Investigan a casi 5.000 pilotos de avión por sospechas de esconder severos problemas de salud

Investigan a casi 5.000 pilotos de avión por sospechas de esconder severos problemas de salud. Foto: referencial.

El caso se da en Estados Unidos y la mayoría de los involucrados sigue volando, en medio de un escenario en el que se han identificado más aterrizajes forzosos.


Esta semana se conoció que las autoridades de Estados Unidos han estado investigando a cerca de 5.000 pilotos de avión, por el presunto acto de falsificar historiales médicos para esconder problemas de salud. Muchos de ellos ligados al ámbito mental y con consecuencias que no les permitirían volar en condiciones óptimas.

Así lo confirmó el Washington Post. Y según las informaciones reunidas, los involucrados son veteranos militares que habían manifestado a la Administración Federal de Aviación (FAA) que estaban lo suficientemente sanos como para estar al mando de las cabina.

Un vocero de dicha institución reguladora, Matthew Lehner, precisó en un comunicado que se trata de “unos 4.800″.

Si bien, aproximadamente un 50% de los casos ya fueron cerrados, hay 60 de ellos en los que ya se identificó “un claro peligro para la seguridad aérea”, por lo que se les ordenó que abandonen sus operaciones mientras los peritos revisan sus situaciones.

Aquello se da en medio un escenario en el que según una reportaje del New York Times publicado este mes, los aterrizajes forzosos son más frecuentes de lo que se estimaba.

Investigan a casi 5.000 pilotos de avión por sospechas de esconder severos problemas de salud. Foto: referencial.

En qué está el caso de los pilotos investigados

Un funcionario que participa en la investigación contó bajo anonimato al Washington Post que cerca de 600 de los pilotos cuentan con una licencia para volar en compañías aéreas que llevan pasajeros.

Por otro lado, la mayoría de los demás tienen credenciales comerciales que les permiten trabajar con empresas de carga, clientes corporativos o firmas con fines turísticos, entre otros ámbitos.

Según informaciones reunidas por el citado medio, los pilotos deben pasar exámenes médicos periódicos, aunque la FAA les pide a ellos mismos que detallen si tienen padecimientos más complejos de detectar, tales como un diagnóstico de depresión o estrés postraumático.

Es a raíz de aquello que algunos evitan comentar sobre sus síntomas para que les permitan seguir volando.

Sin embargo, según médicos y ex funcionarios, sí los revelan a los investigadores de la oficina de Asuntos Veteranos (AV), para así obtener un mayor apoyo económico.

El examinador médico de aviación en Colorado Springs, Jerome Limoge, quien se dedica a analizar pilotos, aseguró al Post que efectivamente “hay personas que intentan jugar a dos bandos”.

A ello se le suma que declarar tales condiciones no necesariamente implica que se les impida volar. En este sentido, la FAA puede permitirlo si sus situaciones están siendo controladas y aprueban exámenes constantemente.

Los investigadores descubrieron las incoherencias en los documentos al revisar bases de datos federales hace más de dos años. Según el Post, el año pasado la Oficina de Medicina Aeroespacial de la FAA destinó 3.6 millones de dólares para contratar especialistas médicos y profesionales de otras áreas para analizar los casos de los cerca de 5.000 pilotos, quienes se presume que podrían presentar “riesgos potenciales para el público que vuela”.

Investigan a casi 5.000 pilotos de avión por sospechas de esconder severos problemas de salud. Foto: referencial.

Por su parte, altos funcionarios de la institución y representantes del Departamento de Transporte declinaron hacer comentarios al periódico estadounidense.

En el comunicado de Lehner al que tuvo acceso al Post, se lee que “la FAA utilizó un enfoque basado en el riesgo para identificar a los veteranos cuyas condiciones médicas planteaban el mayor riesgo para la seguridad y les ordenó que dejaran de volar mientras la agencia revisa sus casos”.

La gran mayoría de estos pilotos pueden seguir operando con seguridad mientras completamos el proceso de conciliación”, añadió el vocero.

Para varios de los casos que ya están cerrados, la FAA ordenó a los pilotos que arreglen sus historiales y pasen por nuevos exámenes de salud.

De la misma manera, la oficina del inspector general de la AV se encuentra investigando muchos de los 4.800, para así determinar si sus papeles serán llevados al Departamento de Justicia, lo que se traduciría en enfrentar cargos por defraudar el sistema de prestaciones.

Desde 2018 hasta la fecha, al menos 10 pilotos han sido procesados por mentir a la FAA al ocultar los beneficios que reciben y sus historiales de salud. Según el Post, hubo dos casos en los que aquello se descubrió después de que estrellaran aviones.

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