Las confesiones de una mujer que practicó sexo al aire libre durante la mitad de su vida

Las confesiones de una mujer que practicó sexo al aire libre durante la mitad de su vida. Foto referencial: BestLife.

Una persona experimentada en este ámbito reveló las situaciones más embarazosas a las que se ha enfrentado en espacios como la playa o el bosque. En sus palabras, “aprendí por las malas”. Esto fue lo que dijo.


Entre la amplia variedad de controversias que ha desatado el libro con las memorias del Príncipe Harry, titulado Spare (En la sombra, en español), se encuentra el hecho de que perdió su virginidad a los 17 años, en las afueras de un pub que según relató, estaba lleno de gente.

Si bien, esa polémica revelación resultó alarmante para numerosos usuarios de redes sociales, son muchas las personas que tienen o han practicado sexo al aire libre.

Una de ellas es la británica Rebecca Manning, de 31 años, quien vivió gran parte de sus experiencias sexuales en espacios como playas, bosques y jardines.

“No tengo mucho en común con el Príncipe Harry”, contó a The Sun, “vivo en una casa adosada en el sur de Londres, no en una mansión de Montecito, y al menos en este momento, sigo hablando con todos los miembros de mi familia”.

Pareja al aire libre. Foto referencial: Getty Images.

“Sin embargo, algo que sí compartimos es una historia de sexo al aire libre (...) pasé una cantidad sorprendente de mi adolescencia tardía y principios de los veinte practicándolo”, añadió.

Sexo al aire libre: las confesiones de una experimentada

Manning relató que la primera vez que lo hizo fue en una playa del sur de Francia, justo en el Día de la Bastilla, una festividad nacional en la que los ciudadanos celebran al país con pirotecnia y costumbres folclóricas.

Ahí, una pareja de verano de ese entonces le aseguró que conocía un lugar en donde jamás podrían ser encontrados por otras personas.

Y pese a que la británica tenía dudas sobre la posibilidad de ser descubiertos —y que terminaran la noche en el calabozo de una estación de policía— accedió a la propuesta.

Pareja en la playa. Foto referencial: Pexels.

“Imagínense la escena: la luz de la luna, el ruido de las olas, fuegos artificiales. Suena enormemente romántico”, dijo al citado medio, aunque “por mucho que lo intentara, no había forma de hacer romántica aquella experiencia húmeda y arenosa”.

“Aprendí por las malas que, de todas las superficies en las que se puede hacer el amor, la arena es la peor. Se mete por todas partes y quiero decir, por todas partes”, insistió, “se podría pensar que aprendí la lección cuando, una semana después, todavía me estaba quitando la arena del pelo, pero, por supuesto, no fue así”.

Un descuidado paseo por el bosque

Otra situación similar la vivió en un bosque de Reino Unido con un ex novio, quien según detalló Manning, tenía una particular atracción hacia el exhibicionismo.

“Me convenció para que nos pusiéramos juguetones ahí, pero justo cuando nos poníamos manos a la obra, escuché que se acercaba un grupo de gente”, expresó.

Pareja en el bosque. Foto: Pexels.

Según relató, ella alcanzó a vestirse en “un abrir y cerrar de ojos”, aunque su novio no fue lo suficientemente rápido (o quizás, tampoco quiso serlo).

Fue ahí cuando “un grupo de caminantes fueron recibidos por una breve, pero embarazosa visión de su muy pálido trasero”.

La anécdota del jardín lleno de “espectadores”

“El punto más bajo del sexo al aire libre llegó cuando mi novio y yo estábamos de vacaciones familiares en Norfolk. La cabaña tenía paredes finas como el papel y la idea de hacerlo tan cerca de un pariente era completamente impensable, así que tras varios días de frustración, decidimos dar un largo paseo y buscar un lugar discreto”, detalló Manning.

Con ese objetivo y después de caminar por varias horas, encontraron un área verde que parecía deshabitada cuando se acercaba el anochecer, por lo que se desvistieron rápidamente e iniciaron su plan de acción.

“Por desgracia, cuando terminamos, nos fijamos en nuestro alrededor y notamos que lo habíamos hecho en el jardín delantero de alguien, frente a un público de duendes de decoración”, explicó avergonzada.

Duende de decoración. Foto referencial: Randall Nyhof / Pixels.

Ante tales situaciones, la británica profundizó en que “puede parecer una idea sexy en teoría, pero, sinceramente, en la práctica es demasiado estresante”.

“Ahora que soy mayor y más sabia, me doy cuenta de que cuando tienes sexo en un lugar público, incluso si tienes cuidado, corres el riesgo de exponer a un extraño inocente a algo que realmente no quiere ver, y eso no es justo”, reflexionó Manning, “así que he decidido que no habrá más”.

Bajo esa línea, sentenció: “Incluso si Channing Tatum de Magic Mike me manda un mensaje y me lo pide amablemente, para mí será a puerta cerrada o nada”.

Cabe destacar que tener relaciones sexuales en espacios públicos puede ser penalizado por las autoridades en la gran mayoría de los países, además de que la exposición no solo podría herir la sensibilidad de otras personas, sino que también podría detonar problemas de salud dependiendo del entorno.

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