¿Quiénes son los usuarios de Twitter en Chile?

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Hombres entre 24 y 30 años monopolizan la red. Siguen noticias y eventos, pero también desarrollan en la plataforma una nueva ciudadanía.


Casi la mitad de los usuarios chilenos en Twitter (46%) tienen entre 20 y 34 años. Y se trata de "una audiencia joven con un nivel alto de educación", señalan desde la red social.

El 59% son hombres y el 41% mujeres. "En Chile, los tuiteros tienen una conexión emocional más fuerte, a diferencia de otras plataformas", indican desde la compañía.

Sin embargo, según Nicolás Freire, director del Observatorio de Política y Redes Sociales de la U. Central, la principal actividad la realiza el público masculino entre 30 y 40 años. "Son quienes están más atentos a la coyuntura, especialmente política".

Un informe de Twitter de 2017 señala que el 24% de sus usuarios en Chile tiene entre 12 y 19 años y el 23% son estudiantes secundarios.

En cuanto a las diferencias por género, un estudio realizado por la empresa AnaliTIC en 2016, a 470 mil cuentas de usuarios chilenos con casi 33 millones de tuits, las mujeres tuitean más los días lunes, miércoles y jueves, y los hombres los miércoles, jueves y viernes. El horario preferido por ambos es entre las 10 y las 12 de la noche (17,3% las mujeres y 15,4% los hombres).

Mujeres y hombres comparten imágenes en sus tuits en porcentajes similares, 14% y 13%, respectivamente.

Donde sí hay diferencias es en el promedio de seguidores y en su actividad. Las chilenas tienen en promedio 573 seguidores y el 58% no tuvo actividad en el último mes, mientras que los chilenos tienen 733 seguidores y solo el 14% no tuvo actividad el último mes.

Ciudadanía on line

Twitter se ha transformado en una alternativa de participación para los ciudadanos, destaca Daniela Campos, coordinadora académica del Magíster en Comunicación de la U. Diego Portales. "Y si bien hay muchos haters en Chile, existe mucha gente que opina a cara descubierta y alza su voz".

Esa actitud se grafica claramente, dice Campos, en la salida de Mauricio Rojas como ministro de Cultura, hace algunas semanas. Todo lo que pasó fue a través de las redes sociales, indica, "y eso no fue excepcional. La presión que se hace a través de redes sociales es bien fuerte. Hay una voz ahí y está creciendo".

Los comentarios agresivos están presentes, pero gracias a Twitter los ciudadanos pueden vincularse con los actores políticos de una forma horizontal, agrega Campos: "Le pueden escribir directamente al político que les interesa y les responden, porque el que no responde queda mal".

Campos participó en el libro Opinión Pública Contemporánea, donde escribió el capítulo "Twitter y opinión pública: cómo los usos de las redes sociales digitales inciden en las decisiones políticas". En esa investigación determinó que de los 121 diputados, 116 tenían una cuenta y que de los 30 senadores todos tenían.

"Actualmente no hay político que no tengan cuenta", indica. Hoy, para todo político es un lugar obligado de participación, dice. Diputados y senadores ya no necesitan conferencias para hacer declaraciones, opinan a través de sus cuentas oficiales. Un fenómeno que se inició con fuerza en el mundo político hace 10 años con la primera postulación de Barack Obama, "quien ocupó todas las redes sociales".

¿Qué tipo de tendencia política engloba Twitter? Para tener una visión general habría que analizar todo el flujo de mensajes, los que cambian todos los días, dice Campos. No se ven opiniones tan comprometidas a un partido político, son más bien "opiniones que se dan libremente en un espacio de opinión pública importante".

Los tuits sobre violencia que se dan en la red social

Para saber si Twitter es un espacio de diálogos violentos, el Observatorio Política y Redes Sociales de la U. Central estudió 11 millones de tuits, emitidos entre el 6 de mayo y el 9 de agosto de este año.

El director del Observatorio de Política y Redes Sociales, Nicolás Freire, señala que consideraron los tuits que tuvieran a lo menos una palabra como "violencia", "acoso" o "abuso". "Esas conversaciones han tenido un leve pero sostenido crecimiento y se posicionan hoy como una de las más virales de los últimos meses", señala Freire.

Dos son las principales conversaciones referidas a violencia, acoso o abuso. Por una parte, dice Freire, está la violencia política, destacando la referencia al gobierno de Nicolás Maduro y al proceso político colombiano. Por otra, están las de violencia de género, que se orientan a debatir sobre el abuso sexual como mecanismo de la "violencia machista".

En cuanto a violencia, en mayo existían referencias al "Papa Francisco"; en junio a "Nicolás López", y en julio a "Nicolás López" (nuevamente), a la "Iglesia Católica" y a "Daniel Ortega". Durante los primeros nueve días de agosto, llama la atención la presencia de conceptos como "fetos femeninos" y "abuso policial", señala Freire.

Teresa Ayala, especialista en lingüística de la U. Metropolitana de Ciencias de la Educación, indica que la violencia en ese espacio opera a través del lenguaje verbal y con un alto grado de componente afectivo. "Con muchas descalificaciones o alabanzas, donde más que argumentos se transmiten opiniones, no necesariamente basadas en la lógica y la razón, sino en percepciones".

El concepto parece ser "quiero desesperadamente comunicarme", dice Ayala, "pues los usuarios parece que no pueden mantener sus opiniones en espacios privados, sino que 'deben' compartirlas en el ciberespacio".

El anonimato, agrega, permite a los usuarios opinar, desprestigiar o desacreditar sin tener ninguna consecuencia, salvo las respuestas igualmente anónimas de otros usuarios.

En ese sentido, dice, se debe considerar el peligro de las noticias falsas o fake news, que "pueden generar graves implicancias a nivel social. Por ello, Twitter, Facebook e Instagram comenzaron a cerrar millones de cuentas bots (automatizadas) y maliciosas".

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