Estos son los 15 problemas más preocupantes para la conservación de la biodiversidad y el medioambiente en 2024

Estos son los 15 problemas más preocupantes para la conservación de la biodiversidad y el medioambiente en 2024. Foto: referencial.

Un análisis realizado por más de 30 especialistas presentó un total de 96 temas de relevancia, los cuales clasificaron su novedad y potenciales impactos.


Recientemente, un equipo de 31 científicos identificó 15 problemáticas emergentes que generan preocupación en torno a la conservación de la biodiversidad global y el medioambiente.

En su análisis, el cual fue publicado a mediados de diciembre de 2023 en Trends in Ecology and Evolution, los especialistas plantearon un total de 96 temas que se deben considerar, los cuales clasificaron según su novedad y potenciales impactos.

Sobre los 15 principales, detallaron que “abarcan impactos que van desde el desarrollo de nuevas fuentes de combustible de hidrógeno hasta los cambios de temperatura en la zona oceánica mesopelágica”.

“Otras tecnologías emergentes son las impresoras de ADN de sobremesa y la creación de alimentos ricos en proteínas a partir del aire”, añadieron.

A continuación encontrarás cuáles son y una breve explicación sobre sus efectos.

Estos son los 15 problemas más preocupantes para la conservación de la biodiversidad y el medioambiente en 2024. Foto: referencial.
  • Nuevas fuentes de hidrógeno para la producción de energía. Los expertos manifestaron que la extracción de hidrógeno verde en nuevos espacios podría implicar el desarrollo de infraestructuras en ecosistemas que están relativamente intactos. Aquello también podría favorecer a un aumento del riesgo de fuga de gases de efecto invernadero.
  • Producción de amoníaco descarbonizado. Este elemento generalmente es utilizado como fertilizante y es producido a partir de combustibles fósiles, mediante un proceso conocido como Haber-Bosch. Sin embargo, hoy existe un método que usa microgotas de agua y malla de grafito recubierta de óxido de hierro para convertir varios materiales en amoníaco, lo que promete afectar en la reducción de emisiones de CO2. No obstante, “a pesar del beneficio potencial de la reducción de emisiones, cualquier aumento del uso de estos productos a través de un suministro distribuido, descarbonizado, de bajo coste y ubicuo de amoníaco podría tener considerables impactos ambientales negativos”.
  • Alimentos y piensos a partir de bacterias autótrofas oxidadas por hidrógeno. Los especialistas enfatizaron que la producción de alimentos es uno de los principales intensificadores de la pérdida de biodiversidad, debido a la conversión de tierras, las emisiones de gases de efecto invernadero, la pesca masiva y la contaminación, entre otros factores. En medio de este escenario, cada vez más empresas están trabajando en producir proteínas de forma económica con bacterias autótrofas oxidantes del hidrógeno. Esto se podría traducir en que “si la industria puede expandir rápidamente este método de producción de alimentos, generalmente libre de combustibles fósiles, la creciente demanda de proteínas para consumo humano o animal podría descentralizarse y desvincularse de las consecuencias medioambientales sustanciales y crecientes de su producción”.
  • Aceleración de la fotosíntesis artificial sin luz en la agricultura interior. “La expansión de la agricultura mundial para la producción de cultivos es uno de los principales motores de la pérdida de biodiversidad global. La producción de alimentos a partir de plantas se ve limitada por el proceso energéticamente ineficiente de la fotosíntesis, y requiere una superficie considerable. Por lo tanto, el aumento de la eficiencia fotosintética favorecería la producción”, explicaron.
  • Adopción extensiva de técnicas de mineralización de carbono. Aunque la aplicación de polvo de roca, especialmente basalto, en tierras agrícolas podría mineralizar grandes cantidades de dióxido de carbono y aumentar el rendimiento de los cultivos, aquello también podría traer impactos ambientales. Aún así, precisaron que estos aún no están claros.
  • Evidencia de disminución de poblaciones de lombrices en grandes regiones. “Las lombrices de tierra son ingenieras de los ecosistemas que desempeñan un papel importante en el ciclo de los nutrientes, la fertilidad del suelo y el estado de los ecosistemas”, además de que “contribuyen significativamente a la producción mundial de alimentos”. Es por esto que les preocupan los hallazgos científicos sobre la reducción de su población global, a raíz del uso de pesticidas.
