Asesinato de Fernando Villavicencio: las claves de la crisis de violencia en Ecuador

Asesinato de Fernando Villavicencio: las claves de la crisis de violencia en Ecuador. Foto: Reuters/Karen Toro.

El candidato presidencial fue baleado por sicarios al salir de un acto político, a solo días de las elecciones. El ataque es parte de una ola de violencia que ha experimentado Ecuador en el último tiempo.


Un ambiente de consternación y tensión se ha estado viviendo en Ecuador durante las últimas horas, luego de que el candidato a la Presidencia de ese país, Fernando Villavicencio, fuera asesinado por un grupo de sicarios el miércoles por la tarde. El hecho ocurrió a tan solo 11 días que se lleven a cabo las elecciones.

El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, aseguró estar “indignado y consternado” por el asesinato de Villavicencio y que esto no quedaría “impune”: “El crimen organizado ha llegado muy lejos, pero les va a caer todo el peso de la ley”.

Adicionalmente, el mandatario decretó estado de excepción por 60 días y ratificó que las elecciones se realizarán el 20 de agosto.

Cómo ocurrió el ataque a Fernando Villaviencio

Villavicencio, quien tenía 59 años y era candidato abanderado del Movimiento Construye, se encontraba realizando un mitín político en el colegio Anderson, ubicado al norte de Quito.

Una vez que finalizó el evento a eso de las 6 de la tarde, el presidenciable se preparaba para retirarse del lugar y se subió a un vehículo blanco, tras lo cual un grupo de sicarios en motocicleta comenzó a disparar directamente hacia el auto. Según relató el tío de Villavicencio, Galo Valencia, al menos 40 ráfagas de disparos se habrían ejecutado en el lugar. El candidato recibió tres de los disparos.

En registros que captaron el momento exacto del ataque se consigue apreciar que en el exterior del colegio estaba repleto de asistentes, a propósito del acto político. Desde la salida del colegio hasta el vehículo, Villavicencio fue escoltado por dos policías.

Fernando Villavicencio en el mitín político del 9 de agosto, antes de ser asesinado. Foto: Reuters/Karen Toro.

Si bien el exsindicalista fue trasladado hasta un centro asistencial cercano, los equipos médicos no consiguieron salvarle la vida y falleció. La Fiscalía dio a conocer que otras 9 personas resultaron heridas, entre las que se encuentran dos policías y una asambleísta. El sospechoso fue abatido poco después y falleció, informaron las autoridades.

Antes de ser acribillado, Villavicencio comentó públicamente que estaba recibiendo amenazas de muerte de parte de un sujeto identificado como “Fito”, quien es líder de una organización criminal llamada Los Choneros. A raíz de esa situación, el exasambleísta había estado bajo protección de la Policía Nacional.

El atentado contra el político no es un hecho tan aislado, puesto que Ecuador ha estado atravesando una ola de violencia en el último tiempo, desde distintas veredas.

Cuáles son las claves de la crisis de violencia en Ecuador

Violencia política. De profesión periodista, Villavicencio se destacó en el pasado por haber denunciado casos de corrupción durante la administración del expresidente Rafael Correa. Desde ahí en adelante se convirtió en enemigo acérrimo del exmandatario.

Tanto en su faceta como dirigente sindical, periodista y más tarde diputado, Villavicencio dejaba en claro que estaba en contra de la corrupción y el poder de las mafias en el país. Esa misma lucha lo había impulsado a querer ser candidato presidencial. Frente a las cámaras o en actos públicos hablaba abiertamente de que no transaría contra las organizaciones criminales, lo que probablemente desató las amenazas de muerte de parte de una organización criminal.

Sin embargo, el deceso del presidenciable no es el único que tenido la política ecuatoriana en los últimos meses.

Durante los minutos que duró el ataque a Fernando Villavicencio, los asistentes tuvieron que refugiarse. Foto: AP.

En enero de este año, el candidato a alcalde de la ciudad de Salinas, Julio César Farachio, fue asesinado. El 4 de febrero, cuando solo faltaban horas para que se desarrollaran las elecciones, el candidato a alcalde de Puerto López, Omar Menéndez, tuvo el mismo destino. Al día siguiente Menéndez resultó electo.

