"Nos apoyaremos mutuamente"

Aunque señala que el próximo paso del bloque conformado por Amplitud, Ciudadanos (ex Fuerza Pública) y Red Liberal es una lista conjunta de alcaldes y concejales, la senadora desdramatiza una futura primaria entre ella y el ex ministro de Hacienda. "Si estamos en el mismo barco, tendremos que respaldarnos", dice.




Con un vestido de gasa azul y su melena rubia, Lily Pérez camina a paso firme rumbo a la sala del Senado. "¿Cómo está senadora?", le pregunta un funcionario."Contenta, muy contenta", responde sonriendo. "¿No me veo contenta?, le pregunta. "Si estamos rompiendo el binominal mental", señala en voz alta, mientras sigue caminando.

El día anterior, ella junto al ex ministro Andrés Velasco presentaron los cuatro ejes —profundización de la democracia y redistribución del poder, desarrollo económico, expansión de las libertades e igualdad— sobre los que se fundará el nuevo referente político de centro que conforman Ciudadanos (ex Fuerza Pública), Amplitud y Red Liberal, que busca ser una alternativa a Chile Vamos y a la Nueva Mayoría.

"Veníamos trabajando desde hace varios meses estas propuestas, pero en silencio, y sólo quisimos darlas a conocer cuando tuviéramos el trabajo hecho. Porque hemos aprendido de los errores ajenos y hemos visto cómo la Nueva Mayoría hizo muchos anuncios que luego no pudo concretar porque sus diferencias internas son irreconciliables, y hemos observado cómo Chile Vamos anuncia, reanuncia y re-reanuncia el estreno de una nueva sociedad política que no puede avanzar porque no cuenta con ideas concretas que los aglutinen", señala la ex senadora de RN, durante un break de la sesión del martes en el Senado.

—¿Coincide con el ex ministro de Hacienda en todos los temas programáticos?

—En los ejes programáticos sí, mucho. Nosotros fuimos supercriticados por votar en contra de la reforma tributaria y no estar en la foto, pero al final teníamos la razón y fuimos los únicos que lo dijimos. Velasco lo dijo desde su ámbito técnico como ex ministro, y nosotros lo concretamos en votos en la Cámara y en el Senado como Amplitud. Hoy estamos haciendo la advertencia de una mala reforma laboral que parte de la premisa que empleadores y trabajadores son enemigos.

—A propósito, ¿cómo ha visto la partida de Chile Vamos?

—Me encantaría que les vaya bien, de verdad, pero la derecha conservadora tiene que tener algo que los una y me preocupa ver que no pueden salir de sus problemas internos. Todo lo que aflora hacia afuera son discusiones, descoordinaciones, división.

—Se refiere a que no logran ponerse de acuerdo en el tema del aborto...

—No logran ponerse de acuerdo en nada. Yo creo, por ejemplo, que no deberían discutir más temas valóricos, porque al final todos ellos van a votar de forma conservadora, y está muy bien, porque esa es la opción política que representan. Lo del aborto es una discusión artificial que ellos tienen, porque al final todos ellos votan en contra. Todos votaron en contra del Acuerdo de Vida en Pareja (AVP), todos votaron en contra de la Ley Antidiscriminación, entonces para qué siguen discutiendo qué van a poner en el papel si a la hora de los quiubos van a hacer otra cosa. Demuestren lo que son, eso me parece que es mucho más valioso.

"Todo lo que aflora de Chile Vamos son discusiones, descoordinaciones, división. No logran ponerse de acuerdo en nada. Yo creo, por ejemplo, que no deberían discutir más temas valóricos, porque al final todos ellos van a votar de forma conservadora, y está muy bien, porque esa es la opción política que representan"

—¿A qué se refiere con terminar el binominal mental?

—A la mentalidad binominal que hoy está impuesta en la política, en los medios de comunicación y en los analistas políticos. Quienes hacen encuestas todavía preguntan "¿usted es de la Alianza o de la Nueva Mayoría?", los medios de comunicación todavía reportean Alianza o Nueva Mayoría… Y nuestra invitación es a que los políticos, la prensa… se vayan dando cuenta de a poco que hay una fuerza política nueva y que la gente no piensan tan binominalmente como antes, de hecho todas las encuestas demuestran que ambos bloques han perdido mucho apoyo, porque la mayoría de la gente no se identifica con ninguno de los dos. Pero obviamente la elite económica, política y de medios va más atrás que la ciudadanía y todavía piensa en binominal: blanco o negro, el Sí y el No, derecha o izquierda. Queremos romper con esos prejuicios.

