Estos son los tipos de dolores que experimenta el ser humano

Estos son los tipos de dolores que experimenta el ser humano.

Existe un dolor cuyo origen y finalidad no ha podido ser dilucidado por los científicos.


A menudo, usamos el término dolor para referirnos a esa sensación desagradable que se presenta de grados leves a intensos, que puede visitar de vez en cuando o que nunca se va, como si fuera el compañero más fiel. Lo sentimos en diferentes zonas del cuerpo, y no solo de forma interna, sino que también se puede percibir en la superficie.

Los especialistas de la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP, por sus siglas en inglés) tardaron casi dos años en lograr un acuerdo para definir la palabra. Ya a fines de la década de 1970, determinaron que el dolor no es únicamente una manifestación sensorial, sino que también emocional.

Si bien la definición fue ampliamente respaldada por la comunidad que se desempeña en el área de la salud, hace un par de años surgió la necesidad de darle una nueva mirada.

Así, tras haber conformado un nuevo grupo de expertos, en 2020 la IASP concluyó que “el dolor es una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada o similar a la asociada a una lesión tisular real o potencial”.

El organismo internacional también enfatiza en varias consideraciones sobre el dolor: los individuos son capaces de aprender del dolor tras algunas experiencias de vida y la incapacidad de manifestarlo verbalmente no significa que las personas, e incluso los animales, no puedan sentirlo en carne propia.

Además, el dolor se clasifica de tres maneras de acuerdo a la fisiopatología.

El dolor no solo es una experiencia sensorial, sino que también emocional, indica el IASP.

Qué tipos de dolores existen

1. Dolor nociceptivo. Este corresponde al que quizás se haya experimentado más veces a lo largo de la vida, pues es el que aparece en una persona después de recibir estímulos que causaron daños y lesiones, ya sea de forma superficial o interna.

Se puede manifestar de diferentes formas: moretones, quemaduras, cortes, artritis o apendicitis.

Maria Fitzgerard, neurocientífica y especialista en dolor, dijo a la BBC que esta clase de dolores “son parte de la protección de nuestro cuerpo, lo que nos hace descansar, proteger el área y ayudarla a sanar”. Y si bien en ocasiones su aparición podría ser molesta, la especialista enfatiza que “una vida sin dolor sería muy peligrosa y potencialmente mortal”.

2. Dolor neuropático. Se trata del que aparece como efecto de una lesión o patología que ha impactado en el sistema nervioso central (cerebro y médula espinal) o periférico (nervios, plexos o terminaciones nerviosas), según la IASP.

Una dificultad es que se requiere que haya una lesión o enfermedad demostrable para poder identificar este dolor. Sin embargo, en ocasiones las pruebas podrían no ser suficientes. Puede darse en varias patologías, como el cáncer, diabetes, esclerosis múltiple e infecciones virales.

Uno de los signos que indica dolor neuropático es que se percibe un hormigueo, quemazón o sensibilidad extrema cuando se está expuesto al frío, de acuerdo al Manual MSD. Ese dolor puede ser particularmente persistente e intenso.

El dolor nociceptivo es quizás el más común de los dolores.

2. Dolor nociplástico. Se utiliza para aquellas enfermedades en que su origen no es evidente o no ha podido ser determinado. El término comenzó a ser aceptado a partir de 2017, luego de que la IASP buscara distinguirlo del dolor neuropático y lo definiera como aquello que se origina por la alteración del funcionamiento en las vías sensoriales, que se vinculan con el dolor en el sistema nervioso central y periférico.

Quienes pueden experimentar este tipo de dolor son los pacientes que tiene fibromialgia, donde algunos de los indicios más claros son el dolor generalizado, fatiga y dificultades para concentrarse y recordar. Otras patologías en el que podría aparecer es el síndrome de intestino irritable y la cistitis intersticial.

De acuerdo a Fitzgerald, lo que suele ocurrir en algunos pacientes es que el dolor no se puede identificar en una zona específica del cuerpo, sino que se extiende por todos lados. Sienten, además, “niebla cerebral”, una alteración en la que aparecen síntomas como confusión, lentitud y olvido.

Para la neurocientífica, este tipo de dolor continúa siendo “un misterio” pues lo que lo causa y su objetivo aún no han podido ser dilucidados por la comunidad científica. De todas formas, ha permitido que los especialistas se den cuenta de que no necesariamente tiene que existir un daño o lesión evidente en el organismo para que un dolor pueda existir.

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