En julio, el alcalde de la ciudad de Manta, Agustín Intriago, fue víctima de un ataque armado mientras visitaba unas obras de alcantarillado. Falleció en el lugar. Durante la misma instancia fue asesinada Ariana Estefanía Chancay, una joven deportista que había acudido a la instancia para solicitarle apoyo al alcalde por su equipo de fútbol.

Rider Sánchez, candidato a asambleísta por la provincia de Esmeraldas, también falleció en julio tras ser baleado.

El poder del narcotráfico y aumento de homicidios. Según la BBC, en el último tiempo las provincias de Guayaquil, Manta y Esmeraldas han sido los focos de la violencia narco que afecta al país.

Lo anterior se debe a que en esas zonas específicas están emplazados los puertos marítimos más relevantes de Ecuador, donde los narcotraficantes han visto una oportunidad para concretar sus planes criminales. Es frecuente que en esos puertos la policía identifique contenedores con drogas, generalmente cocaína, cuyos destinos suelen ser países de Europa.

De acuerdo a un informe de las Naciones Unidas contra la Droga (UNODC) de 2022, Ecuador es el tercer país a nivel mundial con las mayores incautaciones de drogas, solo siendo superado por Colombia y Estados Unidos.

Los puertos marítimos de Ecuador son usados por narcotraficantes para trasladar droga a otros países. Foto: Policía Nacional de Ecuador.

Uno de los factores que ha sido clave en este mercado y que ha identificado la Policía Nacional es la ubicación geográfica que posee el país.

Y es que, según un informe realizado por el Centro de Análisis de la Información (CAI) de la Policía Nacional sobre las rutas de la droga, el problema radica en que Ecuador se sitúa entre Colombia y Perú, que actualmente son los principales productores de cocaína en todo el mundo. Aquello conlleva que el país sudamericano esté mucho más expuesto al narcotráfico en relación a otras naciones vecinas.

A eso se suman otros factores, advierte el reporte, como el poco control en territorio marítimo y aéreo, la dolarización y la extensión territorial de Ecuador que facilita transportarse por cortos períodos de tiempo.

También está lo que ha sucedido con los crímenes, algo que solo se ha ido agudizando en los últimos años. El año pasado, Ecuador terminó con la tasa de homicidios más grande en toda su historia: 25,5 por cada 100 mil habitantes.

“La violencia se ha reflejado, principalmente, por la acción de grupos criminales, especialmente los grupos que disputan poder de organizaciones, que tratan de posicionarse en el territorio”, afirmó Fausto Salinas, comandante general de la Policía de Ecuador.

Control de la delincuencia y crisis carcelaria. Las autoridades ecuatorianas han sugerido que la problemática de la delincuencia se ha visto acentuada por el poco financiamiento que otros gobiernos han entregado al ámbito de la seguridad nacional, consigna la BBC.

Juan Zapata, ministro del Interior, ha asegurado que para conseguir ese objetivo, desde la llegada de Lasso al poder se han aumentado los funcionarios policiales. “En mayo de 2021 hubo 51.000 policías, para diciembre de 2022 aumentaron a 51.853, en junio de 2023 llegaron a 59.000 y para noviembre de este mismo año la cifra alcanzará los 65.000″, dijo Zapata en junio.

Desde 2021, Ecuador ha tenido que enfrentar una crisis carcelaria. Foto: AP

Según una encuesta de la empresa Gallup, publicada en enero de este año, Ecuador es el país donde sus habitantes se sienten más inseguros.

En las cárceles la situación tampoco es alentadora, pues allí también se vive una crisis. Desde 2021 hasta ahora, se han desatado una serie de enfrentamientos graves entre las organizaciones criminales que buscan disputar el control de los recintos penitenciarios, lo que ha terminado en masacres humanas. Solo entre 2021 y 2022 se han registrado más de 400 muertes en las prisiones ecuatorianas.

La última matanza ocurrió a fines de julio en la Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil, la cárcel más grande y habitada del país, donde 31 presos resultaron fallecidos. El hecho provocó que el presidente Guillermo Lasso decretara estado de excepción en las cárceles, por lo que policías y militares tuvieron que intervenir.

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