—¿Cuál es el principal objetivo de la coalición?

—Formar un centro político moderado lejos de los extremos y con defensa de las ideas de libertad. Nuestro próximo paso es llevar una lista conjunta de alcaldes y concejales, y si las cosas se van dando como se han ido dando, lo más probable es que vamos a anunciar de aquí a fin de año o a comienzos del próximo un pacto electoral.

—¿A qué votantes saldrán a buscar?

—Al mundo independiente que es mayoritario. A la gente que se siente asqueada de la política, a la gente que no quiere participar, a la gente que es de derecha, pero moderada, a la gente que es de izquierda, pero liberal y no estatista. Los ciudadanos aprecian las buenas ideas más allá del sector de donde vengan. La gente hoy está en otra: quieren tener trabajo digno, disfrutar su plata, tener vacaciones, poder viajar, y eso es el mundo liberal. Eso es lo que nosotros tenemos que aspirar a representar.

"Estamos en un carril distinto al de Piñera"

—Hoy (martes) en una actividad en la Sofofa, Andrés Velasco le pegó varias veces a Piñera y a su gobierno. ¿A usted le molesta o le da igual?

—Aquí no hay que pegarle a nadie, sino sumar. Obviamente, mucha gente que ha estado con Piñera hoy son militantes nuestros y muchos piñeristas hoy son votantes de Amplitud. Este es un proyecto nuevo y tenemos que crecer no a costa de pegarle a nadie, no buscar a nadie a quien pegarle, ni de izquierda ni de derecha, sino que ofrecer algo distinto al país.

—¿Amplitud se convierte en partido?

—Tenemos aproximadamente 8 mil militantes y ya estamos conformados en las regiones de Tarapacá y Valparaíso. Estamos por terminar en Coquimbo, Atacama y Antofagasta, es decir, el norte ya prácticamente lo tenemos listo. La ley te exige tres regiones para constituirte en partido. Nos ha ido muy bien en un mal momento de la política. Porque aunque algunos digan que las barreras de entrada se bajaron —en cuanto a número es cierto, se pusieron mucho más duras en términos de procedimiento—. Hoy la gente tiene que firmar ante notario su inscripción y ellos le preguntan "¿está seguro o segura que desea entrar a un partido político?".

—Siempre he mantenido una estupenda relación con el ex presidente Piñera, porque soy de las pocas que han defendido siempre su gobierno, que hasta el día de hoy evalúo como bueno, con sus falencias como cualquiera, pero nunca lo he criticado a través de la prensa. Tenemos claro que estamos hoy en un carril distinto al suyo. Nosotros queremos hacer algo nuevo, queremos crecer de una manera diferente, somos de otra generación a Piñera y estamos en otra. Y queremos hacerlo con cariño, con fair play, pero sin inhibirnos de lo que queremos hacer.

—Velasco invitó esta semana a la DC a "salir del clóset" ante la inconformidad de algunos de sus miembros, y unirse a sus fuerzas.

—Mi experiencia en mi región es que no tenemos que apuntar a la dirigencia DC, sino que al voto promedio histórico del partido, que no le gusta su alianza con los comunistas. Lo veo acá en La Ligua, que es la única comuna de la Región de Valparaíso donde hay un alcalde comunista. La gente democratacristiana de La Ligua no vota por el alcalde, aunque esté en su lista y aunque hagan campaña juntos. La cúpula sí, el presidente comunal, el senador, el diputado…, pero no su electorado. Por eso, estoy segura de que hay un grupo de electorado pro-DC, tal vez no militante, que ve con muy buenos ojos el desarrollo de un centro político que defienda las ideas liberales que han ido quedando cada vez más lejos de lo que defiende hoy día la directiva democratacristiana.

—Justamente en estos momentos se está produciendo una discusión al interior de la Nueva Mayoría, en que el PS quiere comprometer a la DC a llevar un candidato único, a lo cual Ignacio Walker se opone.

