Lanzamiento de hachas: un deporte que va en ascenso

Los últimos meses del 2022 fueron ajetreados para los fanáticos del deporte, luego de que se desarrollara el Mundial de Qatar, un certamen que terminó con Argentina levantando la anhelada copa tras una infartante final contra Francia.

Pero no todo es fútbol. También, en Appleton, una ciudad del estado de Wisconsin (Estados Unidos), se realizó el Campeonato del Mundo de la Liga Mundial de Lanzamiento de Hachas (WATL), la mayor institución de esta disciplina en el país norteamericano.

Este deporte consiste en que sus jugadores toman una afilada hacha con una de sus manos, para después tirarla en dirección a un blanco y dejarla incrustada en la pared para conseguir la mayor cantidad de puntos y así consagrarse con la victoria.

A diferencia de las estrictas normas que se aplicaron en el país árabe para el Mundial de fútbol, en este otro torneo sí se permitió el consumo de alcohol.

“Una o dos cervezas son perfectas para calmar los nervios”, sugirió uno de ellos en conversación con The Economist, “aunque cuando ves dos dianas, sabes que te has pasado”.

Esta actividad es común en algunos bares y fiestas que se hacen en Norteamérica, pero con el paso del tiempo, también se ha expandido hacia otros espacios de recreación.

Según explicó al citado medio el representante de la liga mencionada, Mario Zelaya, esta disciplina genera cerca de 215 millones de dólares al año, cifra que recaudan unos 600 locales habilitados, los cuales ofrecen —en gran parte— esta práctica a modo de entretenimiento.

Para quienes desean realizarla con fines deportivos, hay 324 “casas del hacha” en las que se reúnen semanalmente más de 20.000 tiradores. En palabras de uno de ellos, Jason Norris, “es una oportunidad para divertirse, sobre todo cuando puedes jugar con tu hijo”.

“Puedo lanzar objetos afilados contra la madera y beber cerveza con amigos, ¿qué más se puede pedir?”, opinó un ex policía jubilado del estado de Texas, Dean Cooper.

Practicar ese deporte no solo lo ha ayudado a sobrellevar su ansiedad y estrés postraumático, sino que también le salvó la vida, ya que cuando necesitó un marcapasos, la comunidad de deportistas hizo un acto benéfico para costearlo, a través de un organización con este objetivo, Throwing It Forward (“lánzalo hacia adelante”, en español).

Entre los objetivos de la Liga Mundial de Lanzamiento de Hachas se encuentra el expandir este deporte a nivel internacional, además de convertirlo oficialmente en una disciplina olímpica. Y pese a que tales propósitos son a largo plazo, Zelaya enfatizó en que el orgullo más grande de los lanzadores es la comunidad que han formado.

“Aquí no solo se hacen amigos, se hacen hermanos”, declaró el veterano del Ejército Ray Dales, mientras que Karson Norris, hijo de Jason Norris (quien habló más arriba), expresó que “lo mejor ha sido pasar tiempo de esta manera al lado de mi padre”.

Datos de la organización revelaron que, aproximadamente, uno de cada 10 de los 477 lanzadores que participaron en el Campeonato del Mundo era mujer.

Es por esto que entre sus objetivos también se encuentra hacer que esta disciplina sea más inclusiva, para que así hayan participantes de diversos géneros, orígenes étnicos y edades.

Respecto a este último punto, sus normas oficiales detallan que no hay edad mínima para participar en los lanzamientos. Según Zelaya, el miembro más joven de la liga tiene apenas ocho años, mientras que el mayor tiene 79.

Asimismo, el reglamento incluye normas respecto a cómo deben tirar las personas en sillas de ruedas y algunos de los locales de práctica organizan torneos específicos para jugadores con dificultades de aprendizaje.

“Tenemos de todo, desde microbiólogos hasta exhibicionistas (...) todo el mundo es bienvenido”, sentenció Brandon Johonson, uno de los tiradores, al citado medio.