resultados positivos que iba trayendo las convencía de que él era el único capaz de salvarles la vida. Y abusaba de esa posición de poder y de la posición que se encontraba la víctima de absoluta fragilidad y sin ninguna red de apoyo. Es decir, convencía a las víctimas de que era el único capaz de salvarles la vida, y abusaba de eso.

En la causa aparecieron más víctimas que finalmente no llegaron a juicio. ¿Él repetía su actuar?

Él escogía a las víctimas de las cuales abusaba. En mi alegato de apertura yo partí señalando que estamos en presencia de un cazador en serie. Que no solamente las elige, sino que las seleccionaba por un miedo particular a la muerte, por un tipo de cáncer particular, y además contra quienes tienen una frágil red de apoyo. Busca tres elementos. Y luego las caza y abusa, sabiendo que ellas no se van a poder oponer.

¿Qué rol tuvieron los testigos?

La causa fue compleja, porque si no hubiese sido por las enfermeras esta causa no existe. Aquí los héroes de la historia son una enfermera, no hay otro héroe de esta historia. Si no hubiese sido porque el 28 de noviembre la enfermera ve el abuso, vuelve a informar a la dirección médica, que no hizo nada; el día siguiente esta valiente enfermera va a la PDI, denuncia los hechos y dice porque sabía que nadie iba a hacer nada. Y ahí llega la PDI a la Clínica Las Condes y no les quedan otra que despedir al médico y lo hacen mal porque lo despiden por la prensa.

Anteriormente usted dice que derrotaron a un poder. ¿Qué poder?

La clínica guardó silencio. Y guardó silencio por algo que a mí me parece bien frío. Cuando a él se le lleva a la Clínica Las Condes, el nivel de ingreso a la Clínica Las Condes estaba en un 5% y él lo subió a un 18%. Es decir, una clínica con problemas económicos de público conocimiento. Solo el Centro del Cáncer generaba entre el 18% y el 20% de los ingresos. Es decir, cuando esto se da a conocer, yo no estoy diciendo quién, estoy diciendo que simplemente se cubrió. Y los números me dan una razón. No sé si fue la única.

¿Solo por temas económicos?

Como dije antes, él no era cualquier médico, sino la eminencia en Chile de cáncer y que tenía contacto en el extranjero. En ese momento, además, la clínica estaba buscando construir el mejor centro del cáncer en Sudamérica, y él era el encargado de ejecutarlo.

Menciona que la clínica guardó silencio. ¿Cómo se da eso?

La clínica toma conocimiento el 7 de septiembre del 2017. Una enfermera lo ve el 7 de noviembre. Tienes del 7 de septiembre al 28 de noviembre, tres meses que hay conocimiento, en el interior de la clínica, que hay comidillos entre enfermeros, toda el área de enfermería ya lo comentaba. Que los médicos ya lo comentaban. ¿Y por qué nadie hizo nada? Porque protegieron al doctor. O sea, la dirección médica de la clínica protegió al doctor.

¿Qué crees que debería hacer la clínica ahora?

La clínica debiese reparar, porque esto volvió a empeorar. Cuando cambia la dirección médica de la Clínica Las Condes el 2023, y luego de que es formalizado en Santiago y Punta Arenas, donde también cometió abuso después de que lo despidieron el 2017, lo reintegra con mi clienta hospitalizada, haciendo quimioterapia, y él vuelve a ser el jefe de Oncología. O sea, tampoco lo traen como cualquier médico, lo traen como jefe.

¿Qué generó esa vulneración en la paciente?

Ella se va a la Clínica Meds y fallece de cáncer abusada por su médico tratante y con una cuenta de $400 millones, siendo que tiene un seguro catastrófico en la CLC que le salía cero. Entonces, ¿te puedes imaginar algún resultado peor? Sus hijos hoy día tienen una deuda en la Clínica Meds porque la CLC no actuó como centro de salud.

¿Esperan algo por eso?

Que reparen, que sean humanos, que hagan autocrítica, que pidan disculpas y que económicamente reparen el daño que causaron, porque acá nunca demandamos civilmente porque mi clienta no lo quiso, porque no quiso generar una confusión en que ella buscaba una indemnización de perjuicio. Ella buscó hasta el día que falleció que ninguna mujer pasara lo que ella pasó. Pero ahora ella no está viva y sus hijos tienen una carga económica que no deberían tener; la situación se modifica, porque ya el mensaje ya está enviado con el fallo.

¿Qué significa este fallo?

Yo creo que la justicia repara. Yo creo que el fallo del TOP reparó, permite a las víctimas pararse con dignidad, permite vivir el duelo y volver a levantarse y avanzar. La justicia es reparación.

¿Qué esperan de la sentencia?

Esperamos una pena alta, una pena efectiva, una pena sin beneficio para que efectivamente exista reparación después de una pena alta después de siete años, y se les permita a las víctimas poder avanzar, y por lo menos mi clienta donde esté tenga paz.

¿Cómo vio su defensa?

Yo respecto a otros profesionales jamás me voy a referir, jamás voy a calificar el trabajo de mis colegas, porque no me corresponde.

¿Pero la posición de Álvarez?

Se hubiese esperado empatía, humildad, autocrítica, arrepentimiento. Tuvo la oportunidad, declaró dos jornadas y la verdad es que no aportó nada, negó los hechos. Esta es una opinión personal, pero esto hubiese sido parte de su propia reparación y creo que para las víctimas quizás hubiese sido un gesto, porque ellos creían en el fondo que él jamás iba a reconocer, que esta eminencia bajara de este trono, al espacio terrenal, y la mirara a los ojos y dijera ‘es verdad’. Me imagino que hubiese sido una reparación como el fallo.

¿Qué significa todo esto para las familias?

El fallo solo representa un beso al cielo a su madre que fue tremendamente valiente, que pese a haber estado enferma se atrevió a ratificar la denuncia de la enfermera. El fallo significa para la familia un reconocimiento a la valentía de su madre, un reconocimiento a que esperan que la sociedad la admire como ellos la admiran más que nada en el mundo.

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