—Cuando Walker dice que por la misma puerta que entra el PRO sale la DC, no hay que tomarlo como algo irrelevante, es algo muy importante de cara a las próximas elecciones. Porque la DC aún responsabiliza a Marco Enríquez-Ominami de la derrota de Eduardo Frei en 2009 ante Sebastián Piñera, y tienen bastante razón. Ellos dicen "por qué nosotros, que hemos hecho toda la pérdida, nos tenemos que subyugar a un liderazgo que no compartimos ni en la forma ni en el fondo". Ellos tienen diferencias muy grandes con ME-O, probablemente las mismas que tienen con el PC. Y más encima todas las señales que da ME-O son hacia la izquierda más dura de la Nueva Mayoría. Se saca fotos con los hermanos Castro en La Habana, se pone guayabera, o sea está en esa.

—¿Cómo vislumbra el escenario presidencial?

—Súperrevuelto. Están pasando cosas y lo que digamos hoy día puede no tener ninguna validez en seis meses más, y para qué decir en dos años. Por ello, creo que Chile Vamos está cometiendo otro error más al poner hoy arriba de la mesa candidaturas presidenciales.

"La DC tiene diferencias muy grandes con ME-O, probablemente las mismas que tiene con el PC. Y más encima todas las señales que da Marco son hacia la izquierda más dura de la Nueva Mayoría. Se saca fotos con los hermanos Castro, se pone guayabera, o sea está en esa"

—¿Se refiere a Ossandón, a Kast…?

—A (Manuel José)Ossandón, a (José Antonio)Kast, a Piñera, a Alberto Espina, a todos. Nosotros no vamos a caer en eso porque hoy los problemas que tiene el país son otros, sobre todo en materia de desarrollo económico. Qué es lo que la gente ha visto esta semana: que por el trauma ideológico de la concesión se cayeron todos los hospitales prometidos aquí en la Región de Valparaíso. Y qué más ve: que RN, la UDI y la Nueva Mayoría ya están hablando de los candidatos presidenciales.

—Desde afuera, ¿cómo ve a RN, su ex partido?

—Complicado, igual que los últimos años. Lamentablemente veo, con harta pena, que ya no se escuchan voces liberales. De hecho, cuando Carlos Larraín salió a defender a Matte en el caso de la colusión yo no vi a nadie que lo contradijera, ni nadie que lo desmintiera, incluidos quienes quieren ser candidatos presidenciales.

Candidato en primera vuelta

—¿Sigue estando dispuesta a ser candidata presidencial?

—Si el día de mañana o en dos años y medio más es necesario hacerlo, sigo dispuesta.

—Porque Velasco obviamente será candidato en 2017.

—Y está muy bien. Justamente lo que nosotros tenemos que hacer es fortalecer nuestro proyecto político con ideas, con nombres.

—Tarde o temparno llegará el momento en que usted y él querrán ser candidatos, ¿cómo se resuelve eso?

—Con una primaria y sin drama. Pero que esa primaria sea consecuencia del trabajo que estamos haciendo y no como lo están haciendo Chile Vamos y la Nueva Mayoría, que ponen los nombres antes de las ideas. Si en dos años más decidimos que tenemos que llevar un candidato presidencial de nuestro sector, que es la aspiración de todo partido político (y ya vamos a convertirnos en partido político), y Ciudadanos decide lo mismo, es obvio que tendríamos que ir a una primaria. Y es obvio que en el momento del resultado daría lo mismo quién fuera el ganador, porque vamos a representar las mismas ideas.

—O sea, ¿no tiene problemas en votar por Velasco?

—Nuestra aspiración es llevar un candidato a la primera vuelta presidencial, y si estamos en el mismo barco tendremos que apoyarnos entre nosotros. Por lo mismo, tiene que ser consecuencia de nuestro trabajo programático, para que al final la disputa entre nosotros sea quién encarna mejor las ideas, y no la personalidad del candidato.

—¿No se sentiría extraña votando por Velasco y no por Piñera en una primera vuelta?

—La pregunta del millón. Nosotros tenemos que ser lo suficientemente maduros políticamente para que este proceso lo hagamos bien. Y si estamos en una misma coalición no debiera ser extraño para ninguno de nosotros que nos apoyemos mutuamente. También podría pasar que en dos años más, a lo mejor, Piñera se diera cuenta de que su coalición natural no es Chile Vamos y es la nuestra.

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