“Es igual a Alcatraz”: cómo es Bibby Stockholm, la polémica barcaza que alojará a migrantes solicitantes de asilo

“Es igual a Alcatraz”: cómo es Bibby Stockholm, la polémica barcaza que alojará a migrantes solicitantes de asilo. Foto: Ben Birchall/AP.

El gobierno británico ya inauguró el alojamiento flotante, cuyo destino es poder albergar a migrantes que están con solicitudes de asilo. Si bien ingresaron 15 personas, otras 20 se negaron a abordar.


A inicios de esta semana se concretó el traslado del primer grupo de migrantes que se alojará en Bibby Stockholm, la controversial barcaza capaz de acoger a 500 solicitantes de asilo.

La embarcación situada en el puerto de Portland es parte de una estrategia del gobierno británico para reducir los costos de estadía de los migrantes que han buscado refugio en el país europeo y que desean quedarse de forma legal. Al mismo tiempo, se trata de una medida disuasiva para aminorar la migración a ese territorio.

En la actualidad son más de 50 mil personas que están con sus solicitudes en trámite y que están residiendo en hoteles tras haber navegado por el Canal de la Mancha en embarcaciones frágiles, consigna Reuters. De acuerdo al gobierno británico, cubrir esos gastos en hoteles les ha costado 6 millones de libras diarias.

Bibby Stockholm tiene una longitud de 93 metros, tres plantas y 200 habitaciones destinadas a 500 personas. Se estima que sus residentes podrán quedarse por un período de 18 meses.

Las autoridades también han establecido que la embarcación solo podrá recibir a hombres, con lo “básico y funcional” para vivir. Algunos de los servicios con los que contarán durante toda la semana son de asistencia sanitaria, catering y seguridad a bordo.

Pero, ¿qué dicen los primeros migrantes que han podido subir a este buque? ¿Y qué es lo que tiene en su interior?

Cómo es Bibby Stockholm, el alojamiento flotante para migrantes

Mientras estén quedándose en Bibby Stockholm, las personas tendrán tarjetas que permitan verificar su identidad. Además, deberán pasar por escáneres de seguridad en ciertos puntos de la barcaza.

Según relató un migrante afgano no individualizado a la BBC, la estadía en la embarcación se siente tal como si fuera una cárcel. “El ruido de las cerraduras y los controles de seguridad me dan la sensación de estar entrando en la prisión de Alcatraz”, apuntó.

El hombre relató que le dieron una habitación de tamaño pequeño y que su compañero de pieza sufrió un ataque de pánico en las primeras horas dentro del barco: “Sintió que se ahogaba. Hay gente entre nosotros a la que el médico de aquí dio fuertes medicamentos para la depresión”.

El lunes de esta semana ingresaron los primeros solicitantes de asilo que vivirán por unos meses en Bibby Stockholm. Foto: Ben Birchall/AP.

Según el solicitante de asilo, la barcaza posee una puerta de entrada y salida similar a una cárcel. También hay un período de horas específico donde pueden tomar un bus para salir y caminar, pero el viaje es largo. “Nos sentimos muy mal”, comentó.

Un segundo hombre no identificado, que lleva seis meses en el Reino Unido, vio con mejores ojos la experiencia pese a llevar pocas horas. Comentó que había tomado un “buen desayuno”, ya que le habían ofrecido huevos, queso y mermelada.

Semanas antes de que entrara el primer grupo de migrantes, reporteros de la BBC consiguieron hacer un recorrido por este alojamiento flotante para explorar cómo era por dentro. Aseguraron que la barcaza se parecía a un “viejo motel”, ya que su aspecto luce como si fuera de los 80.

Las cabinas que hay dentro del barco cuentan con un escritorio, un clóset, televisor y ventanas de gran tamaño. “Los cuartos no se sienten demasiado claustrofóbicos”, detallaron en el artículo.

Cada habitación posee un baño privado con ducha y no camas unitarias, sino que camarotes. Eso último fue una modificación, ya que fue lo que permitió aumentar la capacidad de las personas en el ferry.

El patio de Bibby Stockholm.

Con respecto a los espacios comunes, existe una sala con televisión y sillones para que los residentes puedan entretenerse, un comedor con mesas para seis personas, un gimnasio y una zona recreativa en el exterior. También hay una sala que se puede utilizar para hacer clases y otro tipo de actividades similares.

Los migrantes que se hospeden en Bibby Stockholm tendrán la posibilidad de tomar buses entre las 9 de la mañana y las 11 de la noche para poder trasladarse a Portland o Weymouth, si desean salir. En el caso que no vuelvan al ferry en la noche, se les llamará para corroborar que todo está bien.

“Muchos de nosotros entramos en Gran Bretaña hace nueve u 11 meses en avión. Algunos solicitamos asilo en el aeropuerto. No vinimos en barco”, comentó el migrante afgano.

“Hace dos semanas que recibimos una carta en la que nos amenazaban con que, si no aceptábamos ir, nos cortarían la ayuda y el acceso al Servicio Nacional de Salud (NHS). Hay gente entre nosotros que toma medicamentos. Aceptamos”, añadió el hombre.

Bibby Stockholm tendrá seguridad 24/7. Foto: Ben Birchall/AP.

Si bien este lunes se inauguró el alojamiento flotante luego de que entraran las primeras 15 personas, otras 20 se negaron a a abordar el barco.

Quienes decidieron quedarse en tierra firme podrían enfrentar problemas para seguir recibiendo alojamiento alternativo mientras se tramitan sus solicitudes. Según rescató la cadena SkyNews, el Ministerio del Interior le envió una carta a un migrante que no quiso abordar el lunes, la que aseguraba que el alojamiento de Bibby Stockholm “se ofrece sin elección”.

“Cuando los solicitantes de asilo no aceptan una oferta de alojamiento adecuado sin una explicación razonable, no debe esperar que se ofrezca un alojamiento alternativo. Si no viaja mañana, 8 de agosto de 2023, pueden comenzar los arreglos para cesar el apoyo que está recibiendo del Ministerio del Interior”, rezaba el comunicado.

Desde la ONG Care4Calais, que ha estado ayudando a los migrantes que se negaron a ir a la barcaza, han asegurado que tienen “serias preocupaciones” por estas misivas que se enviaron y acusaron que el gobierno británico ha atacado a “a los solicitantes de asilo que no han podido obtener representación legal, amenazándolos con dejarlos sin hogar si no se mudan”.

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