  • Uso de ecoacústica para monitorear la ecología del suelo. A grandes rasgos, estas tecnologías suelen utilizarse para evaluar la presencia de animales subterráneos. Si bien, aquello puede favorecer al estudio, sugirieron que es necesario “mejorar y normalizar los métodos”. En este sentido, sugirieron que “la combinación de la ecoacústica del suelo con otras técnicas de seguimiento, como la metabarcoding del ADN electrónico, que proporciona datos sobre la composición de la microbiota del suelo, puede permitir comprender mejor la estructura y la función de la comunidad edáfica”.
  • Los incendios forestales afectan las oscilaciones climáticas. Según los expertos, es probable que estas catástrofes sean más frecuentes en distintas partes del mundo. Esto, entre una extensa lista de motivos, preocupa porque “cada vez hay más pruebas de que los aerosoles producidos por los incendios forestales y la quema de biomasa pueden afectar a las oscilaciones climáticas o inducir cambios en la posición de los sistemas de alta y baja presión y, por tanto, influir en la distribución de la temperatura y la presión en grandes zonas oceánicas”.
Estos son los 15 problemas más preocupantes para la conservación de la biodiversidad y el medioambiente en 2024. Foto: referencial.
  • Impresoras de ADN de sobremesa. Ya tienen la capacidad de producir ADN de doble cadena, mientras que —ante la falta de regulación y supervisión— prometen presentar nuevos riesgos ecológicos y éticos, como la transferencia involuntaria de material genético a poblaciones silvestres y la creación de especies cultivadas invasoras.
  • Extrapolación de evaluaciones de toxicidad química. “Sustancias químicas como los neonicotinoides suelen tener repercusiones ecológicas importantes e imprevistas años después de su primer uso. Los nuevos mecanismos pueden salvar este desfase al permitir identificar la toxicidad potencial de nuevas sustancias químicas antes de que se observen sus efectos”, afirmaron los científicos.
  • Neom (The Line), la ciudad de rascacielos lineal. Manifestaron que este megaproyecto urbano desarrollado en Arabia Saudita representa “un riesgo considerable para las especies migratorias, especialmente las aves paseriformes”. Asimismo, dijeron que “aún no se ha publicado ninguna evaluación de impacto ambiental, y ya ha comenzado la preparación del terreno”.
  • Muertes masivas de erizos de mar afectan ecosistemas marinos. “Las extensas muertes de erizos de mar registradas en el Caribe y el Mediterráneo en 2022 han puesto de manifiesto posibles cambios en los ecosistemas de algunos de los mares más diversos del mundo. En el Caribe se documentó una mortalidad de hasta el 99% de Diadema antillarum (erizo de mar de púas largas), similar a la mortalidad masiva de 1983 y 1984 que provocó que los arrecifes de coral se vieran desbordados por la proliferación de algas”.
  • Eliminación de dióxido de carbono del océano. Pese a que subrayaron que es un punto clave para combatir el cambio climático, aseguraron que todavía se debe “determinar la eficacia de las tecnologías para la eliminación y el almacenamiento de carbono a largo plazo en grandes superficies”. Junto con ello, dijeron que se debe aclarar “la probabilidad de que se produzcan consecuencias perjudiciales para el medioambiente”.
  • El aumento de temperaturas en la zona crepuscular afecta la bomba biológica de carbono. Detallaron que esta zona representa a cerca de una cuarta parte del volumen oceánico. Sin embargo, “se presume que la eficiencia de la bomba biológica de carbono disminuya con el aumento de las temperaturas, lo que provocará un aumento de las tasas de remineralización de la materia orgánica y una reducción de la disponibilidad y la calidad de los alimentos para los organismos de aguas profundas”.
  • El derretimiento del hielo antártico afecta las corrientes oceánicas profundas. En su análisis, los científicos aseguraron que investigaciones recientes sugieren que “las reducciones en la densidad del agua causadas por el aumento del deshielo y la reducción de la concentración de sales pueden reducir el vuelco abisal en un 40% para 2050″. Tales consecuencias podrían afectar al flujo de los nutrientes, los niveles de oxígeno en el océano y el clima global.

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