La contagiosa historia de Tetris, el exitoso videojuego creado en la Unión Soviética

La contagiosa historia de Tetris, el exitoso videojuego creado en la Unión Soviética

Al interior de una oficina de la Academia de Ciencias de la URRSS, un joven informático inventó el primer modelo de Tetris. Todos sus compañeros de trabajo quedaron obsesionados y no podían parar de jugar. En los años siguientes, Tetris tuvo tanto éxito que se desató una disputa de varias compañías por los derechos del juego, que incluso involucró a las autoridades soviéticas.


No hay quien lo conozca, porque trasciende edades. Hasta puede que en más de alguna ocasión lo hayas jugado y te quedaste por varios minutos intentando encajar las coloridas piezas, entrando a un abismo sin retorno.

Hablamos del Tetris, el popular juego de lógica que fue estrenado hace casi cuatro décadas pero que sigue estando vigente hasta el día de hoy. Su funcionamiento consiste en que debes ir moviendo los bloques de cuadros para acomodarlos y que calcen en un espacio limitado, con el objetivo final de que no haya espacios en medio.

Pero, ¿cuál es la historia que esconde este juego? ¿Por qué llegó a convertirse en algo tan exitoso que incluso trascendió fronteras de la hermética Unión Soviética?

Inspirado en pentominó

Alexey Pajitnov es el nombre del ingeniero informático ruso que creó y programó el videojuego Tetris en 1984, cuando trabajaba en el Centro de Computación Dorodnitsyn de la Academia de Ciencias de la Unión Soviética, en plena Guerra Fría.

Según un artículo de BBC, el científico cree que hay una causa específica que provocó que Tetris cautivara al mundo entero en esos años y hasta la actualidad: el hecho de que el juego apunta a la construcción en vez de la construcción, lo que tiene un estrecho vínculo con la mente de los humanos.

“Cuando juegas Tetris tienes la impresión de que estás construyendo algo. Tienes el caos que viene como piezas aleatorias, tu labor es ponerlas en orden. Pero apenas construyes la línea perfecta, desaparece. Sólo quedan tus errores, esos agujeros horribles, y eso te lleva a querer corregirlos”, expresó Pajitnov al citado medio.

El informático siempre había tenido un profundo interés por los juegos de computador, ya que para él eran un desafío muy emocionante. Un día de trabajo como cualquier otro se inspiró en un juego de pentominó, con el que jugaba en su infancia, para crear uno nuevo.

Pajitnov, de entonces 29 años, no pensó en esos instantes que llegaría a inventar un videojuego que combinaba la diversión y lógica, ni mucho menos que podría generar tanto furor por las siguientes décadas.

Se cree que lo que vino a continuación fue desarrollar una primera versión del Tetris en un computador Electronika 60, que para ese momento ya estaba un poco atrasado en comparación a otros ordenadores. En casi dos semanas, la primera versión del Tetris estuvo listo.

En 1984, Alexey Pajitnov creó Tetris.

¿Y por qué lo llamó así? El científico, en conjunto de otros compañeros de trabajo, combinó dos palabras: la palabra tetra (cuatro, en griego) y tenis, era su deporte favorito en esos años.

Con el pasar de los días, Tetris comenzó a obsesionar a todos los que se desempeñaban dentro del Centro de Computación Dorodnitsyn. Nadie podía parar de jugar: encajar las piezas era algo adictivo.

Ni siquiera la mente creadora del videojuego podía dejarlo. “A todos les encantaba, incluyéndome a mí”, recordó al medio británico. Después el ingeniero ruso continuó mejorando la versión inicial, hasta el punto en que estrenó la versión con bloques de colores.

Uno de los momentos clave para que Tetris extendiera su fama ocurrió cuando el joven de 16 años, Vadim Gerasimov, que trabajaba dentro de la Academia de Ciencias, trasladó el juego al computador IBM PC.

Antes de eso, solo podían estar copiándolo en discos para que otros lo conocieran y usaran. Por lo mismo, la aparentemente simple pero relevante acción de Gerasimov permitió que Tetris saliera de sus límites en Moscú y consiguiera ser difundido en Hungría, que también era territorio soviético.

En medio de todo ese incipiente éxito había un problema: en esa época, los derechos de propiedad intelectual eran prácticamente nulos. “No sabíamos que el software podía considerarse como un producto protegido. La idea de obtener dinero por el programa nos sonaba realmente extraña y ridícula”, explicó el científico.

Como Pajitnov era considerado un trabajador del gobierno de la Unión Soviética, eso obstaculizó por varios años que pudiera recibir las ganancias de Tetris.

Alexey Pajitnov, el creador de Tetris. Foto: Getty Images.

