Cómo es la dieta que Madonna ha utilizado para mantenerse a sus 65 años y qué tan saludable es

Cómo es la dieta que Madonna ha utilizado para mantenerse a sus 65 años y qué tan saludable es. Foto: Madonna / Sam Smith.

Una especialista explicó cuáles son los beneficios y riesgos de este tipo de alimentación que ha mantenido la reina del pop. Estos son los detalles.


Sin lugar a dudas, Madonna es una de las personalidades más influyentes en la industria de la música.

Desde la publicación de su debut homónimo en 1983 hasta el lanzamiento de Madame X (2019) y su gira Celebration Tour —la cual iniciará en Londres este 14 de octubre— , la autora de “Like a Prayer” se ha posicionado por cuatro décadas como la reina indiscutible del pop.

Pero lo que hace la artista de 65 años es mucho más que solo hits bailables y provocadores.

La cantante estadounidense es conocida por la alta intensidad de sus conciertos, en los que realiza numerosas coreografías a la perfección junto a su equipo de bailarines.

Y a pesar de que en junio fue hospitalizada a raíz de complicaciones médicas, actualmente se encuentra preparada para dar inicio a su nuevo tour. Así lo ha demostrado en sus redes sociales, en donde ha publicado contenidos para motivar a sus seguidores y fanáticos más fieles.

No obstante, muchos se han preguntado cómo la diva de “Hung Up” ha logrado mantenerse en aquel estado a su edad.

Si bien, es conocido que el ejercicio es una parte importante para la salud, la nutrición también es un aspecto clave.

Es ahí cuando entra la dieta macrobiótica, un tipo de alimentación al que ha recurrido la reina del pop, según informaciones rescatadas por Women’s Health.

Cómo es la dieta que Madonna ha utilizado para mantenerse a sus 65 años y qué tan saludable es. Foto: Madonna.

Cómo es la dieta macrobiótica que ha utilizado Madonna

Se trata de una dieta que está vinculada a la filosofía oriental, la cual no busca bajar de peso, ni compensar un objetivo nutricional en específico.

“Consiste en llevar una alimentación equilibrada, según el yin y el yang. Para los orientales, así se consigue equilibrar el cuerpo, el alma y la mente”, explicó la nutricionista Pamela Salvatori a La Nación

En este sentido, la experta profundizó en que existen dietas macrobióticas con distintos niveles de rigidez, mientras que tienden a limitar —o en casos más estrictos, a eliminar— el consumo de carnes rojas.

Dentro de este tipo de alimentación y estilo de vida, el yin simboliza la comida que no aporta al organismo, como los productos procesados, algunos condimentos y especias, ciertos tubérculos, los conservantes y lo que es de origen industrial, además de elementos como el alcohol y las bebidas azucaradas, enumeró la nutricionista.

Por otro lado, en el yang se encuentran los que tienen propiedades más beneficiosas, tales como los cereales integrales, las legumbres, las frutas, verduras, pescados y mariscos.

Es por eso que, en palabras de Salvatori, “puede ser una dieta bastante respectiva”.

A diferencia de los vegetarianos —quienes generalmente toman la decisión tras evaluar aspectos morales, como el maltrato animal— , quienes siguen las dietas macrobióticas “se basan en un tema de equilibrio entre el cuerpo y la mente”.

Sin embargo, también puede haber vegetarianos o veganos que sigan este tipo de alimentación, además de personas que solo limiten el consumo de carnes en vez de eliminarlas por completo.

Cómo es la dieta que Madonna ha utilizado para mantenerse a sus 65 años y qué tan saludable es. Foto: Madonna / Sam Smith.

Cuáles son sus posibles beneficios y aspectos negativos

Salvatori enfatizó que engloba tanto puntos a favor como en contra.

Entre los primeros, se encuentra que al restringir los productos procesados y ultraprocesados disminuye el consumo de grasas trans, sodio y azúcares, lo cual es beneficioso para la salud.

“También es positiva la recomendación de limitar las carnes rojas. Algunas dietas la eliminan y otras la limitan en frecuencia de consumo. Otro aspecto favorable de la dieta es la indicación de incluir abundantes frutas y verduras. En general se eligen las de estación, que implica responsabilidad por el medio ambiente y, además, son más baratas. El aumento de consumo de frutas, verduras, cereales integrales y legumbres aporta mayor cantidad de fibra”, afirmó la experta.

Pero este método también tiene sus contras, ya que en ciertos casos se puede tratar de un régimen altamente estricto.

Aquello, según la nutricionista, puede desencadenar “mucha ansiedad”.

Y a ello se le suma que genera aislamiento social, porque cuando uno va a una reunión o a comer a un restaurante es difícil acomodarse con la comida”.

“No en todos los lugares se pueden conseguir alimentos que se adapten”, añadió Salvatori.

De la misma manera, restringir el consumo de carnes y lácteos puede traducirse en un déficit de proteínas y componentes como hierro, calcio, vitamina B12, vitamina D, vitaminas del complejo B, lo que podría contribuir al desarrollo de problemas en la salud.

Es por eso que Salvatori subrayó que “los niños no deberían seguir este tipo de dietas”.

“Tampoco es para embarazadas o para adultos mayores. Por ese motivo, desde el consultorio, siempre se aconseja a la gente que no elija una forma de comer sin estar debidamente informada”.

Bajo esta línea, subrayó que “es importante que un especialista aconseje qué alimentos tienen que incorporarse y que indique multivitamínicos específicos” si se desean hacer cambios en la alimentación.

Cabe destacar que siempre es recomendable visitar a un médico para evaluar tu caso particular y lo que puedes comer o no, en beneficio de tu salud.

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