Catacumbas de Lima: cómo es el cementerio subterráneo donde descansan los restos de miles de personas

Catacumbas de Lima: cómo es el cementerio subterráneo donde descansan los restos de miles de personas. Foto: Perú Travel.

En laberintos del cementerio subterráneo hay cráneos y fémures por montones. Los expertos creen que bajo los suelos de Lima hay otros entierros que quedan por descubrir.


El Convento de San Francisco es uno de los tesoros de mayor relevancia en el centro histórico de Lima, Perú. La belleza de su arquitectura, las obras artísticas que posee en su interior y su antigüedad son solo algunos de los motivos que lo convierten en una parada obligatoria de los turistas que llegan a la capital peruana. Pero hay algo más que capta aún más la atención de los visitantes.

Bajo este templo se encuentran unas enigmáticas criptas, más conocidas como catacumbas, donde permanecen los restos óseos de miles de personas que vivieron en Lima durante la época colonial.

“Es el cementerio subterráneo de América Latina”, comentó a BBC el profesor Cayetano Villavicencio, quien lleva años dedicado a la investigación y conservación de este espacio.

Cómo son las catacumbas de Lima

El Convento San Francisco está compuesto por las iglesias San Francisco, La Soledad y El Milagro, además de sus patios y claustros. Es bajo el suelo de ese conjunto religioso donde están ubicadas las famosas catacumbas.

El recinto fue construido a partir del año 1546, cuando las órdenes franciscanas se instalaban en el territorio tras el comienzo del virreinato. En la actualidad, es considerado Patrimonio Cultural del país.

Pese a que se tiene clara la importancia histórica del cementerio subterráneo, aún no ha sido posible determinar con exactitud cuántas personas fueron enterradas allí. Se habla de que fueron por lo menos 25.000, pero Villavicencio ha hecho sus propias estimaciones y cree que pueden haber sido más de 100.000.

Al bajar por estos laberintos ocultos es posible hallar principalmente cráneos y fémures, “porque son los huesos que se conservan por más tiempo”, dijo el profesor. Eso sí, también se encuentran otras clases de restos como fragmentos de coxis y esternón.

Las catacumbas no han estado siempre abiertas al público. Los entierros de este tipo funcionaron hasta 1810, y más tarde, tras proclamar la independencia de Lima en 1821, el general argentino José de San Martín firmó un decreto para que las catacumbas dejaran de ser consideradas un espacio legal para los entierros, principalmente por motivos de salubridad.

Las catacumbas de Lima son visitadas a diario por los turistas.

Así, permanecieron clausuradas por muchos años.

No fue sino hasta 1947 que este sitio nuevamente comenzaba a ver la luz, ya que se iniciaron las labores de excavaciones para poder despejar las galerías. Tres años después se permitió el acceso para los visitantes que estuvieran interesados.

“Tuvimos que señalizar muy bien el recorrido porque algún turista se perdía y se llevaba un susto”, recuerda el profesor. Hoy en día todavía existen varios laberintos que no han podido ser despejados.

¿Y quiénes están enterrados en este misterioso lugar? Villavicencio asegura que “españoles, criollos, indios y negros”. “No había exclusiones, a pesar de la jerarquización social vigente entonces. Solía tratarse de miembros de algunas de las hermandades que estaban instaladas en los altares laterales de la iglesia”, añade.

Se cree que algunas criptas estaban destinadas solo a cofradías y familias con poder, ya que a esas se les ubicaba cerca de los altares.

Los entierros en las criptas de Lima ocurrieron hasta 1810.

Gran parte de los restos óseos no han podido ser identificados. Sin embargo, hay figuras conocidas de la época que tuvieron sus entierros en este espacio oculto, tales como García Sarmiento de Sotomayor y Manuel de Oms y de Santa Pau, ambos virreyes del Perú en distintos años.

Además de las catacumbas del Convento de San Francisco, hay otros centros religiosos de la capital peruana donde también se han identificado del mismo tipo. En 2022, arqueólogos peruanos encontraron 14 entierros humanos en debajo de la iglesia de Nuestra Señora de la Soledad, emplazada en el centro histórico de Lima.

“La cripta fue construida como si fuese un sótano y se usó por casi unos 300 años”, comentó a AFP el arqueólogo Héctor Walde tras el hallazgo.

Una de las incógnitas que podría surgir es por qué se enterraba a los muertos bajo los suelos de los templos.

La respuesta está en que durante la época en que esto comenzó a darse en Lima prevalecía la creencia de que descansar en ese espacio significaba una cercanía con Dios y la salvación. Más tarde, esto también se vio acentuado por las epidemias y terremotos que dejaron miles de muertos.

Por lo mismo, los especialistas creen que bajo los suelos de la ciudad aún se esconden otros laberintos subterráneos con restos óseos que están a la espera de ser descubiertos.

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