Aparece el Balón de Oro de Maradona que había sido robado por la Camorra napolitana

Maradona en el Mundial de 1986.

El trofeo le había sido entregado al astro argentino por su participación clave en la obtención de la Copa del Mundo de 1986 para Argentina.



Durante su trayectoria deportiva, Diego Maradona recibió múltiples reconocimientos. Sus inigualables condiciones lo transformaron en uno de los mejores futbolistas de la historia. El lugar que ocupa en ese selecto escalafón depende de consideraciones subjetivas. El dato objetivo es que la FIFA lo situó como el Jugador del Siglo XX junto a Pelé, en una decisión salomónica que, en cualquier caso, solo consiguió profundizar la distancia entre ambos.

Hay quienes pretenden medir la importancia de Maradona por la obtención de otros trofeos, como el Balón de Oro, para situarlo debajo de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. En efecto, el argentino solo recibió uno, pero de naturaleza distinta: por su brillante actuación en el Mundial de México, del que se consagró campeón en 1986, con una participación tan decisiva como recordada. Para peor, el trofeo había estado desaparecido por muchos años.

La aparición

El Balón de Oro que recibió Maradona no es el que habitualmente entrega la revista France Football para distinguir al mejor futbolista del año, que por esa época se le adjudicaba solo a jugadores franceses, sino el que la FIFA utilizaba para distinguir al mejor jugador del torneo planetario.

La estatuilla estaba resguardada en una caja fuerte de un banco de Nápoles, la ciudad en la que Maradona se transformó en objeto de devoción, junto a otros valiosos objetos pertenecientes al Diez. Entre ellos, varios relojes. Sin embargo, en 1989, los dispositivos fueron vulnerados por la Camorra, la banda de narcotráfico más característica de la ciudad, que se la llevó junto a otras pertenencias del transandino.

Desde esa época, no había certeza respecto de su existencia. De hecho, el testimonio de Salvatore Lo Russo, uno de los líderes de la asociación ilícita, había pretendido sepultar las esperanzas de hallarlo. El antisocial sostuvo que el trofeo había sido fundido.

A subasta

El 2 de abril se certificó la autenticidad del premio, que desde 2016 estaba en manos del franco-argentino Abdelhamid B, quien, en la línea de lo que ha pasado históricamente con todo lo asociado a la imagen de Maradona, y de su fanatismo por las subastas, buscará obtener millonarios réditos.

Según el sitio Doble Amarilla, la joya será subastada, en un rango que fluctúa entre los US$ 12 millones y los US$ 15 millones. El remate se realizará el 6 de junio, en París. Estará, naturalmente, a cargo de una casa especializada.

Maradona, por cierto, murió anhelando volver a ver una de las piezas más importantes que consiguió como tributo a su talento.

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