5 estrategias para cuidarse del sol en verano

5 estrategias para cuidarse del sol en verano.

Si bien la radiación ultravioleta está presente durante todos los meses del año, en esta época sus niveles son más altos, desatando que la piel sea la principal afectada. Acá, algunas recomendaciones para protegerse.


Una nueva temporada de verano ya ha arrancado. Es en estas fechas donde gran parte de las personas planea irse de vacaciones, busca alguna solución milagrosa para refrescarse de las altas temperaturas y las prendas que se utilizan son frescas y que dejan la piel más expuesta al sol.

Al mismo tiempo, esta época es cuando más los dermatólogos alertan sobre los efectos nocivos que podría tener la exposición excesiva al sol en niños y adultos.

Una de las razones que motivan esa advertencia es que la mayoría los cáncer de piel son causados por la acción de los rayos ultravioleta (UV), de acuerdo a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).

Por qué es necesario cuidar la piel

Héctor Fuenzalida, dermatólogo de IntegraMédica y académico de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Santiago, explica que a menudo se piensa que la piel “no es tan vital” como el corazón, el cerebro o el pulmón.

No obstante, sin este órgano -que es el más grande en todo el cuerpo- sencillamente no se podría sobrevivir, dice el especialista.

“Es la primera barrera de contención de todas las injurias externas, que son los elementos vivos y no vivos. Entre ellos están las radiaciones, químicos, temperaturas, bacterias y parásitos. La integridad de la piel, de lo que se llama la barrera cutánea, permite aislar y proteger de todas estas injurias de manera permanente”, asegura.

La piel es el órgano más extenso del cuerpo.

Pero además de impedir que otros agentes externos ingresen al interior del cuerpo, este órgano cumple otras funciones esenciales. Entre ellas está que colabora en la regulación de la temperatura corporal, ayuda a la regeneración después de una herida, participa en la síntesis de vitamina D e incluso tiene su propio sistema inmunitario.

“La piel influye mucho en la salud general. Una persona que la tiene enferma, seca, con heridas o picazón, no va a tener buena calidad de vida”, asegura Walter Gubelin, dermatólogo y académico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Los Andes.

Los expertos indican que, debido a todas las funciones que cumple la piel en nuestra vida, es básico que se tomen medidas para protegerla y prevenir los daños tanto a corto como a largo plazo. Si bien esos cuidados deben realizarse durante todo el año, ya que la radiación UV está siempre presente, es en época de verano cuando se intensifica más.

“La radiación UV, principalmente los rayos A y B, puede provocar alteraciones en el ADN y en la estructura que sostiene la piel, que son las fibras colágenas. También inducen a un aumento de la pigmentación, lo que se traduce en manchas”, detalla Fuenzalida.

De acuerdo a Gubelin, otros efectos de la exposición crónica al sol pueden ser el envejecimiento prematuro y desarrollar cáncer de piel. “Los más frecuentes son el carcinoma basocelular y el espinocelular. En tercer lugar está el melanoma, que tiene alta mortalidad si no se detecta a tiempo”.

La mayoría los cáncer de piel son causados por la exposición a los rayos ultravioleta.

5 consejos para protegerse del sol

De acuerdo a los dermatólogos, existen una serie de estrategias que pueden ser útiles para cuidar la piel en esta época de altas temperaturas. Algunas de ellas son:

1. Evitar la exposición solar entre las 11 y 16 horas. Se trata “del periodo más peligroso para exponer a la piel”, dice Fuenzalida, ya que es cuando los niveles de la radiación UV son elevados. Si se busca tomar sol de manera moderada y segura, tiene que ser fuera de ese horario y por periodos muy cortos.

2.Utilizar protector solar de amplio espectro. Este debe aplicarse por lo menos 20 minutos antes de salir al exterior para asegurarse de que penetre en la piel. Adicionalmente, lo ideal es que cumpla con algunas características de manera que la protección sea más efectiva: se recomienda que el protector solar sea Spf 50 y que tenga resistencia al agua.

Si bien hoy el mercado ofrece algunos protectores solares más económicos y que son del área cosmética, Fuenzalida asegura que “no tienen todos los componentes para cubrir el espectro de la radiación ultravioleta A y B”. En cambio, los dermatológicos entregan una cobertura más completa.

Usar fotoprotector es clave para protegerse del sol, pero eso se debe complementar con otras medidas.

3. Reaplicar el fotoprotector durante el día. Este paso va a depender de varios factores, por ejemplo, si se estará en un espacio cerrado o al exterior.

En el primer caso los especialistas sugieren volver a poner el protector solar cada cuatro horas, mientras que si se está en la playa, la piscina o se hace deporte, debe reaplicarse cada dos horas. Si bien existen algunos que aseguran ser a prueba de agua, de todas formas es necesario volver a ponerlo en el día.

4. Optar por prendas que ayuden a resguardarse. Los especialistas aseguran que puede ser útil optar por trajes con fibras que protegen de los rayos UV, por ejemplo, aquellos que se utilizan para realizar deportes acuáticos. Otra alternativa más accesible es usar sombreros que puedan dar sombra al rostro y el cuello, así como también lentes de sol de buena calidad.

5. Buscar sombras. Si bien puede resultar obvio, es esencial buscar un refugio de la acción de la radiación durante las salidas. Si se pasará el día en playas o piscinas, una herramienta de protección pueden ser los quitasoles. “Los niños son mucho más sensibles al daño del sol en comparación a los adultos, por lo que esto es particularmente importante hacerlo en niños”, expresa Gubelin.

Otro punto a considerar es que existen algunos medicamentos, como antihistamínicos, diuréticos y retinoides orales, que tienen como efecto secundario la fotosensibilidad, es decir, que la piel se vuelve mucho más sensible ante la luz solar. Lo anterior puede provocar que algunos pacientes presenten quemaduras o bronceados muy repentinos.

“Hay que considerar que el cuidado de la piel debería darse en todo el ciclo de vida, desde los niños hasta los adultos mayores. No hay ninguna etapa en que uno sea más resistente y pueda decir ‘ahora me despreocupo’. Hay que cuidar de este órgano siempre”, concluye Fuenzalida.

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