Gana premio de la lotería y se desploma durante transmisión en vivo

Convertirse en el flamante ganador de un premio de lotería es el sueño de muchos. Tanto así que si efectivamente se concreta ese deseo, podrían no saber cómo reaccionar al principio.

Una situación similar fue lo que le sucedió a una mujer de Carolina del Norte, Estados Unidos, quien colapsó y se desplomó durante una transmisión en vivo luego de que le anunciaran que ella era la primera ganadora del premio de un millón de dólares del Powerball 2024.

Pamela Bradshaw es el nombre de la afortunada ganadora del Powerball que vivió un intenso momento en el programa Dick Clark’s New Year’s Rockin’ Eve, poco después de la medianoche del Año Nuevo. Cuando el presentador Ryan Seacrest gritó a viva voz el número de Bradshaw, ella entró en estado de shock.

“¡Pamela! ¡Eres millonaria!”, relataba Seacrest con entusiasmo, al mismo tiempo en que la mujer gritaba de emoción y caía directamente al piso del set. La noticia no era para menos: había ganado un millón de dólares.

Rápidamente, Seacrest y la hija de Bradshaw, Joanna Hinson, comenzaron a ayudarla para que se pusiera de pie. ¡Dios mío!”, gritaba la mujer, sin aún creer lo que había sucedido. Cuando logró levantarse, empezó a abrazar con intensidad a quienes la rodeaban e incluso besó a Seacrest.

El presentador le preguntó cómo se sentía en esos instantes. Ahí, ella se limitó a “agradecer a Dios”. “Me siento muy bendecida”, decía atónita.

La suerte de Bradshaw había iniciado poco antes del Año Nuevo. En un sorteo realizado por la lotería, logró ganarse un viaje VIP a Nueva York y fue una de las cinco personas que juegan Powerball, escogidas en todo Estados Unidos, para intentar ganarse un millón de dólares. Sus posibilidades de tener el premio eran una de cinco, detalla la Lotería de Carolina del Norte.

Esta era la primera vez que pisaba Nueva York e incluso volaba en avión. “Lloré en el viaje en avión y lloré en la Estatua de la Libertad. Ha sido tan increíble”, dijo.

¿Y qué hará con el premio?

“Me encantaría tener mi propia casa, que fuera mía y en la que me sintiera segura”, relató la mujer. Luego concluyó: “No es nada lujoso ni grande, sólo una pequeña cabaña o algo con uno o dos dormitorios”.