La llegada de Tetris a Occidente

En 1986, las cosas para Tetris solo parecían ir cuesta arriba. Estaba a punto de ser lanzado al público en el resto de Europa y Estados Unidos, de la mano del empresario Robert Stein. Después de ver el videojuego en Hungría, comprendió de inmediato el potencial y le ofreció una buena suma de dinero a Pajitnov para comercializar el juego en compañías de Occidente, como la británica Mirrorsoft.

Eso, hasta que el anuncio llegó a la oídos de Electronorgtechnika (Elorg), un organismo gubernamental que estaba encargado de velar por la comercialización de software informático en la Unión Soviética.

“Cuando estamos a punto de lanzarlo, recibimos un télex de una compañía llamada Elorg, de la que nunca habíamos oído hablar, en Rusia, afirmando que estamos lanzando Tetris ilegalmente porque les pertenecía y nunca habían dado permiso para hacerlo”, expresó Stein.

A la vista de las autoridades soviéticas, Tetris era una propiedad del Estado y no del científico que lo había inventado. Tan solo después de varios meses de empeño y reuniones con el poder de Moscú, Robert Stein logró que se autorizara la venta del juego fuera de esos territorios.

Foto: Getty Images.

Aunque el juego tuvo una aceptación inmediata en Estados Unidos, había una piedra en el zapato que impedía que pudiera ser aún más difundido en ese país: solo podía ser usado en computadores personales, debido a los amarres del contrato con la agencia soviética Elorg.

Lo anterior impedía directamente que Tetris pudiera ser ampliado a otros caminos, como el uso en consolas conectadas a la televisión y otras tecnologías que surgieran en el futuro.

La pelea por los derechos de Tetris

En los últimos años de los ‘80, Tetris estaba siendo un juego que dejaba una buena cantidad de ganancias económicas. Por lo mismo, lo que vino a continuación fue una serie de enredos y una eterna pugna en la que estuvieron involucrados varios actores por el uso doméstico de Tetris.

La compañía británica Mirrorsoft acordó con Robert Stein que tendrían derechos para usar el juego en cualquier tipo de dispositivo. Luego, Mirrorsoft lo ofreció a Atari que crearan una variante de Tetris para ser usado en consolas. Eso, pese a que Elorg no había permitido instalarlo en esas tecnologías.

También apareció en el camino el holandés Henk Rogers, desarrollador de videojuegos y dueño de Bullet Proof Software. En 1988, en Las Vegas, vio por primera vez Tetris y quedó cautivado con su funcionamiento, por lo que sabía que sería una buena inversión.

Alexey junto a Henk Rogers. Foto: Getty Images.

Desde Nintendo, que para el momento eran enemigos acérrimos de Atari, estaban muy interesados en adquirir los derechos de Tetris para la videoconsola Game Boy. Contactaron a Rogers para que negociara por ellos, y como Robert Stein no le respondió, decidió ir en primera persona a convencer a la agencia gubernamental Elorg en Moscú, sin siquiera avisarles que iría.

Y lo recibieron. Después de una tensa reunión con autoridades, agentes del servicio de inteligencia KGB e incluso Pajitnov, Rogers pensó que no había oportunidad. Pero finalmente las autoridades de Elorg percibieron que era honesto y le brindaron los derechos para usar Tetris en dispositivos portátiles. Luego le dijeron que podría hacer una oferta para usar el juego en consolas, lo que finalmente también consiguió.

En paralelo, desde la misma oficina de Elorg hicieron firmar un contrato a Stein donde solo le permitían explícitamente el uso para las computadoras, prohibiendo que fuera usado en dispositivos portátiles y otros que fueran creados en el futuro.

Cuando Rogers regresó a Japón, era prácticamente un ganador: tenía los derechos de Tetris para usarlo en artículos portátiles y consolas, con el visto bueno de la agencia soviética.

Tras el estreno de Game Boy en ese país y en Norteamérica en 1989, las ventas simplemente arrasaron. La videoconsola se había convertido en un producto sin igual de la empresa japonesa.

Foto: Getty Images.

Aunque parecían ser momentos dulces, en los meses siguientes se inició una intensa batalla de demandas en los tribunales por los derechos exclusivos por Tetris, principalmente encabezada por Nintendo y Atari. En 1989, después del juicio, Nintendo se quedó con la parte ganadora.

En todo ese tiempo, quien no había recibido ni una parte de los millones que dejaba Tetris era el principal autor detrás del videojuego, Alexey Pajitnov. Durante años no vio prácticamente ningún fruto económico en sus bolsillos, pese a que si no fuera por él, el juego de lógica nunca hubiese existido. Eso recién cambió en 1996, cuando el Estado de Rusia le brindó los derechos por su creación.

Para ese momento el científico estaba viviendo en Estados Unidos y había creado The Tetris Company, empresa que actualmente es propietaria del popular juego. Hasta el día de hoy Pajitnov, es dueño de la marca junto a Rogers, con quien estrecharon una fuerte amistad.

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