El síndrome del abuelo esclavizado: los adultos mayores que ya no quieren cuidar a sus nietos

El síndrome del abuelo esclavizado: los adultos mayores que ya no quieren cuidar a sus nietos

"Hay una diferencia entre cuidar a los nietos de manera puntual y ser la cuidadora principal", aseguró una adulta mayor, sobre el cuidado de sus nietos y la culpa que pueden sentir los abuelos al decir que no.


Al salir a la calle, en más de una ocasión nos toparemos con abuelos cuidando a sus nietos pequeños, llevándolos al parque o recogiéndolos de la escuela. Y aunque, en primera instancia, nos parece tierno y una linda imagen, la realidad es que, para muchos de ellos, el cuidado de los niños puede ser una obligación que afecta su salud.

“Si un día mis hijos no pueden y me necesitan para recoger al niño del colegio, esas cosas sí. Pero recoger al niño por las mañanas y tenerlo todo el día hasta que vuelven de trabajar, eso sí que no, porque yo tengo mi vida y desde que me jubilé, tengo tiempo para hacer otras cosas”, aseguró Cayetana Campo, una española de 71 años, a la BBC.

Y es que, para la mujer, el acto de encargarse de los nietos 24/7 y que incluso la utilicen para dejar a los niños e irse de vacaciones, es un no rotundo.

“A mí eso de dejarme al niño y hacer su vida, pues no. Para eso tienen niños, ¿no? Para que los cuiden ellos”.

Lo anterior no implica que no tenga una buena relación con sus nietos. Al contrario, aseguró que disfrutan mucho juntos, pasan tiempo de calidad y que se quieren, pues “para eso sí son los abuelos”.

No obstante, la adulta mayor aseguró que conoce a algunos abuelos que se encargan de sus nietos a jornada completa, porque si no, sus hijos se enojan con ellos: “Los cuidan como obligación y eso tampoco puede ser. Hablando con la gente, te das cuenta de que siempre hay alguno esclavizado”.

El síndrome del abuelo esclavizado: los adultos mayores que ya no quieren cuidar a sus nietos

Qué es el síndrome del abuelo esclavizado

Poner límites, como lo hizo Cayetana, no es una tarea sencilla. Muchos abuelos se sienten culpables de decir que no, por lo que terminan cediendo ante sus hijos para convertirse, sin quererlo, en los criadores y cuidadores principales de sus nietos.

“El abuelo muy autónomo, que hace su vida, que viaja, que le dice que no de entrada a ese rol cuidador a los hijos es visto todavía culturalmente como un abuelo egoísta. Un abuelo que prima su propio confort, su propio bienestar y que un poco, deja al margen a sus hijos. Es una apreciación en muchos casos injusta”, manifestó Manuel Sánchez Pérez, presidente de la Sociedad Española de Psicogeriatría.

En esta línea, el síndrome del abuelo esclavo se traduce a “esa obligación moral, esa presión que sienten los abuelos por cuidar a sus nietos, que puede venir de forma directa impuesta por sus hijos o porque vean que realmente sus hijos necesitan ayuda”, aseguró José Augusto García Navarro, presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología.

El síndrome del abuelo esclavizado: los adultos mayores que ya no quieren cuidar a sus nietos

No obstante, Sánchez Pérez afirmó que los adultos mayores que se niegan a tomar esta posición, están defendiendo su derecho a una jubilación digna, saludable y a poder disfrutar del tiempo extra de no tener que trabajar, lo que es “perfectamente legítimo”.

Por su parte, García Navarro comentó que se trata de un problema muy común en países Mediterráneos y de Latinoamérica, donde prevalece el pensamiento de que “la familia somos todos y todos tienen que arrimar el hombro, a cualquier edad”.

El síndrome del abuelo esclavizado: los adultos mayores que ya no quieren cuidar a sus nietos

Cómo el síndrome del abuelo esclavizado afecta la salud de los adultos mayores

Desde el punto de vista psicológico, el estrés puede tener repercusiones en los adultos mayores, como la ansiedad, el insomnio y la sensación de cansancio y sobre agotamiento.

Lo anterior puede incidir en efectos secundarios, como fallas en la memoria y equivocarse al conducir.

Además, si existe una cardiopatía isquémica, puede existir una mayor probabilidad de sufrir un ataque cardíaco.

“Su salud física se ve siempre deteriorada porque al final una persona a partir de cierta edad, lo que sufre es más cansancio, más dolores o enfermedades, que se agravan y luego a nivel psicológico, la frustración aparece con mucha frecuencia, la rabia, la ira, la culpa, la tristeza, la ansiedad, el estrés. Normalmente son emociones que oscilan entre la tristeza y la rabia”, aseguró el psicólogo sanitario, Ángel Rull .

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