Profesor de Harvard asegura que encontró los primeros objetos extraterrestres en la Tierra

Unos objetos redondos y metálicos, confeccionados meticulosamente. Así son los artefactos que llegaron a nuestro planeta desde el espacio. Bajaron como bolas de fuego y permanecieron en el suelo marino desde 2014.

“El objeto iluminó el cielo sobre el Océano Pacífico hace casi una década y su brillante bola de fuego fue rastreada por satélites del gobierno de Estados Unidos”.

Esa es la teoría que Avi Loeb, un astrofísico y profesor de la Universidad de Harvard, quien asegura que se trata de unos artefactos alienígenas y que se ha dedicado a encontrarlos en las profundidades del mar.

Loeb, el científico de Harvard, está seguro de que estos objetos hallados en el mar son una “reliquia fuera de nuestro Sistema Solar” y que analizar su composición puede darnos evidencia sobre qué tecnología utilizan los seres alienígenas para moldear materiales y confeccionar objetos.

Por ello, organizó una expedición —bautizada como Proyecto Galileo— a las aguas de Papúa Nueva Guinea, en Oceanía, donde se cree que el objeto impactó como un meteoro en el año 2014 y se fragmentó en múltiples piezas pequeñas que están perdidas en el Océano Pacífico.

El equipo, que incluyó a “algunos de los profesionales más experimentados y cualificados en expediciones oceánicas” y que se equiparon con múltiples herramientas de alta tecnología, y aunque sabían que podían fracasar, lo intentaron de todas maneras.

Los esfuerzos valieron la pena, pues pudieron recuperar alrededor de 700 pequeñas esferas metálicas, que ya comenzaron a analizar y que, según las primeras revelaciones del experto, sí sugieren que proceden del espacio interestelar.

Y es que están compuestas de un metal que es completamente distinto a cualquiera que tengamos en la Tierra.

“Independiente de la interpretación, este es un descubrimiento histórico, porque representa la primera vez que los científicos analizan materiales de un objeto grande que llegó a la Tierra desde fuera del sistema solar”.

Loeb también propuso que estos objetos podrían ser una especie de “mensajes en una botella” de la vida extraterrestre, por lo que pidió a las agencias espaciales que se propongan a lanzar sondas espaciales para “buscar civilizaciones tecnológicas a través de distancias interestelares”.